Ella era hermosa.
En sus ojos,
no había nada más ineludible que su escencia pura.Tan presente como la lluvia,
tan necesaria como el viento,
era la estrella más bella
que de todo el cielo,
me daba abrigamiento.Sus labios rojos como petalos de rosa,
su perfume inconfundible llenaba la atmósfera de un aroma fragante,
y su melena descompuesta la hacia verse totalmente perfecta.Sus ojos color café,
siempre eran mis favoritos,
eran los más bonitos.Ella sabía besar, ella sabía amar.
Ante mis miedos,
ella era mi armadura, y tambien era ella,
la que me hacia perder la cordura.Ella era la mujer que me daba aliento,
ella era la que hacía volar a los cuarto vientos.
Entonces me pregunté,
¿Cómo no darlo todo por ti?
Si desde que te vi,
yo, me enamore de ti.