Second look:
Tercer semestre, no te mentiré, ya no me acordaba de ti.Las vacaciones me dieron tiempo para pensar en todo lo que había vivido, todo lo que había sucedido, todo lo que me había olvidado.
El semestre transcurrió igual, clases, tareas, exámenes. Pero había algo nuevo en mi mente. Un pensamiento tuyo, no te pensaba todo el día, pero de vez en cuando venías a mi mente, era como si otra vez tuviera ojos para ti.
No te tomaba la importancia que merecías, tal vez estaba volviendo a pasar, te iba olvidando porque eran menos veces las que te veía.
Llegó un punto en el que pensé que para ti era invisible. O tal vez nunca existí.
Pero pasó, ese día, ese maldito día.
10 de SeptiembreTú, yo y miles de personas más, tratando de defender a la familia. Una marcha por ello. Una marcha, para que el presidente no ponga temas que no van en libros de primaria, muchos lo confunden, creen que estamos en contra de todos, nos ponen como los malos del cuento, como si quisiéramos ser los mejores.
Católicos, esa palabra, sólo 9 letras, pero parecía que al momento de decirlo decías cosas malas. Muchos nos evitaban, otros simplemente no querían saber de nosotros.
No estamos en contra de que las personas se amen, que maravilloso es que una persona encuentre al amor de su vida. Pero la mayoría no entendía eso.
Ese día, te encontré, a unos metros de mí, formados para comenzar con la marcha, y tú, me miraste, por un largo tiempo, y yo, sólo pensaba en que hacías ahí.
Nunca espere verte ahí, nunca esperé que defendieras lo que yo, nunca esperé que me miraras, nunca te esperé mi pequeño Igor.