Emily Potter. (Severus Snape).

Capítulo 64: ¿Virus estomacal?

La mañana siguiente la joven Potter despertó totalmente como nueva, como si hubiera estado el día anterior con fiebre, aunque seguía con algunos malestares que supuso que se irían luego. Por lo que no le comentó nada a Severus, para que no la hiciera volver a la cama.

Una vez cambiada y lista, lo primero que hizo fue buscar a Harry en la enfermería, pero este ya no se encontraba allí, dado que al parecer había despertado la noche anterior y se había ido temprano en la mañana. Y en efecto logró encontrarlo en el gran comedor hablando con sus amigos, y el equipo de quidditch. Estos apenas equipararon en su presencia hasta que se sentó con ellos, y estos le contaron lo sucedido el día anterior.

Desde que apenas habían perdido el juego por cincuenta puntos, gracias a que Diggory había atrapado la snitch poco después de Harry caer, hasta como la escoba de su sobrino se había hecho trizas al caer en el sauce boxeador.

— Te compraré una en navidad, debo pasar primero por Gringotts, y ahora que no salgo del castillo debo esperar a vacaciones— le consoló la castaña mientras desayunaba—. O podría decirle a Remus que vaya por mí, aunque dudo que quiera que juegues luego como terminó el partido...

— ¿No tienes dinero guardado? —preguntó el niño que vivió con curiosidad antes de ella negar.

— He gastado casi todo cuando salgó no te preocupes, no nos toca jugar hasta el trimestre siguiente—respondió comiendo con suma rapidez para no llegar tarde a su primera clase ese lunes. Dado que había perdido mucho tiempo en ir a la enfermería, hablar con Pomfrey y volver al comedor.

Sin embargo, en medio del segundo piso se desvió corriendo hacia el baño de chicas para devolver todo lo que había comido esa mañana en el retrete más cercano. Una vez que se aseguró de no tener nada más que vomitar, se levantó a lavarse en lavado más cercano sin prestarle atención a aquello. Dado que no era ni la primera ni la última vez que algo le hacía daño, sobre todo cuando comía tan rápido sin casi equiparar en masticar bien.

Aunque supo que no estaba bien según transcurrió el día, y volvió a vomitar después de la comida, y comenzaba a tenerle nauseas a solo verla, lo cual le preocupó un poco. Pero no lo demostró. Se mantenido tranquila durante la cena, limitándose a tomar líquidos, y solo había vomitado en el baño del segundo piso, al cual nadie iba.

El resto de aquella semana se mantuvo comiendo lo necesario, pero sobre todo líquidos para no terminar deshidratada al terminar devolviendo todo en retrete del segundo piso. Para no llamar la atención, dado que las sospechas que tenía eran obvias, pero hasta que no estuviera segura no quería que nadie se enterara. Sobre todo, Severus quien si normalmente la sobreprotegía ahora la tendría casi todo el día encerrada dejándola solo ir a sus clases.

Solo tenía dos maneras de poder comprobar su estado. La primera era con un examen mágico, pero necesitaba ser realizada un mes después de último período, lo que significaba que tendría que esperar tres semanas, y eso era demasiado para ella. Por lo que optó con un examen muggle, a pesar de que tendría el problema que necesitaba salir para poder ir a una clínica. Quedándole la única opción de hablar con Dumbledore para un permiso ese fin de semana.

— ¿No les ha dicho nada a Severus? —preguntó el director al terminar de escucharla.

— No— respondió sin dar explicaciones—. ¿Me va a dejar salir o no? —preguntó de nuevo.

— ¿Por qué no se lo has dicho?, estoy seguro de que te acompañará con gusto, de hecho, se alegraría mucho de ser padre— respondió el director con curiosidad antes de ella negar.

— No quiero ilusionarlo y tenerlo súper protector a mi alrededor— explicó con brevedad—. Solo serán un par de horas, si pregunta por mí dile que salí al ministerio por un asunto urgente...