❁⁎✬⁂【:.FINAL.:】⁂✬⁎❁

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—Petra —la llamó mientras ella caminaba rápido hasta el baño en donde se encerró y la oyó vomitar. Abrió la puerta y entonces la encontró arrodillada frente al escusado.

Le tomó el cabello y la dejó vomitar hasta que terminó.

—Me odian —dijo levantándose con ayuda de Rivaille—, lo sabía. Lo sabía —fue hasta el lavabo donde se lavó las manos, tomó su cepillo de dientes, se enjuagó la boca con agua y luego puso pasta dental y comenzó a lavarse la boca con furia.

—Creo que me odian a mí —dijo Rivaille.

—¡Nos odian a ambos! —Enjuagó su boca y volvió a meterse el cepillo, tallando con fuerza—. Siempre lo supe, ¿por qué no nací como hombre, ¡eh!? —Se enjuagó por última vez y dejó el cepillo en su lugar, luego tomó la toalla y se cubrió la boca con ella. Más tarde la cara y se permitió llorar en ella.

—Lo siento, no debí haberles dicho eso a tus padres.

Petra se limpió las lágrimas con la toalla llevándose también el agua que le había caído producto al arranque de su madre.

—No seas tonto, eso no me molestó —ella secó el agua de la cara de Rivaille con cuidado—. La verdad es que estoy muy feliz que lo hayas hecho —se rio—, ojalá obedezcan y no traten de volver, lo último que quiero es que este bebé tenga abuelos miserables.

—Qué raro.

—¿Mmm?

—¿No estás molesta por cómo les hablé? —Ella sonrió quitando la toalla y acariciándole el rostro con la mano.

—¿Molestarme por sentir por primera vez que alguien me defendía? —Susurró con una brillante sonrisa—, aunque hayan sido mis padres... no es como si en el pasado hubiésemos sido una gran familia feliz. Así que... esto ya se veía venir, no te preocupes.

Aunque eso había dicho ella, durante el todo tiempo que habían estado juntos Rivaille había aprendido a ver cuándo algo atormentaba a Petra, y el tema de sus padres siempre lo hacía, por lo que la tomó entre sus manos y la besó sin importarle que hasta hace unos minutos su estómago había resentido las emociones y la ensalada que Hanji técnicamente le obligó a ingerir.

...

Ambos bajaron de nuevo encontrándose con Eren, Armin y Erwin ayudando a las chicas a limpiar y lavar todo; las ancianas que usualmente estaban en casa había tenido el día libre y por ende ellos se habían organizado (o más bien, las chicas los habían obligado) para limpiar.

Hanji abrazó a Petra, Mikasa también, Annie simplemente la miró con calma mientras Erwin le ponía una mano en el hombro a Rivaille.

—Si los hace sentir mejor, todos los habríamos echado de aquí también —dijo Erwin siendo secundado por el resto.

Petra aún en brazos de Mikasa sonrió y dejó que Eren le tocase la cabeza, Armin le sonriese, Hanji la acariciase la panza y Rivaille la guiase hasta la sala nuevamente donde la sorprendió.

Tomó sus pies, les quitó las sandalias y los puso sobre la mesa importada de China.

—No te muevas de ahí —le dijo dándole el control del televisor de plasma yéndose a ayudar a los demás con la limpieza. Más tarde lo oyó reprender a Eren por su poco desempeño en tallar los platos; Petra se rio.

«Esta es tu familia, algo disfuncional pero... todos somos unidos aquí» le dijo a su barriga acariciándola sintiendo a su pequeño moverse.

—¡Demonios Jaeger, ¿a eso le llamas limpio?!

Mikasa se sentó a su lado junto Annie y Hanji.

—Nosotras cocinamos la mayor parte, a ellos les toca limpiar y guardar en el refrigerador lo que sobró para la cena —se rio Hanji subiendo los pies en la mesa, pero un trapo le cayó en el rostro.

—¡Tú no puedes subir los pies! —Le gritó Rivaille desde la cocina.

Hanji los bajó quitándose el trapo para ponerlo sobre la mesa, enfadada.

—Enano malhumorado —masculló—. Por cierto, Petra, ahora que estamos solitas y entre chicas, ¿por qué Levi está tan empeñado en hacerle la vida imposible a Eren?

Mikasa se acercó con las intenciones de oír una respuesta. Petra sonrió viéndola a ella.

—Es un hombre sobreprotector con los que quiere —se limitó a decir causándole una carcajada a Hanji y una mueca curiosa en Mikasa.

Cruzada de brazos, Annie sonrió de lado mientras en la cocina el tiránico maniaco de la limpieza, Rivaille, se ponía a dar órdenes.

—¡Ahí no! ¡Los platos van allá!

—¡Fíjate a quién le estás hablando, Ackerman! —Se oyó al Teniente Coronel Smith.

—¡A alguien que aparentemente no sabe que los platos no deben ir junto a las tazas!

Las mujeres se rieron turnándose para tocar la barriga de Petra, dos Sargentas y una Capitana. Definitivamente nadie podría creer que todas esas personas ahí estaban por Rivaille y Petra (próximamente) Ackerman.

Pero ella estaba feliz; ah sí, y dispuesta a no dormir en los próximos 10 años.

—Fin—

ᴄᴀᴘʀɪᴄʜᴏsᴏ ᴅᴇsᴛɪɴᴏ【 Rivetra Week 2017 | Ⅰ 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora