Capítulo 14.

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Harry entró en su habitación azotando la puerta sonoramente. Estaba furioso, completamente furioso. Era la tercera vez que Louis lo corría de su habitación recordándole que estaba despedido. Había pasado una semana desde aquel día en el que Louis se había puesto furioso y lo había echado, había pasado una semana desde que se habían besado..

Se sentía un idiota por haberse quedado en aquella casa por una semana más a pesar de que Louis le había dejado en claro que ya no trabajaba para él, se sentía un idiota por que a pesar de que Louis lo ignoraba por completo él intentaba seguir con su trabajo como si nada hubiera pasado, aún recibiendo insultos y gritos de parte del más bajo pidiéndole que se fuera. Y a pesar de que una parte de él se sentía extremadamente culpable por haberse dejado distraer por cierto moreno de cabello negro que lo había hecho olvidar por completo su trabajo con sus audaces movimientos. Su ego le gritaba que no era su culpa después de todo. Claro que no era su culpa, todo esa vergonzosa situación no hubiera sucedido si su querido jefe no fuera un maricón closetero de primera intentando esconder lo que para muchos ya era obvio.

Después de que Dess lo hubiera humillado por segunda vez al haberse enterado de que era gay, jamás había vuelto a dejar que nadie lo humillara de nuevo y sí alguien intentaba hacerlo él mismo se encargaba de partirle la cara y ponerlo en su lugar y por su puesto que Louis no iba a ser la excepción. Ni siquiera sabia como es que había soportado tanto por parte de ese diminuto chico,ni siquiera sabía como es que no se había comportado como un maldito con él como lo hacia con los demás que intentaban herirle. Aunque quizá una de las razones por las que continuaba ahí era que le provocaba lástima el ver como lo que parecía una vida perfecta para él castaño frente a las cámaras, en realidad estaba envuelta en mierda pura. Estaba seguro de que renunciar al empleo significaba volver a Londres, pero cualquier cosa parecía mejor que estar junto a el insoportable de Louis. Incluso había comenzado a pensar en irse a vivir solo, estaba por cumplir 20 y aunque aún no fuera mayor de edad, estaba seguro de que podría hacerlo solo. Sí, claro que sí, buscaría un empleo y se independizaría de su madre por fin.

Buscó su maleta en el armario para después abrirla sobre la cama, volvió al armario descolgando sus playeras y camisas dejando únicamente las que Louis le había comprado, volvió al armario y busco sus jeans para después meterlos en la maleta también.

Escuchó la puerta siendo golpeada con suavidad.

"¡Entra!"- grito mientras volvía a meterse en el armario para tomar sus botas y tenis. Tomó los que pudo entre sus manos y salió hacia la habitación para encontrarse con quien sea que fuera que estaba dentro de la habitación.

Se encontró con Clarie que lo veía con el ceño extremadamente fruncido.

"¿Qué se supone que haces?"- preguntó con curiosidad.

"Empacó mis cosas. Duh."- respondió como si fuera la cosa más obvia del mundo, mientras metía las pertenecías que traía en la manos a la maleta.

Volvió al armario para continuar con la tarea empezada, dejando a la chica detrás.

" Eso ya lo sé, tontito. Pero ¿puedes decirme el por qué?"

" Me voy de aquí. Oh por cierto, casi lo olvido. Renuncio."- escupió con sorna cada palabra.

La castaña soltó una carcajada ante su respuesta lo cual provoco que las cejas de Harry se elevaran en confusión.

"¿De qué mierda te ríes? Esto no es gracioso. Es enserio." - rodó los ojos mientras volvía acomodar sus pertenencias.

"No puedes renunciar Harry, firmaste un contrato por seis meses."- rió.

Asistente .- Larry Stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora