¿Pensaste que podrías escapar? ➳MEANIE

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Wonwoo le acercó un plato con cereal a Mingyu quien lo aceptó sin protestar y comenzó a comer.

El moreno no había podido dormir, a pesar de que el mayor lo había llevado a una habitación donde lo ayudó a acostarse y se quedo hasta que creyó había dormido su nuevo inquilino. Mingyu se despertó en la noche y no pudo volver a conciliar el sueño, cada que estaba a punto de volver a dormir un sonido lo ponía alerta y todas sus esperanzas de descansar pronto se habían esfumado.

Tenía unas ojeras enormes que Wonwoo notó cuando lo fue a recoger en la mañana a su habitación, en ese momento Mingyu por fin se había dormido.

El más alto tenía una falta de energía pero eso no lo limitó de querer volver por su celular.

Wonwoo le puso un par de prendas encima para poder mantenerlo en calor fuera, lo cual fue inútil ya que no eran de la misma talla y la lluvia había hecho aún mas frío el bosque por la mañana.

Mingyu estaba tiritando por el frío pero se negó a acercarse más de lo debido al cuerpo ajeno que podía proporcionarle algo de calor corporal.

—Por aquí te encontré— habló señalando con su cabeza a un lugar donde aún tenía un hoyo en la tierra símbolo de que algo había paso por ahí, mejor dicho, algo había caído.

—Déjame revisar—Insistió Mingyu moviéndose para poder separarse de la ayuda que le proporcionaba Wonwoo con su cuerpo para poder mantenerlo en pie y que caminara.

—No, no puedes caminar. Yo revisaré—Lo acercó a un árbol para que se pudiera apoyar en el, cuando estuvo seguro de que no caería se dirigió a donde el gran hoyo en la tierra y buscar el aparato del que hablaba el moreno.

—No hay nada—Wonwoo dijo después de un rato de buscar en todos los alrededores.

—¿Cómo no hay nada? justamente ayer caí aquí es técnicamente imposible que no haya nada.—Mingyu estaba recuperando su carácter habitual, valiente, muy diferente a lo que había visto el azabache el día de ayer. 

—Mira tú... ¿cómo te llamas?—Comenzó despectivo.

—Mingyu.

—Mingyu, no hay nada, y si pudieras caminar tu solo podrías comprobar que no hay absolutamente nada aquí. Te recomiendo regresar a la cabaña, recuperarte y listo después de eso te puedes marchar. Tu herida no tardará mas de una semana en sanar lo suficiente para que puedas irte.

El moreno casi maldice a su salvador, estaba siendo grosero y lo sabía. Pero no podía pasar más tiempo en casa de un extraño.

—Bien, volvamos.

Con luz natural la estancia no se veía tan amenazante, era extremadamente grande para una sola persona, eso estaba claro, pero Mingyu ya no tenía miedo de lo que pudiera encontrarse en cada rincón porque ahora podía verlos.

—¿Y tu no tienes un teléfono? ¿un celular?... ¿una televisión?—El moreno estaba ansioso por contactar a sus amigos, eso estaba claro pero también necesitaba entretenerse con algo.

El azabache lo fulminó con la mirada.

—No.

Resopló. ¿Qué persona en pleno siglo veintiuno no tenía un celular personal, un teléfono en casa o una televisión? Solo Wonwoo.

—¿Qué haces para no aburrirte aquí entonces? —En ese momento no le interesó el porqué a su falta de comunicación con el exterior.

—Leer.

Mingyu hizo una mueca, no era que despreciara los libros, solo no eran lo suyo. El prefería los animes, la televisión y los comics.

Wonwoo ignoró el ser tan despectivo que se encontraba en su sofá y camino por toda la sala en busca de algo

—Si necesitas algo, grita, o si necesitas algo muy esencial —Sacó unas muletas de quien sabe donde y las dejo junto a el en el sillón— usa estas. No te pierdas.

Desapareció después de eso. Mingyu no sabía que hacer y dormir era lo más apetitoso que cruzaba por su mente. No tardó en hacerlo.

Todo estaba completamente negro, podía escuchar una voz pero no podía ver al dueño de ella.

—No confíes en él.

¿De que hablaba? ¿a quién se refería?

—¿Hola? ¿quién anda ahí?

Mingyu gritó a la oscuridad sin obtener respuesta, lo único que escuchaba era el "no confíes en él" ¿en quién no debía confiar? ¿Wonwoo?

Estaba harto de ese tipo de sueños, los había tenido desde hace tiempo. Nunca lograba despertar solo de ellos.

Abrió brevemente sus ojos encontrándose con unos fríos y completamente negros, aterradores.

Se despertó exaltado estaba sudando frío, esperaba encontrarse con Wonwoo frente a él, pero no había absolutamente nada ni nadie. La luz del atardecer estaba entrando por los ventanales de la cabaña. Había dormido toda la tarde.

—¡Wonwoo!

Gritó un par de veces más, en ninguna obtuvo respuesta del azabache.

Moría de ganas por ir al baño pero su salvador no se había molestado en decirle donde se encontraba el sanitario en esa enorme casa. Recordaba vagamente donde se encontraba su dormitorio pero no de donde había ido al baño la noche anterior.

Se obligó a levantarse con las muletas y empezar su búsqueda. Como pudo se dirigió a donde se encontraba un pasillo amplio con un par de puertas a cada lado. Abrió la primera y era una habitación cualquiera, abrió la segunda y se encontró lo mismo. Así pasó con casi todas las puertas que había.

Estaba comenzando a frustrarse, sus ganas de orinar cada vez eran más grandes y si no encontraba algo pronto saldría al bosque para hacer sus necesidades.

Una puerta entre abierta al final del pasillo llamó su atención. Esa era su curiosidad a flor de piel. Cuando estuvo frente a ella dudaba de abrirla o no. No sabía lo que había al otro lado de ella pero algo dentro de el le decía que no le gustaría.

—¿Qué haces?

La voz de Wonwoo hizo que se sobresaltara.

—No deberías estar aquí. —Se acercó a donde Mingyu,cerro la puerta frente a él y le puso llave.

—¿Qué hay ahí dentro?

—¿Qué haces aquí? —Wonwoo habló entre dientes, molesto.

—Buscaba el baño— Escupió sin más.

—Te llevo. —Wonwoo lo jaló del brazo llevando al moreno en dirección contraria al final del pasillo. 

Una vez hechas su necesidades, salio con sigilo para regresar a la estancia, sin embargo Wonwoo lo esperaba.

—Deberías descansar, tu herida podría ponerse mal —Era preocupación o no quería que anduviera husmeando. 

Sin esperar respuesta acompañó al moreno a su ahora habitación. Mingyu tardó menos de lo esperado en quedar dormido. Wonwoo salió con sumo cuidado para así dejarlo bajo llave. 

No querría que en un momento de locura escapase. O abriera puertas que no debía.