"¿Todavía eres mi familia?"
—Entre lágrimas de furia, arrodillado, con las palabras en el viento miro todo como era pintado como por acuarelas.
Todo tomaba forma y color.
Asuramaro le susurraba sobre algo inimaginable pero se negaba a escucharlo, solo centraba la mirada y mente en la espada.
En la espada de Mikaela.
Lo había tratado de salvar, ¿Por que había sido tan ciego?; "¿Por qué no lo note antes?"
'Por qué fui tan estúpido'
Trataba de hablar pero un nudo en la garganta lo tenía apresado en el silencio. Su escuadrón miraba con pena y comprensión al pobre azabache que tocaba la espada de Mikaela como si fuera un objeto prohibido. Lloraban al ver el dolor y la pérdida de brillo en su mirada.
"Revivir a la humanidad"
El más grande tabú; Desafiar a Dios.Ya había sido bastante egoísta Guren, ¿No entendió su error?, eres la destrucción. Mataste un rayo de luz que iluminaba al más temible corazón.
Mahiru estaba rodeada de cadenas negras, sus ojos se llenaron de miedo. No podía hablarle a Guren, no podía hacer nada. Solo ser devorada por la furia de Mikaela.
"Mika" Dijo y saco la espada que estaba incrustada en la tierra. Sus palabras roncas y desgarradas expresaban el dolor y enojo que sentía.
"¿Por qué Guren?" Pregunto hacencandose, sus cabellos negros cubrían sus ojos pero no el camino de lágrimas que recorrían sus mejillas."¿¡Acaso no éramos una familia!?" Exclamó colérico mientras sus guantes eran cortados por el filo de la espada de Mikaela, sentía como si pecho era apretado y era una sentencia del sufrimiento.
No se atrevió a mirarlo, su plan cambio de rumbo pero acabo igual; Con la resurrección del mundo. Pero ahora al ver lo roto de Yuu no paraba de culparse.
"¿¡¡¡Por qué me arrebataste a Mika de mí lado!!!?" Con una expresión irreconocible en el azabache menor se lanzo con la espada de Mikaela."¡¡Tú lo mataste!!" Grito desde lo más profundo de su alma, no solo lastimando su garganta si no que los sentimientos de todos los demás.
"Cálmate, gracias a tu amigo la humanidad a revivido. Enorgullécete de su sacrificio" Hablo Kureto, enseguida vio como un escalofrío recorrió su espalda al sentir la mirada de Yūchiro, el interrumpió al menor antes de que lo atacara pero su corazón rugía de furia.
¿Estaba diciendo que Mika solo era un simple sacrificio?
¿Éramos simples piezas?"Respóndame algo coronel: ¿Yo era el sacrificio?" Pregunto con una voz de ultratumba mientras levantaba la cabeza con un sonrojo, aún que eso no evitaba la expresión de muerte que tenía Yūchiro. Nadie del escuadrón se atrevía a hablar, todo esto era tan repentino y chocante.
"El verdadero objetivo era que tú te convirtieras en el arma y Mikaela sería tu sacrificio. Agradece que lo hizo por voluntad propio y no te llevo con el" Soltó sin más dándole la espalda para comenzar a caminar hacia el ejército.
Guren lo miro asombrado por soltar las palabras asi de simple, el corazón poco a poco era cautivado por la sombra de los recuerdos.
¡Por que fue tan ciego!
No paraba de culparse, otra vez lo había perdido y era su culpa. Dolía tanto, su pecho y mente dolían. Todo dolía, todo gritaba.
"Yuu-San" Exclamó Shinoa poniendo su mano en su hombro con lágrimas apartó su mano de un golpe y retrocedió.
"¡¡Aléjate de mi!!" Grito con un nudo en su garganta. Sus ojos solo decían: ¡Los odio!
Porque recién comprendió que una vez más, como cuando niños, estaba luchando solo. Y como fue tan ciego, nunca lo noto. Odiaba esa actitud de Mika, pero ahora el que merecía odio era el mismo.
Pareció que su debilidad regreso, la luz fue consumida en la oscuridad de las pesadillas y culpas. De ahora en adelante soñaría con pesadillas, no quería estar con nadie.
Prefirió alejarse, incluso de su escuadrón mientras era una gran punto de poder en la nueva política del mundo en reconstrucción.
Mientras tanto en lo más algo del cielo, con una sonrisa triste soñaba volver a tocarlo.
Con las alas negras encadenadas, en el medio del círculo, sus piernas flexionarlas sobre una roca observando desde lo más alto a su amado que estaba tan lejos, y a la vez, tan cerca...
Pero sabía que no era el, era un niño encadenado con un adulto idéntico a el con alas. En reflejo de lo que era ahora y de lo que es él antes. Con las mismas cadenas que en las alas lloraba frente a la voluntad de Dios para ser liberado y cumplir su deseo, ¡Ese era el problema aquí! ¡Tenía deseos; codicia! Es decir, que Dios no lo había tomado por completo, su humanidad todavía luchaba por aferrarse a sus demonios que era lo único que podía hacerle frente al Serafín.
Se miraban con rivalidad y en el medio de ellos, en lo bajo, un niño con ojos azules en estado de transe se llenaba de soledad...
—
"Te buscaré"
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Trompeta [Mikayuu-Yuumika]~ OnS
Short Story"Porque al fin había entendido que a todo no le podía llamar familia".