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Los sucesos que tuvieron lugar el día anterior en la habitación de Wonwoo no fueron comentados, claramente porqué ambos chicos no sabían cómo habían llegado a ello. No les importó.

Todo iba mejor que nunca con la extraña relación que mantenían.

— Wonu — El moreno llegó por detrás y abrazo la cintura del azabache quien estaba haciendo el desayuno— ¿qué vamos a desayunar? 

En esa posición Mingyu no podía ver que Wonwoo en realidad tenía una sonrisa en su rostro.

— No te diré, es un secreto —El azabache estaba haciendo un ligero puchero que pedía ser besado por el menor, Mingyu se alejó antes de ceder por completo a sus instintos.

— ¿Comeremos pronto?—El moreno estaba siendo un poco mimado pero a pesar de su actitud se dedico a sacar lo necesario para poder desayunar en la mesa.

Una vez todo listo se dispusieron a desayunar con un par de miradas de tórtolos y sonrisitas tímidas.  Pero ambos sabían que tenían que hablar de ello, aunque Mingyu había prometido que se quedaría no podía hacerlo para siempre, por lo menos tenía que hacer algo para que dejaran de buscarlo, si es que lo hacían.

— Wonu. Debo ir por mis cosas, lo sabes. Por lo menos para poder hacerles saber que estoy bien y no necesito que me busquen.

Mingyu habló, lento y conciso para no asustar a su hyung de alguna forma con sus palabras.

— Sé que esto puede molestarte Wonwoo pero de verdad debo hacer eso y no puedo recibir un "no"  por respuesta.— Intentaba sonar seguro de sus palabras pero poco a poco fueron bajando de tono conforme hablaba. 

— De acuerdo. 

— Vamos hyung, por favor di que lo harás... alto, ¿qué? ¿aceptaste?

Wonwoo asintió con una sonrisa en el rostro viendo asombrado al moreno. 

— He dicho que si, ¿cuándo? ¿mañana? 

— En realidad... me gustaría que fuera hoy. 

Esta vez el rostro de Wonwoo ensombreció con la petición.

— No creo que sea buena idea. 

— Vamos, Wonu no creo que algo pueda salir mal, sólo vamos por mis cosas y listo. —Mingyu observó a su hyung aún un tanto indeciso. Tomó su mano sobre la mesa y la acarició con su pulgar— Por favor, por mi.

Y si, Wonwoo no pudo negarse. Acordaron que irían después de pasar un tiempo de calidad juntos quitandole la venda a Mingyu de su pierna, aún no estaba completamente sana y no podía caminar correctamente pero ya no le era necesario usarla.

Una vez listos partieron su camino al exterior. Mingyu estaba asombrado con el escenario frente a sus ojos, no había salido más allá del pórtico desde que había llegado ahí y era simplemente majestuoso, los arboles con frutos y un par de aves revoloteando por aquí y allá.

No se sentía que estaban dirigiéndose en busca de algo, era más como una caminata, una especie de cita, sólo sonreían y rozaban sus manos accidentalmente.

Cuando llegaron al lugar, era más que obvio que algo había caído ahí, pues a pesar del poco tiempo, que no recordaba con exactitud el moreno, sus cosas seguían ahí con un par de manchas de sangre seca en la tierra. 

Ambos estuvieron buscando un rato el celular de Mingyu, parecía haber desaparecido completamente.

— Oh ¡aquí esta!— Mingyu casi gritó de felicidad cuando lo encontró. Wonwoo no podía sentirse más nervioso, algo le decía que debían irse en ese momento.

— Bueno, ya que lo encontraste podemos irnos de aquí — El azabache intentaba no tartamudear. 

— Claro, déjame guardar esto.

En el momento que guardó el celular en su bolsillo escuchó un par de voces que se le hicieron conocidas. Se quedó quieto intentando hacer el menor ruido posible, agudizó lo mejor que pudo su oído. ¡Si, eran voces!

  — ¡Mingyu! ¡Mingyu!

Y gritaban su nombre. Se sintió emocionado, ¡estaban buscándolo! No pensó mucho en las consecuencias que traería para Wonwoo si los llamaba, y si, estaba a punto de gritarles para mostrarles su ubicación pero algo lo detuvo.

Un golpe en su cabeza, que le abrió la herida que llevaba.

Mingyu volteó aturdido. Era Wonwoo, con un tipo vat improvisado de madera y una expresión indescifrable.

Hyung... ¿por qué estas haciendo esto?

— Lo siento. 

—  ¡Chicos hay algo por aquí! 

Mingyu no pudo procesar todo lo que estaba por ocurrir cuando Wonwoo volvió a golpearlo en su cabeza esta vez más fuerte y después tiró el vat lejos para patear con fuerza la pierna lastimada de su menor que ya se encontraba inconsciente. Eso bastaría para volver a abrir las heridas que había tenido cuando lo encontró. Pateó un poco más el cuerpo del contrario para generarle unos hematomas leves en su torso y lo cubrió como pudo un poco con las hojas. 

Si tenía suerte no lo encontrarían, a ninguno de los dos.

— ¡¿Se resbaló?! ¡MINGYU!

Y huyó. Wonwoo salió del lugar, lagrimas le nublaban la visión.

— Oh, no puede ser, Mingyu, ¿qué te pasó? 

El chico que hablaba estaba por romper en llanto. Todo después de eso fue un caos, muchos policías y algunos paramedicos llegaron y se llevaron al moreno del lugar.

¿Pensaste que podrías escapar? ➳MEANIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora