Al abrir la puerta de mi departamento, lo primero mis ojos vieron fue a Camille, esperando por mi, con una sonrisa que ocupaba toda su cara.
— ¿Y? — dijo como saludo, lo que hizo que frunciera el ceño al no saber de qué hablaba — ¿Como es el sexo?
¿Por qué no vi eso venir?
Abrí la boca para hablar, pero me arrepentí al darme cuenta de que lo que sea que diga, no tendrá sentido. No cuando hablo de estos temas con Camille.
— Horrible — respondí.
— Oh, ¿entonces lo descartamos? — pregunta, a lo que yo asiento —. Qué desperdicio, es muy guapo.
El desperdicio es que sea un tonto.
— No todos los guapos son perfectos, Camille — pasé a un lado de ella y caminé toda la sala para llegar al sofá y tirarme en él.
— Brent lo es — la escuché decir.
Nop, tampoco lo es.
— Sí, él si.
No tenía sentido llevarle la contraria.
Me levanté del sofá, dando por terminada la conversación y me dirigí a mi habitación. Me tiré en la cama, dejando que todos mis músculos se relajen después del largo día que tuve. No esperaba en absoluto quedarme dormida y levantarme al día siguiente por el sonido de mi alarma, cosa que me hizo extrañamente feliz al sentirme prácticamente como nueva una vez me había bañado y vestido, lista para trabajar.
Lo bueno de mi trabajo era el hecho de que la mayoría de los clientes eran estudiantes, de los cuales gran parte de ellos eran de mi universidad, por lo tanto, gente que conozco. Es agradable el ambiente y no paso malos ratos, aparte de que tengo la libertad de conversar o, más bien, intercambiar palabras con algunas personas.
— Buen día — saludé a mis colegas, recibiendo el mismo saludo de su parte.
Preparé las mesas como acostumbro a hacer todas las mañanas y una vez terminé, el local abrió, lo que trajo a los primeros clientes atendidos por mi, luego trajo a más y así transcurrió mi día hasta el termino de mi jornada de trabajo.
Comí algo ligero antes de ir a la universidad, donde todo transcurrió igual de normal como todos los días.
Mismos profesores, mismas personas, mismas clases, misma rutina.
Lo único distinto de mi día fue el hecho de encontrarme con Archie al salir, cosa extraña, porque el normalmente estaría en el bar haciendo su trabajo de guardia.
— ¿Qué haces aquí? — pregunté apenas estuve lo suficientemente cerca como para que me escuchara y yo no pareciera una loca gritando al otro extremo de la calle.
— Te espero — dijo serio, como normalmente estaba todo el tiempo.
— ¿Y por qué? — fruncí el ceño, siguiéndolo cuando comenzó a caminar calle abajo.
— Porque quiero hablar contigo — respondió. Se metió las manos a los bolsillos y yo guardé silencio para que hablara —. Escuché que ayer saliste con Harry.
— En realidad fue un secuestro — aclaré, esperando que se riera o que por lo menos hiciera algún sonido, pero permaneció callado —. ¿Pasa algo?
— La verdad es que sí — paró de caminar, haciéndome parar a mi también —. No creo que Harry sea de tu tipo.
— Estoy de acuerdo — reí —. Fue una salida casual, Archie... — pretendía seguir hablando, pero me detuve al darme cuenta de que estaba dando explicaciones que no eran necesarias —. ¿A donde quieres llegar?
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Loud | Harry Styles |
FanfictionHarry y Gin, dos personas completamente normales, con vidas como la de todos los demás, se conocen en uno de los bares más populares de la ciudad: "Loud". Se ven obligados a compartir tiempo juntos debido a su único amigo en común, Archie; y sus vid...