Cap 2

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Después de ese pequeño receso, nos fuimos a Arte, me senté frente a uno de los caballetes y deje mi mochila en el suelo, no sin antes sacar mi lápiz y mi cartuchera.

La profesora entró, con un vestido de colores hasta los talones, su cabello castaño y enrulado lo tenía atado en una coleta y llevaba tacones. Sus ojos eran tan lindos y reflejaban paz y tranquilidad.

—Buenos días alumnos—dijo entrando y dejó su cartera en el suelo como siempre, ella tan despreocupada y simple.

Quien diría que la directora fuera tan despreocupada.

Se colocó en el medio del salón, nosotros estábamos a su alrededor.

—Muchachos, les enviare a hacer un trabajo muy especial, todos tenemos un modelo a seguir o alguien a quien admiramos, bueno en este caso, quiero que me cuenten cuál de todos los profesores que ustedes han tenido este último año es su modelo a seguir, quiero que me averigüen cómo es él o ella, que le gustaba que no, si le gusta tal cosa o no ¿Entienden?

Todos asentimos sin mencionar palabra.

—Bueno, cuando averigüen todo eso quiero que lo expresen en un dibujo o retrato de aquella persona, esto será un 65% de su calificación final, esfuércense— dijo para terminar el discurso.

Era una tarea interesante y algo extraña pero me gusto.

Caro—¿Quien es tu modelo a seguir?—preguntó Ana sentada al frente mío en una de las mesas de la cafetería.

En mi bandeja tenia una porción de pizza, un jugo chico y una manzana roja, nuevamente.

—No sé la profesora Castro, tal vez —dije mordiendo un pedazo de pizza.

—Que raro—dijo Ana ,mordiendo su pizza.

—¿Que?—pregunte.

—Nada—dijo desviando su vista a la mía.

Me quede viéndola, ella odiaba que haga eso y para que diga algo que no quería decir lo hacía.

—Ya deja de mirarme—dijo algo enojada.

—Dime—ordene.

—Es que me parece raro que no vayas a elegir al profesor Bernasconi —dijo y tomó un sorbo de jugo.

Nos quedamos en silencio, no le respondí porque a mi también me parecía algo raro pero en ese momento no se me cruzó por la cabeza el Profesor Bernasconi.

En eso Ana se atraganta con un poco de jugo y escupe todo, haciéndome reír a carcajadas. Me fulmino con la mirada y se secó con la servilleta.

—¿Que te paso?—pregunte aun riéndome.

—Tuve una gran idea—dijo agarrándome de la mano.

—¿Que?—pregunte poniéndome seria, había veces que las ideas de Ana no eran tan buenas.

—Escoge el profesor Bernasconi, no me has dicho una vez que te gustaría conocerlo un poco más, esta es tu oportunidad, acércate a él con la excusa del trabajo, enamorarlo y vive feliz con él—dijo Ana y yo me quede viéndola con la boca abierta.

—¿Que estas diciendo? Como un hombre de 23 años, adulto se va a fijar en una chica de 17 años como yo, no tengo nada de atractivo para dar y además al estar cerca suyo me pongo nerviosa y empiezo a tartamudear—dije levantándome del asiento donde estaba comenzando a caminar dejando a Ana atrás.

—Vamos Caro, aunque sea prueba, si esto no sale bien y no logras enamorarlo listo se acaba todo y puedes hacer tu trabajo de la profesora Castro—dijo haciendo un puchero.

—Sabes lo que siento por él y si me rechaza creo que no podré aguantarlo.

—Y ahí voy a estar yo para prestarte mi hombro para que llores y dándote muchos pañuelos descartables—dijo ella y yo la miré. Respire hondo y dije.

—Esta bien lo haré.

—Genial—dijo con una sonrisa en su rostro.

Mordí mi labio pensando ¿Esto estaba bien? ¿Estaba bien lo que haría? ¿O era una completa locura?

Busque el aula 22, hay se encontraba el profesor Bernasconi, después del almuerzo, me informaron que estaba solo ya que los alumnos se habían fugado, mala idea ya que recibiría una sanción, en fin, me encamine al aula, me detuve en frente a la puerta y toque tres veces con mis nudillos.

—Adelante—escuche la voz del profesor detrás de la puerta, trague saliva y entre.

—Permiso—pedí al entrar, el profesor Bernasconi levantó la vista de las hojas y me miró.

—Señorita Kopelioff, ¿Qué ocurre?—preguntó sacándose sus anteojos. Entre y cerré la puerta atrás mío.

—¿Puedo hablar un momento?—pregunté mientras me acercaba al escritorio y me colocaba al frente de este.

—Claro, ¿Que sucede?—pregunto entrelazando las manos sobre el escritorio.

Trague saliva y respiré hondo, de donde no tenía, tome valor y comencé a hablar.

—La profesora, nos dio un trabajo práctico que hay que entregar en un mes —trague saliva nuevamente.—La tarea consiste en conocer un poco más a nuestro modelo a seguir de profesores.

Los atletas eligieron al profesor de fútbol , las porristas a la profesora de gimnasia y algunas eligieron a la profesora de arte por conseguir más nota —pare un momento, los ojos del profesor que me miraban detenidamente me desconcertaba.

—No entiendo, ¿A qué quiere llegar?—dijo algo desconcertado.

—Usted es mi modelo a seguir—dije dejando escapar el aire que tenía en mis pulmones.

—Wow—dijo sorprendido—Me alagas Caro de verdad—dijo con media sonrisa en su rostro.

Mordí mi labio inferior, su sonrisa me derretía mucho.

—¿Y qué necesitas, dijo para tu trabajo?—preguntó poniéndose derecho en la silla.

—Necesito saber cosas de usted, conocerlo un poco más después hacer un retrato y entregárselo a la profesora con todo lo que supe de usted—le explique.

El me miró, después se apoyó en el respaldo de su silla y colocó un dedo sobre sus labios, como pensando.

—Mira puedo darte mi dirección—dijo agarrando un papel y escribiendo en el.

—Hoy en la tarde no puedo, mañana es sábado así que tampoco, todo el fin de semana estaré fuera, así que ¿Puedes el Lunes?—pregunto mirándome.

Lo mire directo a los ojos y asentí con la cabeza, sentía que la baba se me caería de la boca

—Perfecto—dijo estirándome el papel, lo agarre y lo guarde en mi bolsillo de mi chaqueta de jean - A las 3 de la tarde en mi casa ¿Esta bien?

—Claro—dije con una pequeña sonrisa—Gracias por su ayuda—dije agachando la cabeza.

—No, por nada, es un placer ayudar a mis alumnos y más a mi alumna favorita —dijo con una sonrisa. "Su alumna favorita" por Dios, mordí mi labio inferior nerviosa, asentí y camine a la puerta, me detuve frente a ella y me gire.

—Gracias profesor

El me miró y sonrió. Salí del aula y cerré la puerta detrás de mí.

Saque el papel de mi bolsillo y lo acerque a mi pecho, mi corazón latía rápidamente, "Su alumna favorita" una estúpida sonrisa se me hizo presente en mi rostro, mordí mi labio, vivía mordiéndome el labio por nerviosismo y comencé a caminar rumbo a la salida, ya que casi terminaba la hora y debíamos volver a casa.

Mi Alumna Favorita Aguslina ||Completa //EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora