Tortuoso Amor

Capitulo 1

Frente a frente se encontraban ambos agotados y con las ropas destruidas. Una pelea callejera habían comenzado hace un buen rato atrás en un terreno en donde no había nadie ni nada más que ellos dos.

— ¿ocurre algo Bakugou? —dice el bicolor tratando de controlar su respiración— ¿no es que querías luchar conmigo?

No estaba del todo seguro de cuál había sido la causa para iniciar una pelea pero, pese a no tener idea del porque se inicio todo esto, este insistía en provocarlo y seguirle el juego sabiendo que no estaba en muy buenas condiciones como para recibir otra de sus explosiones.

— ¡Calla tú puta boca fenómeno! —el pelirrubio estaba muy malherido, no lograba sentir uno de sus brazos del cual caía un cálido líquido carmesí— ¿¡acaso crees que me rendiré!? ¡¡Piénsalo otra vez!!

El chico corre hacia él tratando de golpearle con el brazo izquierdo al mismo tiempo que intentaba esquivar los golpes contrarios. Todoroki ya no sabía cómo reaccionar, solo atacaba sin más.

— ¿cuando caerás? ¿No te cansas? —le gritaba mientras que con el pie hacia aparecer cerros de hielo frente a él.

Katsuki esquivaba lo más que podía pero su brazo inhabilitado le impedía moverse con velocidad. Luego de tanto esfuerzo, este no pudo más provocando que se encontrara de frente con un bloque el cual esquivó en último momento dándole en un costado haciendo que cayera al suelo.

— no permitiré que m-me derrotes...t-tú no...

Trata de colocarse en pie pero todos sus intentos fueron en vano. El pelirrubio queda arrodillado sujetando fuertemente su brazo malherido.

— ¿porque querías luchar conmigo? —pregunta el bicolor mientras se acerca apenas a su contrincante. No estaba en mejores condiciones que su compañero pero al menos aún lograba mantenerse en pie.

— no te hagas el desentendido maldito.

Bakugou se coloca de pie dando un solo paso antes de volver a desplomarse pero, antes de que tocara el suelo, el bicolor lo alcanza a sujetar con ambos brazos.

— s-suéltame infeliz! Te odio, te m-mataré, s-solo espe-...

Este no alcanzó a decir nada más ya que había caído completamente inconsciente en los brazos del contrario.

~• • •~

Era muy temprano por la mañana del día siguiente y Todoroki apenas podía moverse. Las heridas y golpes que había recibido el día de ayer habían sido más fuerte de lo que había pensado y su cuerpo ya no daba más.
Este se recuesta boca arriba mirando el techo con la vista perdida. Aún estaba confundido por lo qué había ocurrido; no lograba comprender porque había iniciado tal batalla.

El chico estaba inmerso en sus pensamientos hasta que alguien viene a golpear desenfrenadamente a su puerta.

— ya voy, esperen un momento.

Este se levanta adolorido y abre la puerta. Se sorprendió al encontrarse de frente con el chico de las explosiones que apenas se sostenía en sus dos piernas.

— ¿que haces aquí? Deberías estar descansando.

— ¿quien mierda me trajo de regreso y me curo? —dice entrando a la habitación, empujando levemente al contrario y cerrando la puerta tras el.

— ¿tú que crees? No tenía otra opción. Si pedía ayuda o te llevaba a la enfermería, abrían problemas y eso es lo último que quiero tener.

— deja de hacerte el chico bueno y perfecto. —agrega con la cabeza levantada y los puños y dientes apretados. Realmente estaba molesto— robándote la atención de todos en especial la del maldito Deku.

Le sobresaltó al escuchar el nombre del peliverde ¿que tenía que ver él en todo esto? Decidió guardar silencio y seguir escuchando lo que tenía que decir su compañero.

— es horroroso escuchar que en cada momento te mencione con una mirada brillante llena de fascinación. Saber que cada vez que está alegre y emocionado es porque está pensando en ti y no en... —chasquea la lengua, baja la mirada y cierra sus puños con más fuerza.

No pudo evitar sorprenderse, sentía que un enorme hueco se abría en su pecho. Bakugou le estaba diciendo que Midoriya estaba enamorado de él pero eso no fue el hecho que le afectó, si no el enterarse que el pelirrubio estaba enamorado del chico antes mencionado.

— Bakugou yo...

— ¿que? ¿Eh? —levanta la mirada y la clava en la del bicolor— ahora que sabes lo que siente por ti ¡ve y lánzate a él! ¿No es lo que querías desde un principio?

— no estoy enamorado de Midoriya. —suspira y se acerca lentamente hasta quedar bastante cerca el uno del otro— la persona que realmente me importa, para mi mala suerte, está interesada en otra. Y lo peor de esto —toma el mentón del otro con su mano y le mira fijamente— es que me lo acaba de restregar en la cara.

Sin más, este se acerca besándole levemente los labio. Solo hacía esto para que le creyera pero tenía bastante claro que en cualquier momento le llegaría un golpe en la cara.

— ¿¡qué haces!? ¡Suéltame! —le empuja fuertemente lanzándolo a la cama— ¡realmente eres un maldito dolor de cabeza!

El chico sale a grandes pasos de la habitación cerrando de portazo la puerta tras de él.
¿Que es lo que acababa de hacer? Era obvio que después de esto el pelirrubio no le volvería a mirar como antes, tal vez ni siquiera se voltearía a mirarlo.
Se sienta en el borde de la cama, apoya sus brazos en sus rodillas manteniendo por un momento la respiración para luego botarla en un enorme suspiro.

— Tenía una cara de asombro y rabia... ¿que haré ahora?

Se preguntaba el muchacho mientras se volvía a recostar pero esta vez sobre las sabanas. No estaba de ánimos siquiera para cubrirse nuevamente.