12. Si Todo Fuera Como Antes.

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Además de no tener amigos durante cuarenta días, era el chico "EMO" de la escuela con mi intento de suicidio, e igual que todos los demás... No tuvieron compasión, ni mi primo, que, entro de nuevo ingreso a la secundaria 77.

Si se, es algo. Y ese algo es que "Entre paréntesis" era mi primo favorito, el "primo" con el que compartía edad y compartía todo, todo. Simplemente se hizo otro tipo de persona al entrar a la secundaria ya que durante la ultima mitad del año 2014 en año nuevo no le dirigía la palabra por cuestión a que había cambiado bastante, además, al igual que yo. Cambio radicalmente. Radical en el estilo de ya creer ser nas que los demás, de tener la suficiente madures para ser y hacer lo que el quisiera a sus apenas cumplidos trece años de edad, el ya salía a fiestas con su hermano de la edad de Zaak. Yo no entraba en ese tipo de personas que fumaban y tomaban, el ya se había puesto su primer borrachera. A mi me daba miedo que mi madre se diera cuenta que estuviera ebrio y me regañara como regaña a Zaak, el ya tenía novia con la cual llevaban casi un año de ser novios. Yo apenas di superaba a duras penas a Jessica Mine.

Estábamos por la reja mas cercana que dividía Les en burgo con el fraccionamiento Damyswan, cuando surgió el tema de las escuelas nuevas, en esa entonces ya estaba en la secundaria 77 y el en la escuela que estaba en Damyswan.

—¡Ya estoy arto!— dijo Nathan con un tono entre serio y enojado.
— Hombre, pero si tienes mucha fama en la escuela ¿Por que te quieres salir?, si ya falta solo un año para pasar a la preparatoria, bueno, un año y seis meses — respondí dando respuesta a todo.
— ¡Eso!, ¡Diste en el blanco!
— ¿Cual blanco!
— ¡Si! — levante las cejas —, osea, ya perdí mi fama y solo me recordarán toooodos los demás por ser el mas popular, no tendré mas de esa racha por que entraran mas niños de séptimo grado, y los des séptimo estarán en Octavo — dijo como un casanova.
— mi opinión es que, te quedes y... Estar con tus amigos — me encoji de hombros —, además las inscripciones para estar en otra escuela fueron en abril, y ya es julio.
Se quedo pensativo.
— ¡Tu! — me señalo
— ¿Yo? — dije poniéndome las manos en el pecho.
— Si, eres un alumno ejemplar ¿no?
— Si, pero... — me interrumpió.
— Hablas con la directora que tienes un primo con un muy buen promedio que a sido agredido verbalmente en su escuela y, ya, asunto arreglado.
— eso no va a pasar, tan solo que te hagan Bullyng o algo parecido, si no, no.
—  ¿Entonces?
—  Pues sí en realidad quieres tu cambio, has que te acosen o que mi tío tenga comunicación con la escuela y te cambien.
— Ok, lo are.
— Bien.

Al fin de cuentas lo cambiaron de escuela en la región de la ciudad, pero lo que no sabia es que estaría en la secundaria 77.
Lo primero que pensé fue « Es mejor que este aquí, el me puede ayudar a reconciliar con Louise o con Joseph »
Pensé mal, el primer día la directora lo asigno en el grupo B donde estaba Matthew. Mattew lo vio y le invito juntarse con el.

Nathan ni por ser mi primo me ayudo en nada, el pensó solamente en el, Louise, Matthew, Conor y los demás lo inducieron a decirme de cosas igual que ellos. No tan solo eran mis ex amigos entre paréntesis, sino que igual me hacia daño alguien de ni propia sangre, de mi propia familia, de mis mismos genes... Mi primo.

***

Fue una estupidez y lo reconozco el haber intentar suicidarme por razones que no valían la pena y no tener amigos era una de esas, pues comprendí mucho después que en la preparatoria uno de cada seis de los que me hacían bula estarían en la preparatoria numero 0001, y que podía reacer mi vida. Pero en esos instantes no lo pensé y fue repentino.

Un día atrás de el intento, en la cafetería ya nadie se me hacercaba por decir tantas cosas de mi. Veía a Joseph y a Louise muy juntos y diciéndose cosas al oído mientras que se reían.
Me senté en el piso como acostumbraba y después paso junto a mi Matthew que llevaba en su mano un jugó de piña.

— Ey, pantera rosa.
Levanté la cabeza tímido.
— mmm — contesté con la comida en la boca.
— tienes sed — fijo mientras que se suponía le daba un sorbo al embace.
— no gracias ya tengo yo uno...
Y derramo el jugo en mi cabeza.
— Oh, creo que la pantera esta mojada y hambrienta; hay que darle de comer ¡no creen! — grito lo ultimo y todos, todos ha esepción de los alumnos del noveno grado que solo me veían con lastima, me aventaron la mitad de su comida en todo el plazo.
Sólo me tapaba la cara para no ver, mas sin embargo escuchaba « No llores nena, Ten hambriento. » entre esos insultos salían de su boca de Arthur Cyrus que entre paréntesis quería que yo fuera su amigo.
Me dirigí al baño de caballeros para limpiarme la cara y limpiarme la estilo "vaquero". Me metí al baño que estaba nas lejos y empecé a llorar por lo que me habían echo, y por que Arthur no era lo que aparentaba ser, además por que los que se suponen ser mis amigos me abuchearon, me humillaron y me hicieron estar en ridículo por la situación.

— Psss — oí y no hice caso — Pssss, hey, aquí arriba.
Levante la mirada.
—  Ay, perdoname.
Se dio cuenta que era el chico popular de la escuela que lo rechazaron por no fumar ni tomar. Salí y me limpie las lágrimas, me vi en el espejo y azote con mi mano el agua estancada y boto en el espejo, volví a verme y solo pude ver con o es que mi reflejo y el agua cayendo gota por gota, me daba la señal que me iba desaparecieron do para todos poco a poco...

— Hola, hijo, sientate a comer — dijo mi madre.
— si, dije desanimado.
Deje mi mochila y saque la hoja de un rastrillo de la barbería de donde papá se compra sus rastrillos reusables.

Me metí en el baño y me senté en la tasa admirando el filo de la hoja, hasta que inicie del la parte del ante brazo y me encaje la hoja. Intentaba no gritar mas sin embargo solo gemía de dolor y las lágrimas me rasaban las mejillas de lo arrepentido pero no hay vuelta atrás. Comencé con la otra mano e igual inicie desde ele antebrazo, me recoste en la puerta y me deje desangrar hasta que oí gritar a mi madre desde la sala y ver como mi sangre bajaba lenta mente desde las escaleras. Cerré los ojos...

Las marcas del recuerdo quedaron marcadas por siempre, ya que cada que veía mis brazos era como ver a un maniático loco que me dominaba y me carcomía poco a poco, pedazo por pedazo, recuerdo por recuerdo.
Lo increíble fue que al final de todo lo sucedido no tenia ni la mas remota idea de lo que me había pasado, es decir que era un niño estúpido por hacerlo y por los motivos, era obvio que no vivía por lo que decía la gente, mas sin embargo todos los días de vuelta a casa pensaba en cada uno de los motivos por los cuales debía y no debía morir. Uno de los motivos para no morir y seguir vivo era:
- Si tus amigos que tienes no son lo que aparentan ser,  no son los únicos, hay mas personas que quieren ser tus amigos y que no son como Arthur Cyrus, igual de hipócritas. Ellos en verdad te quieren y datarían la vida por ti...

Ese motivo me dio el razonamiento de poder saber que a los muchachos de mi edad o de instituto no les caía.

Las opciones serian dos.
Uno: buscar un amigo de mi edad pero de otra escuela.
Dos: buscar a un amigo de mayor o menor edad de la mía.

Y eso si que estaría difícil...

DE UN MAL DÍA A UN AÑO PEOR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora