La lista

Capítulo 4

Ya había pasado dos semanas desde el incidente que casi termina con la escuela. La reconstrucción del ala B estaba en proceso todavía, pero las clases volvieron a la normalidad, o algo así. La tensión todavía estaba fija, todos no podían evitar ver a Shahid mal, lo culpaban del incidente solo por ser musulmán. Él declaró y lo dejaron libre sin culpa, porque no hizo nada. Aaron está seguro de eso.

Las relaciones entre todos seguían igual, los pequeños subgrupos no se separaron y Aaron y sus amigos estaban en paz, a pesar de ser vistos mal por juntarse con Shahid.

...

—No tienen que juntarse conmigo. —Dijo Shahid apenado, el pobre tenía los ojos rojos, ¿habrá llorado? — Todos los odiaran.

—Ya nos odian de todas formas. —Comentó Percy sin apartar la vista del celular, el chico había empezado un nuevo juego hace dos días y ya iba por el nivel ciento y algo...

—¡Somos amigos, que más va! —Exclamó Aaron tratando de animar el ambiente.

—Gracias, chicos, gracias. —Les agradeció el chico extendiendo sus brazos hacia arriba, casi en señal de rezo.

Keith vino y se puso con ellos, fue a comprar unas galletas y un jugo para Percy. Dijo que iba a averiguar "algo", aunque no dio muchos detalles. Keith es el tipo de persona que puede sociabilizar fácilmente, como Aaron, sólo que Aaron no es tan metiche como el chico.

—Estuve hablando con Brooklyn, y ella dice que alguien la quiso matar. —Mencionó el chico tranquilo mientras comía una galleta, ¿cómo podía decirlo tan natural?

—¿Qué? —Preguntó sobresaltado Shahid.

—Eso mismo. — Afirmó Keith. —Fui a hablar con ella para ver como estaba, y eso fue lo que me dijo. Vi a alguien minutos antes de que empezara el incendio dando vueltas por su patio. Y los especialistas informaron que el incendio comenzó desde afuera.

—No inventes, como en las películas. — Dijo Percy alejando la mirada de la pantalla del celular. Keith le tomó la nariz y lo sacudió mientras lo miraba con cara divertida.

—Pero las películas son ficciones, esto es la vida real. Si alguien me quiere matar, yo me voy a morir. —Comentó Shahid asustado, parecía que le había bajado la presión.

—Eso es obvio, si te matan, te mueres, bro. —Respondió Keith burlándolo.

—No lo molestes, bro. Ya va a salirle la loquera. —Siguió Aaron, le gustaba bromear sobre los nervios del chico, parecía que de pequeño le dieron petróleo en vez de leche.

—¡Basta los dos, lo van a empeorar! —Se quejó Shahid.

...

Las clases habían terminado, todos se estaban marchando para su casa, Aaron tenía que buscar a Lily de la escuela, como siempre. Se detuvo unos segundos para ver a Brooklyn parada en la puerta de la escuela mirando para todos lados. Automáticamente recordó lo que Keith le dijo, la chica sospechaba que alguien quería asesinarla, ¿por qué? El chico no le dio muchos detalles de eso.

Aaron se acercó a ella con cuidado, la chica era más alta que él, cosa que lo avergonzaba y a la vez lo impresionaba.

—Hey, Brooklyn, ¿todo bien? —Le preguntó intentando sonar amable, no quería asustarla. Si la chica era como Shahid, probablemente ya hubiera corrido hasta el fin del mundo.

—Sí...—Respondió ella frunciendo los labios. —Ahora voy para casa, ¿tú?

—Voy a buscar a mi hermana, por allí. —Señaló él hacia adelante.

—Ah, yo también voy por ahí.

—Bueno, vayamos juntos.

Ofreció Aaron y la chica asintió con la cabeza. La escuela estaba a pocas cuadras, él no sabía dónde estaba la casa de Brooklyn, así que cuando vio la escuela se despidió de la chica. Su hermana estaba sentada en las escaleras de la entrada, allí estaban dos maestras hablando y haciéndole compañía. Ni bien Lily lo divisó se levantó animada y fue en silencio hacia él.

—¿Esperaste mucho? —Le preguntó Aaron mientras despeinaba la cabellera pelirroja de la menor.

—No. —Negó ella con la cabeza y su cara se tornó de expresiones de miedo y preocupación. —¡KIMMY!

—Yo voy a buscarla, quédate aquí.

Le ordenó Aaron y caminó de vuelta hacia la escuela, las maestras fueron a buscar la muñeca de Lily (por suerte, si alguien la había tomado la pequeña entraría en una crisis peor que Shahid), antes de que le entregaran la muñeca, se escuchó un frenazo con todo en la calle. Apartó la vista para allí y vio la escena de un auto marchando a toda velocidad y a dos personas tiradas en la vereda. Corrió con la muñeca en la mano hasta ahí, su corazón latía con intensidad porque Lily no estaba en el lugar acordado. La pequeña se fue y...ahora estaba ahí. En esa escena sacada del peor programa policial, del peor noticiero, aún así notó que las dos personas en el suelo estaban conscientes y podían (intentaban) levantarse

Al acercarse pudo ver que la otra persona tirada era Brooklyn, aun no entendía lo que sucedió. Lily se paró como si nada, no tenía ningún rasguñó y corrió a esconderse detrás de él, la chica por otra parte le costó levantarse y tenía todo el brazo izquierdo lastimado.

—Déjame ayudarte. — Dijo Aaron con preocupación. —¿Te lastimaste en algún otro lugar? —Preguntó mientras examinaba rápido a la chica, sin contar el brazo ensangrentado, no parecía tener ningún otro daño.

—No, estoy bien. —Afirmó ella. —La vi cruzando mal la calle y justo paso ese auto, así que actué rápido...

—No es mi culpa. —Habló Lily algo apenada mientras miraba la lastimadura de Brooklyn. —Me dijeron que tenía que cruzar en verde.

—¿Cómo? —Aaron frunció el ceño. Lo primero que le enseñó con su madre ni bien la pequeña comenzó a pasear por la calle, fue como se tenía que cruzar la calle y por donde se debía hacerlo.

—Ya te dije, me dijeron que tenía que cruzar así la calle, mira.

Lily buscó algo en su campera, sacó un papel doblado en la mitad y se lo entregó a Aaron. Brooklyn se acercó a leerlo con él, se sintió nervioso al tener a la chica a su lado, pero el contenido del papel lo espantó haciendo que eso no lo impresionara nada. Tenía el dibujo de un semáforo con sus colores y al lado indicando mal el orden en donde un peatón tendría que cruzar. Lo más impactante fue el mensaje al final.

"Los estoy observando, ¿quién será el próximo? Pd: No tengo nada contra tu hermana, pero si contra ti, Aaron".

Perdón por la tardanza, bros, la escuela me tiene oprimida.