Ni al metro con vo | chilensis.

dos.

Sinceramente, yo no sé si el destino no quiere que yo supere a ese hombre o quizás me esta protegiendo de no volverme a enganchar, en verdad no tengo idea, algo que si tengo claro es que la mala cuea está impregnada en mi. 

Las opciones que se me vienen a la cabeza son; Salir corriendo, hacerme la hueona y esperar a que si el se da cuenta que me salude, siempre digna y saludarlo para después comerme a un mino en su cara o decirle que aún me tiene in lov. Obviamente elegí la opción número dos, pero fue bastante penoso porque ni siquiera fue él el que se acercó o me vio, su amigo que lo acompañaba me cachó y ahí recién el jil me saludó. Mis piernas temblaban, mi voz y el corazón lo tenía en la mano, quería salir corriendo e ir llorando a mi house, pero me dije a mi misma que lo tenía que superar y en volá sirve eso de "un clavo saca a otro clavo".

Después de ponernos en la fila gigante de maracas, la Javi pinchó con un mino y él nos coló así que entramos súper rápido. La música sonaba a full y les encargo los minos ricos. 

- Hueona, hay caleta de minos ricos. -Comentó la Feña.

- Te dije maraca culiá, ¿Qué sería de ustedes sin mi?

- Ti diji miriqui quilii.

- Son tontas hueón. - Me reí de ellas - Oigan ¿Y la javi?

Hueón yo soy súper cuatica y me desespero brígido si algo pasa.

- Déjala cata, se debe estar pelando, no te preocupes. Acuérdate de que ya tenía a un mino bajo la manga. - Trató de tranquilizarme.

De ahí todas pusimos nuestros celulares a máximo de sonido por cualquier cosa ya que acordamos que iríamos de casería, cada una por su lado. Pero realmente yo no quería o en verdad si quería, sólo que me daba caleta de vergüenza.

 En ese momento como una iluminación de dios, apareció un hueón que yo conocía. Debo admitir que tuve mis tiempos de pelá, donde aceptaba todas las solicitudes de minos o yo misma mandaba y de todas esas solicitudes que acepté y mandé conocí a muchos hueones, me pelé con varios, siempre eran de colegios emblemáticos porque por alguna razón están muy ricos y los comentarios de "ap" en mis fotos no faltaban, un clásico. La hueá es que a uno de todos ellos yo lo vi en persona aquí mismo en el in, ya que siempre hacen actividades abiertas era mi oportunidad de atacar, el problema fue que yo hablé con él después de verlo en persona, era mi ap y toda la hueá, pero no pasó a mayores porque justo ahí hice el cambio de chip, maduré y dejé en el pasado mis años de pelá. 

Y ahí estaba yo sentada en la primera banca que hay al entrar a la chancha mirando a mi antiguo ap que estaba con sus amigos. No se si sintió que lo estaba mirando pero de un momento a otro el también lo hizo, sonrió y luego comenzó a caminar hacia mi con una actitud segura. 

CONCHETUMARE, CONCHETUMARE ESTO NO LO PLANEÉ, HELP, AYUDA. UN PENE VIENE HACIA A MI Y NO SE QUE HACER.

- Hola po, Cata. - Dijo depositando un beso en mi mejilla.

- Hola, Vicho - Sonreí un poco nerviosa y por poco me refiero a más nerviosa que la chucha. 

- Por fin te puedo ver en persona, después de tantos meses. Erís súper linda, flaca. 

Y ¿Esto qué? ¿Se me está pelando o sólo es un cumplido? ¿Qué se supone que tengo que responder?

- Oh, hueón no sé que decir, estoy terrible nerviosa. 

Sí, sé que la sinceridad tiene sus limites pero yo no soy buena en esto de juntarme con minos y sacar temas de conversación. 

Después de la respuesta más ridícula que dije en toda mi vida el soltó una risa y me tranquilizó, realmente me tranquilizó, me dio un pequeño abrazo diciendo que la idea es que compartamos, nos conozcamos y si yo no quiero puedo irme, que no se enojará ni nada, le creí, enserio le creí y eso no es normal en mi después de todo lo que me hizo en Tomás. 

Hablamos de temas súper random, supe que se cambió de colegio, ya no era un institutano egocéntrico como los demás, ahora era un tipo común y corriente que probablemente saldría con NEM hermosisímo de 7.0 y yo voy para el 4.5 prros, qué vergüenza. Tercero medio me va a pegar duro, lo peor que sólo faltaba una semana. 

Empezamos a recordar muchas cosas que habíamos hablado antes por facebook, contar historias de nuestras vidas, familiares, amistades, hasta que llegó en tema que obviamente no quería tocar los ex estaba que le decía

 - no, no se llama

- ¿Te cuesta mucho hablar de él aún? ¿Te enganchaste demasiado? 

Sinceridad, Catalina, sinceridad.

- Es que, fue más que engancharme po - Hice una pausa para pensar si lo que diría iba a cagar todo este momento - Yo me enamoré de él y en volá, es un sentimiento culiao extremadamente fuerte, yo te lo juro que era capáz de dar mi vida por ese hueón y por siete meses no he conocido a nadie más porque siento que hay una parte de mi que aún es de él ¿Me explico? No creo que aún lo ame o que aún esté enganchá, pero es que al enamorarte siempre estarás para esa persona, en las buenas y en las malas, como amigos, compañeros o hasta desconocidos. A pesar de que me cagó, lo amé y eso es como hacer un pacto de por vida, pero no en el sentido de ser suya siempre, si no de ayudarlo y estar para él cuando necesite una mano. 

Creo que por primera vez en mucho tiempo fui cien porsiento sincera y expresé realmente todo lo que me pasaba con el Tomás, nunca antes lo había pensado de esa manera.

- Erís terrible profunda y madura, erís bacán. Yo nunca me he enganchado así cuatico, mucho menos enamorarme y si alguna mina me cagara yo cacho que la mando a la conchetumare al tiro ¿Cómo le tienes tanto respeto a ese culiao? Yo lo mato. 

- Yo también lo mandé a la conchetumare al tiro, como lo respeto a él también me tengo que respetar a mi. Y sobre ese tema, el respeto está por los momentos  buenos que pasé con él las sonrisas y esas hueás po, aunque fueron más las lágrimas eso ya pasó. 

- Más minas como tú, porfa.

Primera vez que me dicen una hueá así, ctm. 

- No creaí, soy terrible celosa.

- Yo igual po ¿Que tiene de malo?

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Los ojos me pesaban, al igual que todo el cuerpo, mi enfoque no estaba para nada bien y todo daba vueltas. Mala idea juntar la marihuana con alcohol, en volá me da la pálida. 

- Cata ¿Por dónde vivís? Yo cacho que te voy a llevar a la casa.

Dijo el Vicho, me abalancé hacia él para abrazarlo y casi me voy de hocico pero el me agarró.

- Mi prsincipe - Mi mente hizo un esfuerzo por saber si lo que acababa de decir estaba bien o mal.- PRÍNCIPE

- Cata, tranquila ¿Ya? yo te voy a cuidar ¿Viniste sola? 

- ¡NO! con mis amigas

Aún con los brazos de Vicente en mi espalda abrazandome comencé a hacerle cariño en la nuca y jugar con su pelo, después con sus mejillas haciendo que dijera "pollito" y me reía como hueona cada vez que me hacía caso sin sacar su cara de preocupado. Como que de repente me quedé pegá mirándolo sin hacer nada, luego sonreí.

- Puta que erís linda cata por la chucha.

Me reí y puse mi cabeza en su hombro, cerré los ojos y traté de descansar pero nuevamente casi me caigo para al lado, estaba demasiado curá. Me fijé que no estaba con el Vicho ¿Qué hueá? ¿Dónde estaba? Hace dos segundos estaba aquí, conmigo. 

Sin saber que hacer subí al segundo piso del colegio, baños, salas con gente fumando marihuana, jalando o chupando pico, pero ninguna de esas personas era el Vicho. Seguí caminando por los pasillos, entré a una sala porque enserio necesitaba sentarme, no daba más. 

Estaba muy curá, lo admito pero podía reconocer muy bien a alguien.

- ¿Tomás?