● veinticuatro

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Jisung salió temprano de clases, a cambio de eso, la señora "pasita", como llamaba a su maestra por las notables arrugas que poseía; le dejo diez preguntas matemáticas de tarea.









-No quiero hacer mi tarea, Mark hyung. -protestaba Park dejando su lápiz sobre su cuaderno.

-Si no la haces, no tendrás una buena calificación, nunca saldrás de la escuela, por lo que no irás a la universidad, no vas a tener dinero y morirás solo bajo un puente, mocoso.

-Solo no, porque usted estará conmigo -respondió triunfante el niño.










Lee rodó los ojos, se encontraba mirando una serie de policias mientras discutía con el rubio sobre la tarea.










-Has tu tarea.

-Oblígueme.

-Te obligaré a golpes.

-Mejor a besos.

-¡Jisung!










El recién nombrado río fuertemente colocando sus manos sobre su pancita.

Esos picaros pensamientos son tan adorables.











-Termina tu tarea, mocoso.

-Con una condición.

-¿Qué quieres?

-¿Podría ser mi primer beso si termino mi tarea?











Mark dejo caer el control remoto, el impacto del objeto contra el suelo lo hizo reaccionar, quedando en blanco, sorprendido por lo que el menor sugería.










-¿Quieres que te bese?

-Si.

-No es correcto, Jisung.

-Usted me gusta, hyung, lo quiero mucho y lo sabe y usted también me quiere, cuando las personas se quieren mucho, mucho... Se pueden besar -el menor hizo una pausa, tocando su mentón con sus dedos, pensando- Bueno, según mi hermano, Yeol.

-Jisung, yo, no...

-¿No me quieres, Mark?










Las voz del niño sonó como si estuviese a punto de llorar.









-No hagas esto, mocoso.

-No haré mi tarea entonces.









Lee debatía internamente; si Jisung no hacía su tarea, sus padres podrían molestarse y a través de eso averiguar su existencia y arruinaría todo.

Para él y para el niño.

Y si aceptaba la condición del menor, todo estaría ¿bien?.

Tampoco iba a negarse, vamos, le gusta el mocoso de todas formas.











-Bien, bien, lo haré.










Jisung miraba al suelo, triste, pasando la manga de su camisa por sus mejillas.

Lo acaba de hacer llorar por algo tonto.











-Jisung, oye, lo haré, no llores, ven aquí.








El niño hizo caso y se sentó en el regazo de su mayor, quien lo abrazo.








-No es eso hyung, no respondió a mi pregunta -hablo el menor hipando, mordiendo su labio inferior.










"-¿No me quieres, Mark?"

El pelinegro quiso reír.










-Mocoso, si sabes la respuesta, es absurdo que preguntes.

-Si sale de tu propia boca sabré que es verdad.









Buen punto.








-Te quiero, Jisung, te quiero mucho.

-¡Yo te quiero mucho más, Mark!













*Demuéstrame que esto es real, dime que estás escuchando.

~sube al árbol. [marksung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora