One-Shots RiLen

Hey, hey.

Mi celular sonó.

— ¿diga? — pregunté.

Esperé un rato pero nadie contestaba, desde hace meses que es así.

No quería más esta sensación de miedo en mí, así que colgué.

Llaman de teléfonos públicos y nadie se digna en pronunciar algo.

Todo esto me está estresando   demasiado, muchas veces siento que alguien me sigue en las calles.

Mis amigos dicen que es por estrés el que me sienta observada.

Pero yo creo que es algo más que eso.

Desde hace tiempo todas las mañanas, en el instituto, mi pupitre tiene cartas de un "Admirador ", lo que me preocupa es que sabe cosas que nadie más.

Hace un mes vi que alguien me observaba por la ventana de la cocina mientras que yo lavaba trastes, ya era de noche como para que alguien estuviera en la calle.

Hace unas semanas me dirigía a la escuela y un tipo con capucha topo conmigo y cuando se disculpó utilizó mi nombre, le pregunte si lo conocía pero solo se fue corriendo.

Hace dos noches podría jurar que en la ventana de mi habitación, mientras me cambiaba, vi la silueta de un hombre.

No quiero decirle nada a mamá, tiene muchos problemas como para preocuparse por mí.

Papá se la pasa trabajando y solo llega de noche así que no quiero molestarle.

Lo único que me queda es el decir "todo está bien" cada vez que me preguntan.

-se supone que Gumi me invitó a una cita en grupo con chicos del instituto-

Al salir del instituto me dirigí a casa lo más rápido posible, ya no quiero esta sensación de miedo en mí.

Es todo lo que pienso.

Pero ¿por qué a mí?

¿Que hice?

Al llegar a casa me duche y cambie.

-acordamos de vernos frente a "iruken" la tienda de cómics. Aunque yo realmente quería ir a "Hirana" la tienda de mangas-

Salí de casa poniendo el pestillo, lo ultimo que quiero es que alguien se meta a esta.

Me dirigí al centro comercial.

Ahí estaba ella, algo raro ya que usualmente tarda siglos en llegar.

— ¿viste? ¿Viste? ¡Llegue temprano! ¡Woa! Me siento genial.

—  No deberías, va a llover por tu culpa

— claro — rodó los ojos y me jaló del brazo, le encanta hacer eso.

— ¿a donde vamos?

— dije que era una cita en grupo, ¡ya sabes para conocer chicos !

— ah cierto.

Llegamos a un restaurante tipo Burguer King y nos dirigimos a una mesa donde habían  3 chicas y 5 chicos.

Supongo que uno para cada uno.

Gumi llegó como siempre saludando a todos.

Sorprendiéndose al ver a su eterno rival, aquel que siempre le ganaba en deportes, en la actitud y en las chicas que puede tener, como era costumbre le reclamó.

Y se sentó, yo salude con una reverencia e igualmente me senté frente a un chico castaño con un suéter café grande.

—¡Muy bien! — comenzó Yukari. — ¿quien empieza?