La gran ciudad

La cita

Marcos sin pensarlo se fue corriendo tras ella, le toco el hombro y sin decir nada rápidamente le tapo los ojos, Beatriz empezó a decir quien eres de una forma descontrolada pero nadie le contestaba.

Entonces ella empezó a oler ese perfume que tanto le recordaba a él, a sentir sus manos frías en sus ojos de manera incontrolada chilló su nombre. Una vez dicho su nombre retiró las manos y esperó que se diera la vuelta para que le viera.

Pero en cambió ella no sabia si girarse o no pero minutos después se giró de forma lenta pero sin pararse. Cuando sus miradas chocaron una vez más no podían quitarse la vista de encima.

Ella tenía una mirada tierna y dulce con un toqué de inocencia en cambio él tenia la mirada tentadora a más no poder como de esas que consigue lo que quiere pero ambas mirada se pierden en un profundo océano.

Pasaron unos minutos de silencio hasta que ella se decidiera hablar, entonces habló diciéndole estas palabras ¿Qué es lo que quieres Marcos?, ¿Qué has venido a buscar aquí?.

Marcos sin pensarlo ni un momento se apresuró y le dijo:

-  Quiero esa cita que me prometiste desde la última vez que te vi.

-  He venido a buscarte para que me la dieras.

Ella le contestó con un silencio de por medio diciéndole:

-  Marcos tú y yo nunca llegaremos a ser nada, así que de esa forma ella se dio la vuelta y no esperó una la contestación de Marcos.

Beatriz se fue pensando en lo que había pasado anteriormente, quizás no se diera cuenta que dejó escapar una vez más a  su amor verdadero, la persona que iba a compartir una el resto de su vida, o a lo mejor ella no sabia lo que es un amor de verdadero de esos que duran para toda la vida.

Marcos por otro lado también se fue pensando en lo que había pasado, para él había sido un fracaso no ver conseguido esa cita, en todo el camino no dijo ni una palabras a sus amigos, mientras tanto ellos se reían y le preguntaba pero al parecer el silencio mandaba más que el amor.

Cuando los dos llegaron a su casa empezaron a darle vuelta a la cabeza tirados en la cama con el móvil al lado esperando una señal, Beatriz pensaba que hubiera pasado si habría dicho que si a la cita en cambio Marcos pensaba por qué no habría aceptaba esa cita.

Una vez más ambos habían fracasado y no pudieron tener esa cita con la que tanto soñaba Marcos y con la que tanto rechazaba Beatriz.