Capítulo 14

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Capítulo 14: "Baja estatura"

Pov. Lucy:

- ¡Dios! - solté mientras me sentaba y apoyaba mi espalda al tronco de mi viejo amigo, el árbol.

Estoy realmente a un segundo de golpear a quien se me ponga delante. Toda la bendita primera jornada fui atacada por preguntas sobre mi herida y golpes. Lo único que deseaba era que llegara la hora de almuerzo para poder estar sola y tranquila. Y tan rápido como llegó, fui la primera en salir volando de la sala.

Cierra los ojos, respira hondo y cálmate. Asesinar y golpear inocentes es malo. Ahora repitamos infinitas veces lo anterior.

- Veo que ya te has adueñado del lugar - abrí mis ojos, era Nathan.

- Nathan - solté casi en susurros. 

Después de mi comportamiento el viernes con él, es la persona con quien menos quería toparme. 

- ¿Estás bien? - se sentó frente a mi. Shu, yo no te invite.

- Estoy cansada de todas las preguntas relacionadas con mis golpes y heridas resultantes del viernes en casa de Ryan - fui sincera mientras miraba directamente sus ojos.

- Solo están preocupados.

- Son unos chismosos y entrometidos, no me interesa que se preocupen - seguía viendo a sus ojos, pero los míos me traicionaron y observaron sus labios.

- Yo si estaba preocupado, no sabia como contactar contigo - lamió sus labios con lentitud. Tragué en seco con dificultad y rápido volví a subir la mirada. 

Maldito cuerpo que se controla solo. ¡Ya deja de reaccionar ante él!.

- Nunca me pediste el número - una sonrisa traviesa atravesó su rostro, ¿Y a este qué?.

- Bien, entonces dámelo - estiró su mano, yo no supe que hacer - Lucy, tú celular - movió su mano nuevamente.

- Ten - dude un momento pero al final se lo entregue. 

Tecleo en la pantalla rápido, luego al instante su celular comenzó a sonar.

- Listo - devolvió mi celular mientras él no despegaba la vista del suyo - Guarde mi número en tu celular, y ahora acabo de hacerlo en el mio - lo movió frente a mi.

- Eres raro - dije inclinando mi cabeza hacia un lado.

- La rara aquí eres tu - dijo burlón.

- Yo no soy rara - negué mientras comenzaba a jugar con una de las pequeñas trenzas de mi peinado.

- Yo tampoco soy raro - acortó la distancia entre los dos.

- No respondas con lo mismo - bufe.

- Eres tierna cuando no estas a la defensiva - apoyó su mentón en su rodilla.

- No soy tierna, y definitivamente no estoy a la defensiva - una sonrisa burlona se asomo en su rostro.

Inconscientemente lleve la trenza con la que jugaba entre mi labio superior y la nariz, luego achine mis ojos asesinando con ellos a Nathan, he hice un puchero.

Inconscientemente lleve la trenza con la que jugaba entre mi labio superior y la nariz, luego achine mis ojos asesinando con ellos a Nathan, he hice un puchero

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