Asistente .- Larry Stylinson.

Capítulo 26.

Harry había terminado de guardar en el clóset cada una de la cosas que Louis había comprado. No era su trabajo hacerlo, pero conociendo a Louis probablemente nunca lo haría. Además no tenía nada más interesante que hacer, desde que Louis había lanzado la noticia de que se encontraba trabajando en su nuevo álbum lo único que hacía era llevar comida y cigarrillos al estudio gracias a que el castaño lo obligó a cancelar cada uno de los compromisos que tenía próximos al mes. Se dejó caer sobre la cama y tomó la sudadera que estaba a unos centímetros de él.

La llevo hacia sus fosas nasales e inhaló profundamente, sus ojos se cerraron inconscientemente  cuando el perfume varonil que tanto caracterizaba a Louis inundó su sistema y sintió su cuerpo relajarse. Permaneció con los ojos cerrados y los recuerdos llegaron a su mente.

Cuando Louis lo acorraló contra la pared y lo besó por primera vez, aquella vez que entró sin avisar y lo encontró tocándose, aquella vez que durmieron juntos ó quizá cuando tuvieron sexo en aquella cama en la que se encontraba acostado. Mordió su labio inferior ante el último recuerdo y sintió su ingle hormiguear. Olfateo una vez más y sonrió.

Louis, el maldito y seductor Louis.

Las últimas dos semanas habían sido completamente diferentes al inicio de su empleo, Louis se mostraba más amable y sonriente con él e incluso se atrevía a decir que desde hacia dos semanas Louis no hacia otra cosas más que intentar seducirlo, no había que ser muy inteligente para darse cuenta pues desafortunadamente, Louis era pésimo disimulando. Como todas esas veces que fingía no darse cuenta y restregaba su trasero sobre su miembro, cuando lo hizo dar un masaje en sus muslos como pretexto de estar agotado por el fútbol ó el de hacia unas horas. Harry sonrió cuando el recuerdo llegó a su mente, lo había llamado por teléfono desde la ducha completamente desnudo para que le llevará una toalla por qué según él se había olvidado de tomarla.

La sola imagen de Louis desnudo frente a él mientras las gotas de agua caían por su cabello, lo hacía volverse loco. Sintió su bulto crecer y se maldijo a si mismo. Estaba teniendo una maldita erección con sólo pensar a su jefe desnudo. Que enfermo..

Olfateo de nuevo la sudadera y guío su mano hacia su erección para después comenzar a tocarse, era inevitable no hacerlo pensando en el ojiazul. Abrió los ojos de golpe y detuvo la tarea cuando el tono de llamada resonó en sus oídos, levantó su cadera para así poder sacar el aparato del bolsillo de sus jeans, miró la pantalla y el nombre de Louis brilló en esta. Respondió la llamada y la aguda de voz de Louis sonó a través de la bocina.

"Necesito que vengas al estudio un momento."

"¿Ahora?"- preguntó con nerviosismo.

"Sí, es urgente."- gruño.

"Estoy ahí en seguida."- finalizó la llamada.

Se sentó sobre la cama y se quedó mirando hacia su bulto, había crecido más pues, escuchar la voz de Louis no había sido de mucha ayuda en esos momentos. Comenzó a tomar lentas y profundas respiraciones intentando que disminuyera su tamaño pero todo fue en vano. Tenía que deshacerse de el a como diera lugar.

Mordió su labio inferior y desabrochó el cierre de sus jeans. Sólo serían unos cuantos minutos. Comenzó a masajear su miembro sobre la tela de su bóxer y el teléfono comenzó a sonar de nuevo. Soltó un gruñido.

El nombre de Louis volvió a brillar en la pantalla y su respiración se aceleró más de lo que ya estaba. Decidió poner en silencio el aparato y se levantó de la cama. Paso una mano por su cabello, tenía dos opciones ignorar el llamado ó llegar hasta ahí con la erección al cien. La primera opción sonaba más peligrosa que la segunda, conociendo a Louis su vida se convertiría en un infierno de nuevo si se atrevía a ignorarlo. Trago saliva y comenzó a caminar ignorando el dolor que comenzaba a formarse en su compañero.