Celos que incitan verdades

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Llegué a mi departamento y no podía sacar de mi mente lo que acababa de descubrir esta noche, Kara la mujer con la que tanto soñé y jamás pensé volver a ver, aquella con la que hace poco me reencontré, la misma que me tiene en una nube es justamente uno de los seres que más detesta mi familia: una Super.

¿Qué haré? ¿Debo desistir de lo que estoy viviendo con ella? Esto se aleja de la normalidad que he deseado encontrar en mi vida pero es una atracción inevitable, eso por no saber definir qué más estoy sintiendo.

No, no puedo desistir, ella es mía. Bueno, no lo es aún pero casi. Mi familia no me va quitar esto, además que no tienen manera de saberlo.

Me gustaría que Kara tenga la confianza para decirmelo, esto será más complicado de lo que pensé, aunque con lo que ha estado pasando este tiempo sé que ella no tiene problemas con mi apellido, solo que igualmente no es como que puedes llegarle a alguien y decirle: "Hola soy Supergirl". Pero sería un gran voto de confianza de su parte que necesito para seguir adelante con todo esto..

Ella es perfecta, siendo humana o de otro planeta, no he olvidado como se sienten sus manos sobre mi piel, cuantas noches solitarias reviví aquel momento junto a esa mujer desconocida, nadie logró causar ni la mitad de esas sensaciones.

Quiero más de ella, necesito hacer algo al respecto y creo que tengo un par de ideas para acorralarla, por ahora mejor dormir, mañana será un día prometedor.

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Desperté temprano con intenciones de desestresarme así que me coloque un top deportivo en conjunto con un leggins negro y me dirigí a mi gimnasio, por las amenazas de muerte que siempre han rodeado a mi familia decidí aprender defensa personal, por tanto procuraba mantenerme en forma, así que sin más encendí el reproductor de música y al ritmo de Dash Berlín comienzo a golpear el saco de boxeo..

Sonreí sin poderlo evitar, he escuchado esa canción muchísimas veces y ahora me siento tan plenamente identificada que no sé cómo sentirme al respecto.

Estuve una hora más haciendo mi rutina, sentía mis músculos arder, me encantaba esa sensación.

Ya en la cocina vi que la pantalla de mi teléfono se encendía era un mensaje de la mujer que no sale de mis pensamientos...

Kara Danvers: Buenos días morena ¿Le apetece desayunar conmigo?

Lena Luthor: Si, pero yo invito, ven a mi casa.

Le pase la dirección después de su respuesta afirmativa, vi como estaba y sonreí, vamos a jugar un poco.. Tomé la decisión de extender mi rutina.

Media hora después escuche el timbre sonar, tomé una toalla para secar un poco el sudor y fui abrir, sin duda ver su mirada recorriéndome de arriba abajo hizo valer el agotamiento extra.

- Hola Kara, lo siento, me distraje entrenando y se me pasó el tiempo. - Dije con mi mejor cara de inocencia

- Eh, no hay problema Lena, entiendo - Dice Kara nerviosa.

- Preparé unos sándwichs de pavo, espero sean de tu gusto, pero permiteme unos minutos para ducharme rápidamente. - Ella asiente y me acerco a darle un beso casto en la comisura de sus labios. - No te saludé antes como es debido.

- Es perfecto, s-si, te espero. - Yo me muerdo el labio, doy media vuelta y me dirijo a mi habitación con el contoneo de caderas más insinuante que puedo.

Entre Luthors y SupersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora