Me dirigí al salón, donde mi madre me había dicho que fuera.
Cuando entré, me encontre con la sorpresa de que mi padre estaba en casa. Esto cada vez se estaba poniendo más raro, lo normal es que mi padre llegue de madrugada, nadie en casa nota su presencia.
- Eem si, ¿Qué pasa? - pregunté.
Mi madre iba a comenzar a hablar pero se me vino a la cabeza lo que había sucedido hoy en el instituto y pensé que el motivo de esta extraña reunión era eso. Así que primero tomé yo la palabra.
- Mama, yo no tuve la culpa, ¿ Quién le manda a hacer las clases tan aburridas? además, yo le respondí, pero como es tan soordo... - Parece que he metido la pata.
Cuando vi a mis padres escuchar toda la historia que les contaba, pude notar por su cara de "que mierda dice esta" que no era de eso de lo que querían hablar.
Mejor me callo.
-¿Qué dices hija? calmate un poco, respira - Me dijo mi padre, así que me calme, menos mal que no se habían enterado de...
- Luego hablaremos de lo que ha pasado hoy en el instituto, ahora tenemos asuntos más importantes, y debemos decirte algo - Mierda, ya ni sé para qué hablo.
- ¿Os habeis enterado? - dije haciendo una sonrisa MUY fingida.
- Claro que sí , somos tus padres señorita Melina, no sé que esperas, siempre nos enteramos de todo - Bua, eso es lo malo de tener unos padres espías.
- ¿De todo? - Seguía yo con mi sonrisa.
-Sí, también sabemos lo de tratar de quemar el colegio - Ups, un pequeño detalle que se me había olvidado mencionar...
Pero tampoco fue tan malo, fue más... ¿Una linda despedida de clases? No le habrían hecho mal unas cuantas reformas al edificio.
- Vaale, sin salir todo el finde, y ahora me voy a mi habitacion, ¿No es así señora madre? - Puse acento de pijilla, lo que me hizo recordar la vez que le corte el pelo a... bueno, en fin... Sigamos.
Empecé a caminar lentamente a las escaleras para ir a mi cuarto, haciendo cara de perro arrepentido.
- Pues no, hoy no, te quedas aquí y nos escuchas, luego ya haces lo que te de la gana - ¡¿¡¿¡¿QUE?!?!?!
Abrí los ojos lo máximo que pude y me dirigí rápidamente a tocarle la frente a mi madre y revisar si tenía fiebre.
-Mamá, ¿Estás enferma? - Seguía con mi cara de admiración.
-¿Acaso tienes muchas ganas de que te castigue? si quieres... - Para nada.
-Nonono - Me senté rápidamente en el sofá dispuesta a escuchar a mis padres - ¿Qué era eso tan importante de lo que me queríais hablar?
- Bueno... - Comenzó a hablar mi padre dejando una larga pausa antes de proseguir - Hoy me han llamado de la empresa en la que trabajo - Claro, mi padre es uno de los importantes en la empresa de ropa de marca - y me han dicho de un traslado a otra empresa, que está en Argentina- Vale, ya he escuchado mucho.
Es mi momento de explotar.
-¡¿¡¿¡¿QUE!?!?!?! A MI NO ME MOVEIS DE AQUÍ, HE DICHO - Mis padres se veían sorprendidos por mi reacción, creó que pensaron que me lo tomaría como si nada.
-Pero Meli, entiendelo, es una muy buena oferta, piensa en los demás, sólo sera un pequeño cambio, te adaptarás muy bien...
- Por qué me hacéis esto, tenía mi vida organizada, ¿Por qué no pensáis en mi tambien? - dije ya entre lágrimas.
Aunque parezca una chica fuerte, cuando las lágrimas me ganan, me ganan.
Sin dejar que mi madre dijera alguna palabra, tomé mi mochila y subí corriendo las escaleras, necesitaba estar sola...
Apenas entré en mi cuarto cerré la puerta, me tiré en mi cama y empecé a sentir como se hundía el Titanic.
Entre llanto y llanto, me quedé dormida, pensando en mis amigos, mi vida aquí en España, y la horrible idea de tener que irme a otro país... digamos que por tema de trabajo.
No me imaginaba lo mucho que cambiaría mi vida.
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Nuestro Estúpido Momento
Novela JuvenilMelina es una chica de 15 años, que trata de ' Vivir La Vida ' pasando por encima de cualquier mal comentario que le hagan. Tuvo que acceder a la propuesta de sus padres de irse a vivir a otra ciudad, dejando todos sus mejores momentos atras. En es...