No Todas Las Historias Tienen Un Final Feliz

"Sal de aquí, ahora!"

Abrí la puerta, no estaba nada alegre al ver a aquella persona después de lo que hizo. Claro esa persona no cambió en nada o tal vez sí, pero no era nada sorprendente, todos sabríamos que lo iba a hacer tarde o temprano.

-Qué haces aquí padre? Y quién es ella?- dije con los brazos cruzados, a su lado había una señora, realmente linda, parecía modelo, pero honestamente está operada hasta no poder más, era güera, ojos verdes, piel blanca, delgada, como cualquier estereotipo se podría decir. Mi padre era mayor que la señora, ella tenía unos 34 años y mi padre 45 años, demasiado joven era la señora. 

Ella me abrazó y me dijo -Tranquilo hijo, tu madre ya no está aquí y fue por algo, tenía que morir algún día, no debía tardar-

Lo último que dijo la señora me molestó demasiado, yo inmediatamente me separé de ella aventándola. -Le sucede algo? No tiene derecho a decir eso sobre mi madre, ni que usted sea mejor que ella. Y no vuelva a llamarme hijo, usted solo será una desconocida para mí- grité con demasiado enojo.

Mi padre me miró serio y me forzó a callarme, la señora solo se quedó sorprendida y a lado de mi padre como lo hacen los niños pequeños, cuando se esconden detrás de los adultos para que estos sean su escudo y los demás no puedan hacerle daño. Miraba a la señora con mucho odio, al igual que ella a mi. Mi padre entro sin pregunta a mi casa, paso a mi lado con un leve empujón de su parte; después su novia lo siguió y me se me acercó al oído.

-También no tardarás en morir tú jovencito- dijo la señora susurrando en mi oído.

En mi mente solo me dije >Y tú tampoco< , por un momento, cuando vi a mi padre subir a mi habitación, recordé que ahí estaba Skay y mi padre me mataría por estar con ella, sé que puede sonar algo ridículo lo que hice, pero fue lo primero que se me vino a la mente. Le aventé un vaso con agua a la novia de mi padre y esta gritó demasiado fuerte que casi rompe mis tímpanos; mi padre bajó corriendo y le puso su abrigo a ella; yo subí a mi habitación, entre y la cerré de una fuerte golpe.

-Qué sucede allá abajo?- preguntó Skay.

-Llegó mi padre y con su nueva novia, pero si el te ve aquí te correrá, a el le molestaba que hubiera otra mujer en casa.- dije con la voz agitada.

-Y ahora qué hago? Me meto al closet o qué?-

Yo asentí y ella puso una cara de que solo lo decía bromeando, pero hasta el momento esa era la mejor opción; ella se metió al closet y mi padre subió, abrió la puerta y me miró extrañado; empezó a inspeccionar mi habitación ya que al parecer sospechaba de que ocultaba a algo, o mejor dicho a alguien. Su novia también entró y agarraba cualquier cosa que veía, algunas simplemente la aventaba, decidí quedarme callado; hasta que ella vio en el pizarrón y el papel en mi escritorio el plan que teníamos Skay y yo; no alcanzó a leerlo ya que yo lo guardé y tapé el pizarrón lo antes posible, al hacerlo llamé la atención de mi padre. El se acercó lentamente a mi y  veía lo que estaba ocultando; intentó moverme pero no lo lograba; hasta que me aventó a mi cama y después quitar todo lo que cubría al papel y el pizarrón; me levanté lo antes posible. Era tarde, ya había leído todo mi padre.