Tortuoso Amor

Capitulo 2

El sol de medio día se colaba por las ventanas del aula. Las horas pasaban con lentitud haciendo que la clase se hiciera eterna.
El bicolor apenas podía concentrarse, no lograba quitarse de la cabeza tantos pensamientos de lo que había ocurrido antes. Ahora ¿con qué cara miraría al chico después de haberlo besado y haber sido completamente rechazado?

— Todoroki kun ¿estás bien? —el muchacho de cabellera verde le habla sacándolo de sus pensamientos. Estaba tan inmerso en ellos que había olvidado completamente que estaba haciendo una actividad de clase con él.

— si, si. Es solo que no dormí lo suficiente anoche.

— ¿ocurrió algo? No es la típica distracción de cuando tienes sueño. —se acerca lentamente y coloca la palma de su mano en la cabeza del contrario— no te estarás enfermando ¿cierto?

— no Midoriya, estoy bien. Solo necesito descansar eso es todo. —toma la mano del contrario dejándola sobre la mesa con delicadeza.

Sentía una mirada sobre él proveniente de unos asientos más adelante. Al mirar de reojo pudo notar que se trataba de Bakugou que, apoyado de su mano, miraba atento hacia su dirección.
Estaba bastante seguro que al que miraba de esa manera era al peliverde que estaba junto a él.
¿Porqué se sentía así? No entendía muy bien por lo que estaba pasando, no estaba acostumbrado a lidiar con tantas emociones que siquiera terminaba de comprender cómo es debido.

~•••~

Las clases teóricas habían concluido y el bicolor necesitaba estar solo aunque sea por un momento antes de que empezaran con el arduo entrenamiento que les hacía pasar él maestro Aizawa.
Al subir a lo más alto de la escuela, toma asiento en el suelo bajando la mirada y escondiéndola entre sus piernas mientras que con la mano derecha se agarraba de la nuca.
«es horroroso escuchar que en cada momento te mencione con una mirada brillante llena de fascinación. Saber que cada vez que está alegre y emocionado es porque está pensando en ti y no en...» recordó con claridad aquellas palabras; era como si se las estuvieran repitiendo en ese mismo instante.

Luego de unos minutos, siente que alguien toma asiento junto a él. Ni se molestó en levantar el rostro para mirar quien era el sujeto a su lado.

— por favor, quiero estar solo si no es mucha molestia. —dice con un tono seco y un tanto alto para que se pudiera escuchar con más claridad.

— el lugar es libre así que si quiero me quedo. Además, necesito hablar contigo maldito bicolor.

Ese tono tan agresivo y a la vez calmado además de su vocabulario era casi imposible no reconocerlo; Levanta la mirada encontrándose con el pelirrubio que estaba sentado a una muy leve distancia.

— ¿de que quieres hablar?

— ha, De que no. —hace una leve y rápida carcajada mirando hacia el frente— tengo muchas dudas y más te vale responderme imbécil.

— agresivo igual que siempre.

— igual te gusto.

— y directo también... —suelta un suspiro con la cabeza gacha la cual unos segundos después levanta dirigiendo su vista al muchacho— ¿que era lo querías?

— ¿porque mierda te gusto?

— y qué pasaría si yo te pregunto ¿porque te gusta Midoriya?

— que te importa, basura —chasquea la lengua mientras mira hacia otro lado— yo dije que te haría las preguntas así que solo responde.

— yo también tengo curiosidad. Midoriya me contó que él te admiraba y siempre te halagaba pero tú solo insistías en golpearlo y humillarlo.

— maldito infeliz. —aprieta su mandíbula molesto— es algo difícil de explicar porque ni yo lo entiendo...solo aparecieron esas estúpidas cosas y, bueno... —sus puños estaban blancos por la fuerza con la que los apretaba. Estaba tan confundido y nervioso que siquiera podía completar sus palabras.

— tú mismo té respondiste a la pregunta que me habías hecho.

— ¿¡eh!? Serás un... quiero escucharlo de tu boca, ¡Necesito saber el porque alguien como tú se fijaría en mí! ¡No termino de entenderlo! —casi sin darse cuenta, ya estaba gritando. Tanta cosa en la cabeza no lo tenían nada bien.

— ¿a que te refieres con eso?

— en si, me sorprendería que alguien se fijara en mí. Por favor ¡solo mírame! Soy un cretino con un horrible mal genio que solo sabe gritar y go-...

Se detiene de golpe al escuchar todo lo que estaba diciendo. ¿Porque estaba actuando de ese modo? Se sentía algo extraño al estar cerca del bicolor y eso le molestaba demasiado.

— Bakugou...

— mierda mierda mierda mierda ¡mierda! —se coloca rápidamente de pie y comienza a caminar hacia la puerta— solo ¡no vuelvas a hablarme maldito!

— ¡espera, Bakugou!

Se coloca de pie lo más rápido posible pero no fue lo suficiente, el chico había cerrado la puerta con fuerza justo en las narices de Todoroki. Todo había quedado en completo silencio, lo único que se escuchaba y cada vez menos, eran los pasos que daba Katsuki al correr escaleras abajo.

— ¿que fue todo eso? —se toma la cabeza con una mano, sorprendido.

Nunca había visto al explosivo actuar de aquella manera y realmente le sorprendió esa actitud tan repentina siendo que había llegado con total tranquilidad.

El sonido de la campana para iniciar un nuevo periodo, lo saca de su shock dando un gran suspiro molesto para luego abrir la puerta con fuerza y bajar las escaleras en dirección a su respectiva clase.
Necesitaba tiempo y un lugar tranquilo para pensar las cosas pero estando en la escuela, eso se veía casi imposible.