7.Capitulo

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Pegando un portazo con los puños apretados, llegue de nuevo a la cubierta y en ese mismo instante todas la miradas se posaron en mi.

-¿¡QUE!?.- a lo que todos respondieron mirando hacia otros lugares o moviéndose cada uno en su puesto.

Coloco mi vista en la mar.

-Un barco se aproxima por proa!.- ladro agarrando un cabo para subirme con facilidad al mástil mayor. En esas sale el Capitán con una sonrisa de oreja a oreja mientras me mira. Yo en cambio le doy una mirada seria que da a entender que lo odio. Por su telescopio mira hacia el barco, que como avise se acercaba por proa. Preparamos los cañones y nuestras armas, listos para atacar y robar la mercancías que tengan a bordo. He izamos la bandera. El primer cañonazo es provocado por el barco enemigo nosotros se lo devolvemos. Cuando el barco se va acercando cada vez mas escogemos el momento perfecto para el abordaje. Cojo un capo para saltar cuando alguien me detiene tirando hacia atrás:

-No, tú te quedas defendiendo nuestro barco y a los de mas tripulantes que se queden.-

-¡No!.- le conteste a John con chillido agudo y a la vez con odio.

Agarre un cabo y me tire hacia el barco enemigo. Al principio a los hombres enemigos que se acercaban para luchar contra a mí se reían pero más tarde yo era la que me reía al verles caer hacia el suelo. Seguí con la lucha codo con codo con mi tripulación. El lado derecho de mi estomago empezó a dolerme y teñirse de rojo. Gire hacia atrás calvando mi espada en el corazón del que me había herido. Seguí derribando hombres con mi espada hasta que sentí que los ojos me pesaban.

Despierto algo alterada cogiendo algo con mi mano y respirando a gran velocidad:

-Puñeta.- mire el lado derecho de mi estomago vendado mientras me quejaba un poco por haberme levantando de tal tirón. Estaba en el camarote del Capitán.- Genial.- ironice en voz alta sin darme absoluta cuenta de que él estaba allí.

-¿No te alegras de estar aqui?.-

-No la verdad.-

-¿No puedes hacer caso a lo que te dicen por una vez?.-

- Nadie me dirige.- respondí a pocos centímetros de su cara, con seriedad.

-Te equivocas preciosa, te dirijo yo ya que estas en mi tripulación.- sin apartarse de mí.

-Oh, pensé que era un intrusa...- insinué. Me estaba divirtiendo esta conversación en cierto modo.

-Si lo fueras ya te abría echado por la borda.-

-Tal vez.- cambiando de tema:

-¿Quien me ha curado?¿Hemos ganado?¿Y quién rayos me trajo hasta aquí?.- pregunte rápidamente.

-Yo. Si. Yo.- me que pensando en las respuestas y me dispongo a preguntar:

-Ahora eres medi...- me corto.

-Ahora estamos en paz.- afirme con la cabeza y salí de allí.

En la cubierta mis amigos me felicitan por mi valentía y de no ser por haber salido herida hubiera seguido con espada en mano. La oscuridad de la noche cayó junto con una niebla blanca que te impide ver mas allá de ella. El barco se zarandea como si se tratase de un giro demasiado brusco me encamino en dirección a Silver quien es el que está dirigiendo el timón:

-¿Que ha sido eso Silver?.-

-No lose, estoy dirigiendo recto, Ann.-

-Serán rocas, ya que nos vamos adentrando en el terreno de la maldita isla.- le noto algo nervioso.

Otro zarandeo lateral vuelve a ocurrir, John le pregunta a Silver que ocurre sin saber que responder. Con mi espada en la mano miro fijamente al agua tratando de ver algo que de señales del causante de tanto movimiento. Soy arrastrada por una aleta gigante que me introduce en el agua mientras oigo gritar mi nombre. Reacciono y le clavo mi espada oyendo a la bestia quejarse. Sigo en el agua sin salida gracias a una bestia de grande y largos colmillos como los de una morsa y de aletas tan enormes como una isla entera pero no era una morsa, tan extraña criatura que no se puede describir. Subo a la superficie y cojo un cabo que cae desde el barco. Ya dentro del barco veo como la bestia intenta tragarnos. Le comento a John entre gritos un plan para derrotar a la bestia aunque no muera del todo y vuelva atacarnos más tarde.

Atamos barriles llenos del pólvora y alguno que otro con ron y subo con ellos a lo alto del mástil mayor para enredárselos a la bestia y explotar el contenido con un simple disparo.

Asombrada por lo bien que sale mi plan, directamente se dibuja un sonrisa en mi rostro.

-Enhorabuena Ann, pero volverá.- rio Silver.

-Lose, por eso debemos darnos prisa y llegar lo antes posible a nuestro destino.-mantengo mi mirada firme hacia algunos destrozos del barco.

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