Nota de autora

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Infinidad de veces nos hemos llegado a sentir incomprendidos, sentimos que estamos siendo dejados de lado y nos lastima profundamente, añadiendo la etapa a la que llamamos juventud, que nos trae un arsenal de hormonas descontroladas, que sumadas a nuestra inmadurez de aquellos años, no dan un muy buen resultado.

Nos sentimos derrotados, sobre todo cuando se trata de una traición, que sin importar de donde provenga, nos hiere.

A veces, cuando nuestras inseguridades, nuestras malas experiencias y la tristeza se mezclan con el amor, nos pueden dar un trago demasiado amargo conforme va pasando el sabio tiempo.

Cariño, esto es solo el comienzo, aún tienes mucho que llorar, mucho por que luchar, muchas razones que te enseñarán que el amor y el odio, son las dos potencias mundiales que gobiernan los corazones de la gente.

Aún tienes mucho que dar y cada tropiezo solo es un hilo más que va a crear a la persona que serás mañana.

Madura con cada derrota y ante todo, sé honesto, las mentiras nunca son buenas, simplemente disfrazan algo tan valioso como la verdad que poco a poco saldrá a la luz y revelará todo lo que quisiste ocultar por beneficio, ya sea propio o para alguien más.

Ser deshonesto nunca será el camino correcto, pero definitivamente será el camino más fácil, es de valientes seguir el camino en virtud de todo aquello es verdadero.

Analiza un momento la situación, puedes engañar, nadie lo sabrá, solo tú, pasan días, meses, años y ya habías olvidado lo que habías dicho y de pronto, el telón empieza a caerse, el disfraz se desvanece y solo queda una cosa, la factura que te van a pasar por el tiempo que has empleado ese número de teatro.

No olvidemos nunca que siempre debemos tener una opinión objetiva y una opinión subjetiva, pensemos no solo en nuestro beneficio, sino también en todos aquellos que nos rodean, no siempre se podrá ser algo que haga felices a todos, pero siempre intenta ser lo más justo que puedas, la vida no es unilateral.

No somos perfectos, somos seres humanos, aun sabiendo eso, evitemos en la medida de lo posible hacer cosas que sabemos que están mal.

Existe algo llamado culpa que también empieza a roer las bases de los teatros de cada persona.

Ten cuidado o tarde o temprano te va a doler.

Y ten en mente que la verdad no mancha los labios de quien la dice, sino la conciencia de quien la oculta.

Quizá todo hubiera sido distinto si hubiera dicho la verdad.

No Debiste Hacerlo (Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora