-Love Me (2won)

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Un simple one shot inspirado en algo cursi y simple (? espero les guste


-//-

Love me—

La tarde caía con calma mientras el observaba a la distancia, ya eran pasadas de las seis y sabía que su madre lo retaría por llegar tarde pero le era imposible detenerse allí. Todos los miércoles –como ya se había aprendido- el menor iba a aquel parque a pasear a su pequeño caniche, daba un par de pasos hasta el centro y se dejaba caer en una de las bancas mientras observaba a la bola de pelos corretear a su alrededor y arrimarse a cualquiera que pasase cerca. Él no se consideraba un acosador, jamás había sido bueno en eso, se aburría rápidamente de todo y se volvía perezoso, pero con aquel chico no pasaba. Desde hace varias semanas que había tenido la suerte de cruzarse con él y mantenido esa extraña tradición, simplemente se alejaba un poco de camino a casa y pasaba un tiempo en el parque observando a aquel misterioso rubio mientras el sol caía.

El clima era frio para ser fines de primavera, los árboles del parque florecían, ocasionando que la pequeña brilla llevase consigo hojas y algunas flores débiles. Manteniendo su vista en aquel chico alto a más de cincuenta metros se permitió sonreír, los cascos en sus oídos reproducían el mismo tema por décima vez, siempre lo escuchaba, ese tema le recordaba su situación actual y la necesidad de ser amado, no por cualquier persona sino por una persona, aquel chico atractivo y de dulce sonrisa que lo había hechizado por completo. Acomodó su campera estilo universitaria con un sutil movimiento de hombros, empezaba a refrescar pero no le importaba, acomodo la capucha cubriendo su castaño cabello, su cabello algo ondulado caía con cuidado sobre sus ojos, en verdad debía recordárselo.

La gente caminaba por el parque, ya sea personas mayores y solas moviéndose con rapidez caminos a sus casas o jóvenes parejas o amigos que daban vueltas por el lugar, toda esa gente le hacía sentir más tranquilo, el chico jamás se giraría a verlo, no tenía motivos para notarlo. Miro su reloj apartando solo un momento su mirada de aquel chico, en cualquier momento aquel chico peli blanco llegaría y su amor platónico se mostraría sonriente y sonrojado, no sabía qué tipo de relación mantenía- procuraba recordarse que no le importaba- pero una parte del ardía cuando los veía, aquel incomodo nudo en su garganta se volvía molesto. Como si sus pensamientos se volviesen advertencias el chico se hizo presente, avanzaba hacia el rubio luciendo unos jeans azul marino y las típicas converse, la campera de jean blanca que llevaba no le quedaba mal, debía admitirlo, el chico se había robado la atención de su rubio pero era completamente digno de ella, si sus rasgos delicados no le ayudaban la sonrisa sincera que exponía lo aseguraban. Suspiró, otra vez los veía de lejos, aquel peli blanco se acercaba a la banca y le sonreía en grande al rubio, el chico se ponía de pie regalándole una hermosa sonrisa, esas con las que el solía soñar que le daba, y le daba un corto abrazo. El jamás admitiría que adoraba el estilo de vestir del rubio, el chico de rasgos más jóvenes llevaba siempre jeans negros y zapatos oscuros, algún sweater color crema o miel y un saco marrón haciendo juego, ese estilo le quedaba hermoso, lo hacía parecer un modelo.

La canción volvió a empezar mientras veía a ambos chicos sentarse, el rubio movía sus labios con timidez mostrando una ligera sonrisa, su acompañante en cambio era más rápido, sus labios se movían a gran velocidad. Wonho no tenía idea de lo que hablaban pero no le importaría pagar por ello si pudiese, sea lo que fuera el rubio parecía avergonzarse, su rostro enrojeció mientras tapaba su boca. La inclinación del rubio hacia el que se veía menor era incomoda, su estómago se sentía como si una enorme piedra se hubiese alojado allí, trato de detener un gruñido, seria incomodo si alguien a su alrededor lo veía.

Por varios minutos los vio intercambiar palabras, la forma rápida en la que el peliblanco hablaba, los sonrojos del más alto de ambos, todo lo intrigaba. El par parecía ajeno a todo, siempre se veían igual, el los observaba por largo rato hablar y sonreírse, un sutil rose de manos, a veces el más bajo iba demasiado lejos y rosaba su mano en la pierna del contrario, debía admitir que odiaba cuando eso ocurría. Vio como el sol caía y supo que pronto se marcharían, ante la irrefrenable realidad no pudo evitar pensar en lo cierta que se volvía aquella canción para él, aquella que aún se reproducía. ¿Acaso nadie podría amarlo? Sabía que era algo tonto, el tenia algunos pretendientes, compañeras y compañeros de su instituto se le declaraban a diario, no era presumir pero sabía que era algo atractivo ¿acaso no sería lo suficiente atractivo para él? El chico era hermoso, su rostro inocente casi de bebe, su cuerpo perfecto, incluso con toda esa ropa que siempre llevaba él sabía que el menor tenía una buena complexión. ¿sería demasiado bajo para él? El peliblanco que siempre estaba a su lado no era mucho más alto, incluso con la distancia que siempre había entre ambos se arriesgaría a decir que eran casi iguales ¿Qué habría de mal con él? Su mano rozo inconscientemente su mejilla, actualmente una zona morada se vislumbraba allí, siendo su pasatiempo y pasión el boxeo no podía evitar tener algunos moretones a diario, intentaba que estos no fuesen en su rostro pero no siempre podía protegerse. Suspiro nuevamente sintiéndose agotado, cada miércoles era igual, iba hasta el parque a observarlo mientras este paseaba a su mascota y pasaba un rato agradable con aquel chico, ambos completamente ajenos a él, a sus pensamientos y miedos ¿acaso siempre seria así? Llevaba más de un mes visitando el mismo sitio y muy dentro del sabía que eso no cambiaría, él quería acercarse, quería conocerlo, pero ¿cómo? Eran completos desconocidos, él no podía simplemente acercársele y hacerse su amigo, menos aún intentar coquetearle. Su teléfono vibro ligeramente, saco el aparato del bolsillo sin verlo, cuando bajo la mirada se sorprendió de ver un mensaje de su madre, ella no solía preocuparse ya en ese día, sabia que por algún u otro motivo el los miércoles llevaba tarde. Abrió el mensaje viendo de reojo al par, para su sorpresa su madre le informaba que sus primos habían ido de visita, estos Vivian en Incheon por lo que su visita si era inesperada, su madre le pedía que este allí lo antes posible para ayudarlo con las compras y la cena. Alzo la vista viendo a ambos chicos hablar sonrientes, resignado se puso de pie guardando el móvil nuevamente ¿Qué importancia tenia irse antes que el menor? Estaba seguro que no conseguiría nada.

Se marchó resignado con todos esos pensamientos acoplándose en su mente, en verdad quería perder sus miedos, deseaba que algún miércoles cuando fuese allí el destino estuviese de su lado y le permita conocerlo ¿tendría esa suerte?

**

Al otro lado del parque dos chicos observaban atentos la figura que se desvanecía en la distancia, el silencio había sido más largo que de costumbre. Al cabo de unos segundos el peliblanco se giró viendo a su amigo o sonriente

-¿lo viste? El definitivamente miro hacia aquí

-no lo sé, eso es...poco probable ¿no crees?- Hyungwon bajo la mirada, su rostro estaba enrojecido ¿Por qué su amigo seguía insistiendo con ello? Odiaba hablarle contado aquello.

Después de meses de ver al chico castaño a distancia tuvo la suerte de cruzarse con él, mucho más cerca de lo que solía ser, por unos instantes había sentido su mirada clavada en el pero no lo había creído ¿Cuántas posibilidades había de que aquel chico tan atractivo lo viese? No tenía idea de sus horarios solo sabía que coincidían ese día, el chico pasaba con pasos rápidos mientras el salía con su mascota, se había asegurado de prestar atención a la hora para hacer que coordinen, era tonto pensar tanto para sacar a su perro al parque frente a su casa pero ¿Qué otras oportunidades tenia? Luego de aquella vez que en verdad sintió su mirada la cosa pareció repetirse. El chico no solo pasaba por el parque, ahora se detenía y permanecía allí más tiempo que él, eso hacía que extendiese el paseo de su perro –que normalmente se mantenía en 30 minutos- a más de una hora. No fue hasta el segundo miércoles que su amigo lo fastidio para verse y él le dijo que le era imposible, su amigo insistió tanto- maldita sea su curiosidad- que el debió contarle. Desde entonces aquel ruidoso chico le hacía compañía en el parque, pero eso no era todo, después de "aprobar" y dar su completa aceptación por el castaño – como si él se lo hubiese pedido- se la pasaba molestándolo

"el té está viendo"

"te come con la mirada"

"Ya deberías acercártele, se nota que se re gustan"

Odiaba escuchar esos comentarios y más aún como sus mejillas se teñían de rojo cuando las escuchaba, siempre escucha los mordaces comentarios de su amigo mientras le narraba cada movimiento de pestañas y media sonrisa que el castaño misterioso hacía.

Un golpe en su brazo lo saco de sus pensamientos, alzo la vista a su amigo frunciendo el ceño

-¿porque me golpeas?

-por tonto ¿no me escuchas acaso?

-¿hay algo que escuchar?- minhyuk puso sus ojos en blanco

-se fue temprano hoy ¿no es raro? Nunca se ha ido antes que nosotros- el rubio sabía que era cierto por lo que se limitó a asentir mientras pensaba en ello- deberías acercarte a ese chico, en verdad me cansa verlos así, se nota que se muere de ganas por conocerte y sé que vos también

-porque lo sabes todo ¿verdad?- su amigo lo miro con ironía haciéndolo reír- bien, bien, entendí ¿de acuerdo? El próximo miércoles...me acercare

-eso dijiste el miércoles pasado ¿crees que soy tonto?

-sé que lo eres- solto viendo en dirección donde el castaño se había perdido, tal vez lo haría el siguiente miércoles, cuando se cansase de fingir y sea lo suficientemente valiente...se acercaría. Su corazón latía de prisa al pensarlo ¿tendría alguna oportunidad? En verdad no quería demasiado, solo buscaba la atención de aquel lindo castaño...con eso se conformaba.

Monsta X (One Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora