Para Ana

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Mami ya no juega tanto conmigo, dice que estoy creciendo y debo aprender a jugar sola para cuando ella muera.

No me gusta jugar sola y mis muñecas no pueden hablar, quiero una como yo. De carne y hueso, que me diga mami, que me deje hacer todo y que me obedezca.

-Mami, ¿puedo salir un momento? -pregunto desde mi habitación.

-Si, ten cuidado con las escaleras.

Salgo a tosa prisa y llego a su lado, la abrazo, me siento en sus piernas y canto un poco.

-¿Que sucede? -me da una de esas raras sonrisas que parecen tiernas.

-Quiero una muñeca nueva, que pueda jugar conmigo -digo emocionada-, una como yo.

-¿Como tu?

-De carne y hueso mami, para hacer lo que tu y que ella haga lo que yo.

Me mira con el ceño fruncido, no parece muy convencida.

-¿Una niñera? -no se que es eso.

-¿Puede ser mi muñeca eso?

-Si, claro que si, puede ser lo que quieras -asiento emocionada-, pues pondré un cartel avisando que se está buscando una niñera para Ana.

Para MamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora