QUINTO ENCUENTRO.

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QUINTO ENCUENTRO.

Payne y Desmond ya se encuentran ahí cuando llego al bosque, justo al ras de la carretera.

Las últimas semanas y meses, en las citas con Payne hemos estado teniendo pláticas inductivas, según las apodaron, para que yo pudiese comprender más a fondo de qué se trata todo esto.

Me indicaron hacer meditaciones para controlar los sueños y trances que se habían vuelto aún más recurrentes, y para mi sorpresa y agrado, me ha resultado bien... incluso he logrado manipular un par de ellos.

He ido aprendiendo a sentir y distinguir vibraciones, cosa que ninguno de ellos ha sido capaz de hacer. Esto significa que puedo diferenciar ondas de distintas frecuencias, y esto sólo tocando las superficies que las presentan. Aún así, me falta poder distinguirlas en el aire.

También ha surgido y crecido mi afán por la física y la química, cuando antes solía evitarlas a toda costa. Ahora les encuentro una razón práctica de existir.

Hoy quedamos en vernos aquí porque tienen aún más información por contarme, aunque esta vez dicen que será un tanto diferente.

Llego hasta el punto en el que se encuentran, justo debajo de un enorme claro, y de inmediato ambos quedan en silencio.

Me saludan con un usual apretón de manos y comenzamos a caminar a paso moderado entre los árboles para adentrarnos un poco más.

Me preguntan acerca de mi situación, de cómo he ido avanzando, y si mis padres han intervenido de alguna manera.

En realidad, ambos se han mantenido muy al margen desde que se percataron de que los sueños disminuyeron significativamente. Me han permitido ir por mi cuenta a las citas con Payne, lo que ha facilitado mi avance con respecto a estos temas.

Finalmente nos detenemos luego de haber caminado cerca de media hora, arribando a una parte mucho más densa del bosque. Recuerdo haber llegado hasta este punto únicamente un par de veces en mi vida, y eso hace ya algunos años.

Intercambian una mirada, para luego dirigir ambas hacia mí.

- "Ava, creemos que ya estás lista para saber más acerca origen de todo este asunto..." – inicia Payne.

- "¿Van a matarme y enterrarme aquí?" – bromeo, aunque en realidad me siento un poco nerviosa por el sitio.

- "No, no hay necesidad de eso..." – responde Desmond en un tono burlón.

- "Llegamos a la conclusión de que ya cuentas con una mentalidad un tanto más abierta, como para procesar toda, o la mayoría de la información que recibirás hoy." – lo interrumpe Payne, paseando la mirada por todo nuestro alrededor. – Sin embargo, todos también concluimos que debías escucharla de una fuente completamente fidedigna e irrefutable."

- "¿Todos?" – es lo único que consigo preguntar.

- "Así es."

De repente siento una extraña, pero tenue presión en el pecho, así como un desbalance general en mi equilibrio y un ligero y agradable zumbido en los oídos.

Volteo en varias direcciones pero no consigo distinguir nada diferente a simple vista, solamente esa sensación que resulta extrañamente reconfortante hasta cierto punto.

En eso comienzo a distinguir algo justo frente a mí. Primero se asemeja a un velo finísimo de seda blanco, casi viéndose como un reflejo en la lente de una cámara. Poco a poco va tomando nitidez y forma sólida, de una manera suave y armónica, hasta que sin darme cuenta de cuándo exactamente, tengo frente a mi a otra persona.

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