Capítulo 27.

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El excesivo calor que inundaba su cuerpo provocó que se despertara de golpe, las gotas de sudor inundaban su frente y sentía que su vejiga estaba a punto de estallar. Intentó levantarse de la cama pero falló en el intento cuando notó que su cintura estaba siendo  fuertemente sostenida por una enorme mano. Soltó un suspiro y  se giro en dirección al dueño de aquella mano, abrió los ojos con lentitud y se encontró con el rostro de Harry a centímetros del suyo. Su aliento chocaba con el del rizado y no pudo contener la sonrisa que se formaba en sus labios.

Lo miró detalladamente, sus ojos estaban cerrados, su mandíbula estaba completamente relajada, un corto mechón de cabello caía sobre su frente mientras sus labios estaban entre abiertos al mismo tiempo que su pecho subía y bajaba gracias a la tranquilidad con la que estaba durmiendo. Acercó su mano hacia su rostro y delineó su perfecta mandíbula con sus dedos, luego acomodó con su mano aquel molesto mechón con el que Harry solía hacer berrinches por que no se acomodaba nunca. Cuidadosamente inclinó su rostro hacia sus labios y dejó un casto beso sobre ellos.

Una sonrisa apareció en sus labios nuevamente.

Definitivamente mirar a Harry dormir se había convertido en uno de sus pasatiempos favoritos y es que desde aquella tarde en la que el rizado se corrió en su boca, las cosas entre ellos habían cambiado considerablemente. Por supuesto que las cosas habían cambiado y él lo sabía más que nadie, hacia un mes que no bebía ni una gota de alcohol, que no iba de fiesta, hacia un mes que no sabía cómo ni cuando ni mucho menos por que era lo que lo llevaba a despertar todos los días a la mitad de la noche en una habitación que no era la suya con el cuerpo desnudo y la mano de Harry formando un fuerte agarre sobre su cintura.

No sabía que era lo que tenían, pero le encantaba y es que el simple hecho de que el rizado le regalará una mirada, lo hacía enloquecer de mil maneras.

Hizo una mueca cuando su miembro le pedía con extrema urgencia orinar. Deshizo el agarre en su cintura y se levantó de la cama, recogió su ropa del piso y cubrió su miembro con esta para después salir de la habitación sin antes mirar por última vez al rizado.

(.....)

"No entiendo a qué mierda es que vienes al gimnasio si haces absolutamente nada."- se burló mientras miraba al moreno sentado en la bicicleta.

"¿Qué?" - Zayn le dirigió una mirada confundida dándole a entender que no había entendido nada de lo que le había dicho.

"Llevas una hora sentado ahí sin siquiera mover un músculo ¿A qué se supone que vienes al maldito gimnasio?"- arqueó la ceja.

"A cuidar a Liam. ¿Haz visto lo jodidamente bueno que se ha puesto?"

Louis abrió la boca para decir algo pero Zayn lo interrumpió.

"Sí te atreves a decir que sí, voy a partirte la maldita cara por siquiera voltear a ver a mi novio."- gruño.

El ojiazul soltó una carcajada

"Tienes que tranquilizarte Zayn, no todo el mundo quiere follar con Liam."- rió.

"Me da gusto, por qué créeme que no me molestaría moler a golpes a cualquier persona que se le acerque."- sonrió con malicia.

El moreno giró su rostro con brusquedad en dirección a Liam, asegurándose de que nadie estuviera tratando de seducirlo.

"Los celos no son buenos, Zayn."- masajeo su hombro.

"No puedo evitarlo, Louis. No cuando se trata de Liam."- se encogió de hombros.

El silencio se hizo entre ellos y Louis continuó con su rutina de bicicleta mientras que el pelinegro miraba embobado cada movimiento que Liam hacía.

"¿Y cómo van las cosas con Hazza, por fin te animaste a decirle?"- la voz de Zayn lo sacó de su trance.

"¿Con quién?"- pregunto de mala gana, por supuesto que sabía a quien se refería, pero odiaba la manera tan estúpida en la que Zayn llamaba a Harry.

El moreno rodó los ojos.

"Con Harry, maldito idiota."- dió un fuerte golpe con la palma de su mano sobra la nuca del ojiazul.

"Bien, supongo. No estamos en nada."- masajeo el lugar golpeado.

"¿Y tú estás de acuerdo con eso? Es que bueno, ya sabes. Tú dijiste que estabas.. "- levantó ambas cejas en confusión.

"Por supuesto que sí, Zayn. Ya sabes, las relaciones y ataduras no son lo mío."- se encogió de hombros impidiendo que el moreno terminará la frase.

"Entonces supongo que estás de acuerdo con que este coqueteando con otro a escasos metros de ti."- se burló.

"Sí, supongo."- Se encogió de hombros.

"Bien, por qué lo está haciendo."- rió.

"¿Qué?"- arqueó la ceja.

"Míralo por ti mismo."- señaló en dirección a las caminadoras que estaba a escasos 15 metros de distancia.

Apretó la mandíbula y detuvo el movimiento de sus pies sobre la bicicleta, sus labios formaron una fina línea y contuvo las ganas de salir corriendo en dirección a los dos chicos que se dirigían miradas de deseo. El chico de piel blanca tomó el atrevimiento de acomodar el mechón de Harry y después tocó su cabello a lo cual el rizado le brindó una radiante sonrisa.

Bajo de la bicicleta.

"Nos vamos, ve por Liam."- gruñó.

"Los celos no son buenos, Louis." - se burló.

"Cierra la puta boca y ve por Liam."- rodó los ojos.

El moreno contuvo una risa y se fue en dirección a su novio.

Louis respiro profundamente a cada paso que daba intentando controlar la ira que se estaba apoderando de su cuerpo. Detuvo su paso junto a la caminadora y sin pensarlo detuvo la caminadora en la que se encontraba el rizado.

"¡Nos vamos."- apretó el antebrazo del ojiverde y comenzó a caminar arrastrándolo con fuerza.

Caminó por el pasillo a toda velocidad hasta que se detuvo frente a los vestidores. Abrió la puerta y entró en ellos, azotó la puerta y se encargó de cerrar con seguro.

"¡¿Qué demonios te pa..?"-

"¿Te cansaste de comportarte como una puta?"- gruño.

"¿Qué?"- Harry lo miró atónito.

"No puedo dejarte sólo porque ya estás de ofrecida con otros."- escupió con odio.

"Louis.."

"¡¿Qué Harry?! No puedo seguir con esto cuando tú te comportas como una.."

"¿Y qué se supone que es esto Louis?"- se burló

El castaño permaneció en silencio.

"Lo imaginé."- rió.- "¡No tienes absolutamente nada que reclamarme! ¡No somos malditamente nada!"- exclamó con enojo.

"Bien."- se giró para así poder caminar hacia la puerta, quito el seguro y salió de los vestidores.

Caminó con rapidez hacia el living y salió del gimnasio ignorando los llamados por parte de Liam.

Nada.

Eso era lo que realmente eran. Se sentía un completo imbécil por creer que Harry también sentía que entre ellos había algo y es que el rizado tenía razón, no había nada que los uniera. Fue su maldita culpa por haber imaginado de más. Fue su maldita culpa por haber creído que el rizado lo quería también.

Tragó saliva cuando sintió un nudo formarse en su garganta. Detuvo su pasó, cerró los ojos y elevó el rostro hacia el cielo cuando el aire inundó su cara.

Nada.

Eso era lo que eran y eso era lo que siempre serían. Nada.


Hola, sé que merecen una disculpa y quiero decirles que ahora tendré mucho menos tiempo pero intentaré actualizar lo más pronto posible.
¡Muchísimas gracias por leer, las amo!

Asistente .- Larry Stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora