Capítulo 37: Mortífago.

11.8K 933 382
                                    

La mezcla de emociones que sentía Emily en aquel momento eran tantas que no pudo reaccionar por algunos minutos, solo observaba aquella marca que alguna vez sabía que había sido oscura, pero que ahora apenas se podía percibir. Aquella sola marca significaba tantas cosas para ella, que tuvo que contenerse de salir corriendo furiosa de allí.

Sabía que debía haber alguna explicación para ello. Una razón por la cual Severus había servido en alguna ocasión a Voldemort, y estaba seguro de ello, ya que él al contrario de muchos mortífagos no estaba en Azkaban y trabajaba para Dumbledore. Creía conocerlo, desesperadamente necesitaba creerlo.

Aquel hombre que moriría por ella no podía ser solo un vil mortífago...

— Emily...—la llamó destrozado al ver que ni siquiera reaccionaba. Estaba preparado para que saliera corriendo, que lo insultara o llorara pero no para que no dijera nada.

— Por favor dime que tienes una muy buena explicación para esto— exigió negando antes de mirarlo a los ojos—. Porque me niego a creer que eres un asesino...

— Era joven...

— No me des esa excusa barata— lo interrumpió de golpe con algo de rabia que no podía ocultar, no solo porque Voldemort asesinó a James, sino por el infierno que Remus le contó que había vivido el mundo mágico cuando aquel mago tenebroso estaba vivo—. Estás aquí y no en Azkaban, es la única razón por la cual no me he ido y en cambio te pido una explicación...

— Me volví al lado de Dumbledore antes de que Voldemort desapareciera— dijo sin dar rodeos, sabía que ella quería que fuera directo—. Él me defendió para que no fuera a Azkaban.

— Eso explica algo...—mencionó sin aminorar su rabia—. Pero antes, antes le servías, eras un vil mortífago...

— Sí, sé que lo que hice en el pasado no tiene excusa, pero...—dijo intentando no mostrar debilidad ante ella, para que no le tuviera lastima, pero no pudo decir nada más al ver como ella negaba furiosa.

— Me tengo ir— solo pudo decir mientras negaba antes de caminar hacia la puerta. Aunque no pudo avanzar mucho dado que él la detuvo agarrando su brazo.

— Por favor Emy, dijiste que me amabas...—casi suplicó sin poder aceptar perderla, al menos no de esa manera.

— Por eso es por lo que no he salido corriendo desde que vi esa cosa en tu brazo— soltó con rabia, aunque tenía una mezcla de emociones, al no querer dañarlo, pero tampoco podía aceptar lo que era así de fácil—. Solo necesito tiempo para pensar, ahora estoy cansada, y con miles de preguntas...

— Puedo contestarlas todas, dime que quieres saber y lo sabrás— le dijo bajando todas sus barreras con ella con tal de no perderla, mientras ella le miraba con dudas de irse o preguntarle lo que necesitaba.

— Bien, ¿Por qué te uniste a Voldemort? —preguntó soltándose de su agarre para marcar una distancia entre los dos.

— Era solo un chico tonto, quería poder... odiaba a los muggles gracias a mi padre...—comenzó respondiendo sin saber bien por dónde empezar—. Cuando estudiaba aquí tenía amigos sangres puras, cuyos padres eran mortífagos, creí que ellos me darían lo que necesitaba para ser fuerte...

— ¿Fuerte para qué? —preguntó sin entenderle antes de recordar lo que sabía sobre su infancia y adolescencia. Un padre abusador, una vida llena de humillaciones gracias en parte a los merodeadores, no lo justificaba, pero entendía sus razones—. Esa no es una excusa...

— Lo sé— coincidió dando un paso hacia ella—. Hice cosas terribles, las cuales me perseguirán hasta la tumba, pero me arrepiento de cada una de ellas...

Emily Potter. (Severus Snape).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora