Lucy Kahler, más conocida como la "Ballena" del instituto, es una chica tímida e ingenua. Su vida cambiará por completo una noche. Lo que empezó como un juego, terminará en desgracia. Un desalmado acto cambiará por siempre a Lucy.
Un inicio típico...
- No lo se - comencé a llorar. Que gran actriz eres - Solo dijo que arruine su plan y disparó, en un momento estaba de pie y ahora solo se que estoy en el suelo sangrando - sorbí mi nariz.
- Ahora estás a salvo - acarició con ternura mi cabeza.
(...)
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Luces de carros policiales, uniformados por aquí y por allá. Cada uno interrogando a un chico diferente. El Sheriff por su parte pidió que me revisaran y curaran, y solo después de eso se me hicieran las preguntas necesarias. Los demás obedecieron y me dejaron tranquila.
Nathan en el momento del disparo estaba en la cocina. Que por cierto estaba bastante alejada de donde Daniel disparo. Al parecer se sentía realmente culpable por dejarme sola junto al cuerpo del "inconsciente" atacante. Y digo inconsciente entre comillas porque ya saben lo que pasó.
Su actitud me logra confundir. Actua como lo hacia conmigo hace tiempo atras, y eso me hace mezclar las cosas. Como un verdadero chico bueno. El pasado y el presente no deben congeniar. El pasado bueno con Nathan debe quedarse ahí, muy atrás con todos esos momentos vividos junto a él. Mientras sea así, el presente se trata de pura y dura venganza.
Ahora mismo, aquí sentada en la parte trasera de una de las ambulancias he pensado en cómo actué con Nathan esta noche. Primero lo trato mal, luego me preocupo por él, y para colmo coqueteo con él. Sin darme cuenta suelto un suspiro, uno que estaba encerrado en lo más profundo de mi ser. No fue un suspiro tipo "Estoy harta de este chico, es una patada en los ovarios", sino más bien uno tipo "Mirando como el chico de tus sueños se desviste sexymente provocando un ataque cardiaco inmediato". ¿No se si me entienden?, pero tecnicamente seria algo asi.
- ¿Ya terminaron contigo? - preguntó el Sheriff sacándome de mis pensamientos.
- Si - fue lo único que respondí.
- ¿Fue muy grave? - se posiciono frente a mí con su sombrero en mano.
- Realmente no, solo necesito tiempo y reposo para mejorar.
- Me alegra oír eso - sonrió con amabilidad. Le devolví la sonrisa - ¿Crees poder responder algunas preguntas?
- No se preocupe, pregunte lo que sea.
- Bien - tomo aire - ¿Conoces al chico que atacó?.
- No, jamas lo habia visto antes.
- ¿Escuchaste su nombre o algo que nos ayude a identificarlo?.
