Notaba el viento nocturno sobre mi piel. El pueblo al que íbamos estaba algo lejos de la ciudad, lo suficiente para tardar unas cuantas horas en llegar. Yo estuve intentando dormirme durante una hora pero no me sentía cómoda durmiendo en el asiento de un coche.
–Podrías haberte comprado un coche más cómodo, o directamente una autocaravana–dije acomodandome en mi asiento o por lo menos intentándolo
–Mi sueldo no me da para más
–Cantas bien, y no fumas. Podrías...–él me interrumpió
–Me han dicho que socializas, hermanita–dijo Eiji con tono burlón–¿No querrás acostarte con ella?
–¿Hablas de Alessia? Me ha dado curiosidad
–Es como tu cuando empezabas, solo que mas inocente. Con lo depravada que eres...
–Yo depravada...–dije como si me sorprendiera
–¿Recuerdas a Fiona?–me preguntó e inmediatamente sonreí
–Entonces podría llamarte a ti también depravado y pervertido. Aquel fue un trió increíble, deberíamos repetir.
–No sigas por ese camino–dijo entre risas–De momento no estoy interesado en nada de eso
–¿Has tomado el voto de celibato?–pregunté sarcásticamente
–No es eso, solo que yo no soy capaz de hacer lo que hacéis papa y tu.
–No puede ser que seas de esa gente que solo quiere sentar la cabeza ¿Sabes que le dije en el concurso a mi ex?–su silencio parecía decir que quería que se lo contase–Le dije que no esperaba que viniera, que pensaba que se la estaría mamando a algún director de orquesta.
–¿Le dijiste eso en serio?–preguntó sorprendido
–Si, y luego ella me llamó niña mimada y consentida así que no pasa nada, Eiji–dije eso último intentando evitar un sermón, aunque no funcionó, desde que mamá se alejó de nosotros, se ha hecho responsable de darme los sermones
–Desde que mamá y papá se separaron y desde lo del conservatorio ya no eres la misma. Debí quedarme contigo, no debería haberme independizado. Te has convertido en una busca problemas. Yo era él problemático, el que se metía en peleas por ti, el que daba y recibía puñetazos. Si te esforzaras en ser un poco amable, no tendrías tantos enemigos.
–¿Amable, dices? Como tu sabes son elitistas, me ven como un ser inferior. Una joven ciega que los supera a todos, no se puede ser amable y poner la otra mejilla. Muchos deben desearme lo peor, y lo se pero no voy a cambiar de actitud.
–No hablo de que te conviertas en una santa, pero intenta mejorar tu actitud. Ser menos...–se calló de repente
–Eiji, ¿que pasa?–seguía sin responder, y sentí como desaceleraba el coche–Eiji, dime que estás viendo
–Yo... No pasa nada, necesito dormir eso es todo–el coche volvía a moverse a una velocidad normal
–Menuda tontería, ¿que has visto? O crees que mágicamente me voy a volver vidente
–Por eso vine horas antes de terminar el concurso, esta mierda de noche no es recomendable.
–Podrías haber venido al concurso a verme–dije molesta
–No se porque papá no te para los pies y te prohíbe seguir asistiendo a concursos. Sabes que vas a ganar y has hecho más de los necesarios
–Hermana, yo... Es complicado, ¿vale? Tu sabes muy bien lo que he pasado quedar siempre por encima es una forma de decirme que he superado a esas personas que antes se metían conmigo.
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Violinista Invidente
FantasyDesde la lejanía yo podía ver las piezas del tablero moverse, como aquel pobre ser, vilipendiado por sus compatriotas, preparaba el principio de mi juego. Todo gracias a la Luna, no el astro de los débiles terráqueos, sino la divinidad así llamada...