Capítulo 19

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Sooyeon gimió en el momento su dedo se astilló, deteniendo su trabajo manual y metiendose el dedo en su boca. Su cuerpo se encontraba exhausto, ni siquiera había sido una hora desde que empezó a trabajar y estaba lista para dejar todo y volver a la cama.

Sus ojos dieron hacia la ventana, fijándose en cómo era que Dásos se encontraba en un punto intermedio, sin mucho movimiento, o eso creyó hasta que escuchó voces y voces viniendo desde la parte posterior de su choza, confundiéndola. Se levantó con un suspiro, esperaba que fuera Yuri con el dichoso chico, no obstante, tan rápido como identificó las voces, fue suficiente como para que todas sus extremidades se tensaran y entonces, el pánico recorriendo todo su cuerpo.

No es como que me encante estar aquí, de todos modos. —Sooyeon abrió los ojos y casi tropieza en el momento que se escabulló hacia la ventana siguiente, por donde podía ver mejor ese recorrido principal. Sacó poco a poco su cabeza, intentando no hacer ningún ruido que la delatase y, al ver a todo ese conjunto de Hecks alrededor de esas especiales, maldijo—. La Casa Blanca necesita descansar de nosotras un poco y nunca nos hace daño el pasearnos por Dásos, somos las dueñas, además.

—Oh no... —Sooyeon apretó los dientes—. No, no, no —miró hacia la puerta, esperando a que mágicamente ese par que se había ido minutos antes regresara lo antes posible.

También ha habido un extraño cambio de energía en Dásos. Es como si hubiera algo fuera de lugar —continuó la chica afuera, quien ya estaba pasando por arriba de la cabeza de Sooyeon detrás de la pared—. Debemos investigar qué sucede. Ya se han enviado varias chicas al punto muerto por si acaso. Y... —De un momento a otro la mujer se detuvo, justo enfrente de la ventana.

Sooyeon trató de ni siquiera respirar.

Y, ¿por qué no? Debería darle una visita a mi hermanita.

—Demonios —Sooyeon pataleó en el aire—. Krystal.

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Baekhyun estaba entre llorar, enojarse o reírse a carcajadas.

—Cállate, estúpido —granzó con fuerza Minseok mientras lo alejaba lo más posible de la puerta. Trató de que Baekhyun se metiera en uno de los cubículos, pero éste estaba demasiado estupefacto con su lucha interna de emociones—. Me caes bien, no es que te odie, pero ya pasé un mal rato usando este vestido, así que es mejor que te calles y que no hagas ni un sólo ruido hasta que Namjoon se asegure de que esté libre el área —le informó deprisa, en un susurro, mientras callaba su boca con la palma de la mano.

Recapitulando: Baekhyun estaba en Dásos, se había entregado a la boca del lobo él mismo al seguir a toda una horda de Hecks. Tuvo que depender de Yuri a quien, si le soltaba la mano, entonces podría darse por muerto. Y entonces, llegó Sooyeon, una ex princesa de la Casa Blanca, ese lugar resplandeciente que está en la punta de toda esa vegetación y estructuración hacia arriba. Pudo convencerla —en realidad Yuri lo hizo— de que era buena gente y entonces podría ayudarlo a salir de allí sin que nadie se diera cuenta. Pero luego, cuando esa bruja se enteró de que era el compañero de Chanyeol, firmó la acta de 'te odio mucho por ser amigo de mi enemigo' y el pequeño secreto de Baekhyun estaba en la cuerda floja, rematando con el hecho de que había sacado a la luz cosas que no debió hacer en relación a Chanyeol y su pasado. En conflicto, Baekhyun tuvo que airearse, confundido por el secreto de su corazón, chantajeó a Yuri para que le echara esos polvos mágicos que le hacía durar poco tiempo cubierto, sin la necesidad de tocarla. Entonces, fue al baño y se limpió el rostro, y luego...

—Oh por Dios.

—¡Deja de repetir eso! —regañó Minseok por quinta vez, ahora con un pequeño golpe en la espinilla de regalo.

Touched With FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora