Emily Potter. (Severus Snape).

Capítulo 13: Primera navidad sola.

A pesar de haber arreglado las cosas con Charlie, y aceptar su partida, había decidido no volver al equipo de Quidditch hasta el año siguiente, ya que entonces tendría un poco más de tiempo que dedicarle. Lo cual provocó que la relación con el pelirrojo fuera eventualmente distanciándose. Él ocupado estudiando para los EXTASIS, cumpliendo sus deberes como premio anual y capitán del equipo de Quidditch de Gryffindor mientras ella estaba más concentrada que nunca en sus tutorías con Snape.

Había intentado el resto de diciembre buscar algo para mejorar la poción matalobos, pero nada de lo que encontraba le servía. Sin contar que Severus apenas le ayudaba con esto, asegurándole que cuando encontrara un libro útil que le sirviera se lo haría saber.

— Podría darme acceso a la zona prohibida de la biblioteca— se animó a comentar otra vez cansada de no encontrar algo útil, pero este le ignoró rotundamente. Al haber tenido aquella conversación en más de una ocasión.

— Si hubiera algo útil allí ya se lo hubiera dado— repitió casi monótonamente antes de alzar la mirada inexpresiva que lo caracterizaba—. ¿Podría terminar de irse y darme el gusto de no volver a verla por las siguientes tres semanas? —preguntó cansándose de su insistencia.

— Solo por eso me quedaré en vacaciones— soltó sonriendo con orgullo mientras se sentaba en la silla delante de su escritorio. Provocando que el pelinegro se preguntara internamente en que momento le había dado tanta confianza a Potter—. ¿Acaso no es algo genial?

— Por favor dígame que no habla en serio— exclamó antes de negar—. Si quiere quedarse aquí es su problema, pero ni crea que me encontrará en el colegio para continuar molestándome.

— ¿Tiene algún lugar a donde ir en vacaciones? —preguntó con curiosidad, terminando de acabar con la poca paciencia del pocionista.

— ¡Largo Potter! —le gritó haciéndola reír antes de casi salir corriendo de allí, podía bromear todo lo que quisiera, pero hasta ella sabía que cuando la echaba era mejor irse para que no tomara reprimendas contra ella o peor contra los puntos de su casa.

Sin poder reír caminó de vuelta a su sala común en donde todos se estaba alistando para irse al día siguiente de vacaciones con su familia. Por lo que fue extraño ver a Charlie allí hablando con Percy y los gemelos, hasta que la divisó, le sonrió y caminó con sus hermanos hasta donde ella.

— La única persona que sale riendo de las clases con Snape eres tú— comentó Fred al ver a la castaña con notable ánimos.

— Si dejaran de intentar hacer volar sus calderos apropósito en sus clases estoy segura que les iría mejor con Snape— les regañó en medio de una broma haciéndolo reír a los pelirrojos.

— No olvides que estás hablando con defensora de Snape— le recordó Charles sin dejar de reír, sin hacerle gracia a los gemelos—. ¿En serio vas a quedarte en vacaciones?

— Mamá dice que eres bienvenida si quieres venir con nosotros— comentó Percy sonriéndole de lado, al saber que Emily se quedaría en el colegio porque Remus no había podido tomar vacaciones en su nuevo trabajo en Rusia.

— Papá no me dejó ir— mintió con rapidez, ya que le incomodaba un poco la idea de pasar tres semanas en aquella casa bajo el mismo techo que Charlie. No quería apegarse aún más a este sabiendo que en pocos meses se iría por tres largos años.

— Es una lástima, te escribiremos en cuanto lleguemos— le aseguró Charlie antes de abrazarla, provocando una mueca de desagrado de parte de sus hermanos gemelos.

El día siguiente, Emily se permitió levantarse tarde para no tener ver a sus compañeros felices yéndose a sus casas. Aquella sería la primera navidad que pasaría lejos de Remus, y no quería bajar a la sala común y recordarlo. Por ello se había despedido de los Weasley la noche antes...