Con vendas o sin ojos

Capitulo 1: "La promesa"

Estaba en un lugar oscuro y pequeño; creo que era un auto , pero no podía distinguir quien iba al volante; de repente una luz muy blanca aparece al lado izquierdo de mi ventana y de un segundo a otro todo se volvió negro.

Desperté de golpe y al ver que estaba igual de oscuro que mi sueño entré en pánico; empece a parpadear muchas veces para lograr ver por lo menos un rayo de luz pero no hubo ni rastro de ella.

Al saber que no estaba funcionando, mi corazón llegó a latir por mil.

Todavía noooo.. TODAVÍA NOO

Empecé a tocar mi cara, mi boca, mis ojos, solté un suspiro de alivio. Aun no tenía puesta las vendas. Respire profundo varias veces hasta que una pequeña luz entro en mi campo de visión ¿Qué hora era?. Tuve que levantarme de mi colchón y dar algunos pasos para alcanzar mi mesita de noche, a ciegas, pues todavía seguía viendo negro. Me acerqué con mis manos, teniendo cuidado de no pegarme. Pero fue en vano, me pegue en el dedo meñique de mi pie con la esquina de la mesita, ahogue un grito de dolor.

No quería despertar a nadie, alce mi pie hacia mi, para poder sobarlo, empecé a retorcerme del dolor, me recalé y mi cabeza golpeó mi mesita. Mi cabeza palpitaba. Subí mi mano para sobarme. Pero otra cosa me cayo en mi cabeza.

Oh genial lo que faltaba

Mis vista se oscurecía más y más.
Lo último que vi, fue la lucecita de mi alarma, parpadeando "5:54 am". Mis ojos empezaron a pesar más. Y otras ves la oscuridad me lleno.

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Estaba todo bonito, jugando, riendo, divirtiéndonos. Esos ojos verdosos me miraban con ternura, yo la miraba a ella. Estábamos jugando muy felices.

Luego el carro, el choque... las vendas.

Me desperté adolorida, lleve una mano a mi nuca, mis ojos pararon a dar a amo alarma parpadeante "8:00 am".

Me frote mis ojos y me levante.

La escuela... bueno ya voy tarde, para que me cambio.

Decidí ir a la habitación de mi madre para revisar si ella estaba bien, no me gustaba ver las vendas en sus ojos, era muy difícil para ella hacer cualquier actividad, ademas la mayor parte del tiempo yo la ayudaba a hacer todo. Me acoste a su lado. Pensé cuando estábamos jugando las dos en el parque. Sonreí por inercia. Deje llevarme y me volví a dormir.
  
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Estaba cómodamente dormida hasta que escuche que alguien me llamaba, era mi mamá
- Cariño, ¿eres tu?- me agito levemente el hombro.

- Sí madre, lo siento; anoche me desperté, y me resbalé, después ya no se qué pasó- lleve su mano a mi nuca.

Auch si me dolió, voy a alejar la mesita de mi cama lo más posible.

- Oh- me sonó mi nuca- tienes un chichote, ve a tomarte una aspirina- quito su mano y la dejo caer en su regazo. Supuse que se calmó para dormirse otra ves.

Me quede en silencio, mirándola dormir.

Mamá te prometo que te quitaré esas vendas, ya no tendrás...

-Hija- se volteó hacia mi- ¿sigues aquí?- acercó su mano a mi rostro pero yo me alejé. No sabía si decirle que estaba empezando a perder la vista.

Simule tener una flor conmigo.

Se lo digo... no se lo digo... se lo digo.

Arrancaba más y más pétalos imaginarios.

¿Que estupidez estás haciendo? Solo díselo.

Estupida consciencia, si yo soy la que se lo va a decir... Carajoo. Bueno ya que.

- ¿Madr-re?- no tartamudees, es algo que nos va  a pasar a todos. Pero yo no quiero.. no todavía.

- ¿Si cariño?-

- No te lo dije- dude un momento en si decirle otra cosa. No puedo, tengo que seguir con el plan- pero anoche cuando desperté de mi pesadilla y antes de caerme- mencioné obvia- no pude ver nada. Estoy perdiendo la vista- mi vista paso hacia abajo, la tristeza me invadió, pero después el coraje. No dejare que mi madre siga así por el resto de su vida.

- Oh no- sus cejas se alzaron- lo siento tanto cariño.- se acercó a mi y me abrazo como pudo.

Puse mi cabeza en su hombro, y dejé que una lágrima resbalara lentamente.

- está bien mamá, es algo que tiene que pasarme si o si, solo es cuestión de tiempo- le di una sonrisa triste.

-No digas eso- me dejo de abrazar y sujeto mis hombros- No te va a pasar nada de esto, ten fe mi niña- volvió a abrazarme. Su mano llegó a mi nuca, y me inspeccionó el golpe- ahora ve por unas aspirinas-

Me levante de la cama, le sonreí aunque no me viera. Me di la media vuelta y me dispuse a bajar a la cocina.

Fui por las aspirinas, un vaso de agua, y ganas para seguir llendo a la escuela.

Subí a mi habitación. Cerré la puerta, y dejé que mi espalda se resbalase sobre la pared hasta tocar el suelo, oculté mi cara en mis rodillas.

Lágrimas y lágrimas me inundaron el rostro. Ahora ya no tenía nada más que hacer, me iban a poner las vendas, no podía impedirlo.

- Nose que hacer para quitárselas- mire al suelo, tenía lágrimas y mocos combinados en mi cara- yo quiero- suspiré- quiero volver a ver sus ojos, estos- levante mi mano, para acariciar su rostro imaginario, esos ojos verdes con café me miraban con ternura, eran intensos.

Somos nosotras dos, ella y yo contra el mundo.- Madre te prometo por mi vida que te quitaré las vendas, si o si. El no no es una opción- me pare, me arregle y me dispuse hacer lo mismo de todos los días...ayudarla a que sobreviviera este estupido e injusto mundo.

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