Asistente .- Larry Stylinson.

Capítulo 3

Harry se despertó de golpe gracias al rayo de luz que molestaba sus ojos, los cubrió con su antebrazo mientras los abría y estos se acostumbraban a la luz que el rayo lanzaba por toda la habitación.

Talló sus ojos y después se sentó sobre la cama mientras estiraba sus manos hacia arriba.

Miro el reloj de noche que estaba sobre la cómoda.

Las 10 am.

"Mierda, mierda, mierda."- dijo levantándose de golpe y dirigiéndose al pequeño cuarto de baño que estaba en su habitación.

Tomó una ducha excesivamente rápida, salió del baño y se dirigió a su armario para poder sacar una prenda de ropa y así poder irse.

Abrió el armario de prisa.

" ¡Maldicion!"- gruñó cuando se dio cuenta que su armario estaba vacío, miro la maleta que estaba junto a su cómoda y se dirigió a ella rápidamente.

Se puso lo primero que encontró, no le importaba si su camisa combinaba con su pantalón o con sus botas.

Bajó con dificultad las escaleras gracias a la gran maleta que ahora llevaba consigo.

Se dirigió a la cocina en busca de cualquier cosa que encontrará que pudiera ser comestible. Rogando a Dios no encontrarse con su madre.

Mala suerte.

Anne estaba sentada sobre uno de los taburetes frente a la barra mirando la pantalla de su laptop con una taza de café a lado.

Lo dedicó una mirada reprobatoria y negó con la cabeza.

Pudo visualizar el desayuno en el lugar vacío frente a ella y fue cuando entendió que era para él. Un gran sándwich de jamón estaba puesto sobre el plato redondo junto con un vaso de jugo de naranja.

Tomó el sándwich de el plato, le dio una enorme mordida y después dio un gran sorbo al vaso de jugo de naranja.

"Me voy."- dijo mientras se acercaba a su madre y depositaba un beso en su mejilla.

Se hizo camino hacia la puerta y pudo escuchar lo pasos de su madre justo detrás de él.

"Voy a llevarte."- escuchó decir a su madre con tono de fastidio.

Su orgullo le pedía a gritos que dijera que no y que le demostrara que podía hacerlo solo. Pero iba 3 horas tarde a su primer día de empleo y ni siquiera se había tomado la molestia de pedir la dirección.

Apretó los puños y se dirigió hacia el auto donde ya estaba su madre esperándolo. Subió la maleta en el asiento trasero y después subió al asiento de el copiloto.

Abrió la boca para decir algo, pero su madre lo interrumpió de inmediato.

" Lo supuse."- dijo mientras tomaba camino hacia Dios sabe donde.

Harry masajeo su cien.

Una vez más había demostrado que no podía hacerlo por si solo, una vez más demostró que no era más que un imbécil irresponsable y sobre todo, había dado una razón más para volver a UK con Dess.

Se removió en el asiento incómodo mientras miraba y trataba de memorizar el camino. Sus piernas se movían con nerviosismo y de vez en cuando pasaba una mano por su cabello que aún estaba húmedo.

Se quedó sorprendido cuando miró la casa frente a a la que su madre detuvo el auto.

Era por los menos cinco veces más grande que la suya, abrió la puerta y soltó un suspiro.