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-Grace, ¿Qué está pasando? Pregunté, ya ligeramente asustada.

-Ellos… -Dijo la anciana mirando hacia el suelo.

-¿Ellos qué? 

-Vendrán, Georgia ellos vendrán por nosotros.

-A ver, nana, ¿Se puede saber de qué estás hablando?

-¡Yo lo sabía!- Exclamó. Más bien, gritó.

Yo solo me dedique a mirarla, confundida por sus palabras.

-Espera un momento, dijo parándose de la silla y dirigiéndose a un pequeño estante donde guardaba sus libros ‘‘Mágicos’’, para luego inspeccionar el estante durante unos segundos, paseando su mirada por los libros hasta encontrar el elegido. Con el libro en mano, volvió a sentarse en la silla donde antaño estaba sentada.

-Este libro es sumamente importante para mí – Dijo mirando el libro con admiración.

-¿Por qué? Dije confundida a un nivel extremo.

-Este libro no es un simple libro, es el cuaderno de anotaciones de tu bisabuelo.

¡¿De Mi bisabuelo?!

-¿Mi bisabuelo has dicho?- dije tartamudeando.

-Sí, de ese mismo –Dijo con una sonrisa-

-Pero, ¿Por qué tienes el cuaderno de mi bisabuelo? (Del cual no sé su nombre)

-Bueno, -se acomodó en la silla- Para que lo entiendas te tengo que contar una pequeña historia.

-Soy toda oídos Grace.

 -Sabes que desde hace mucho tiempo, los oxions y los nijins han tenido cierta…rivalidad –asentí- Bueno, un día como estos fue que se desató el caos. Cuentan que todo empezó cuando el señor Licrand (Rey en ese entonces), Dio a conocer sus deseos de exterminar a los oxions, ya que la mayoría de ellos se reusaba a obedecer sus leyes, un tanto estúpidas, pero seguían siendo leyes del Grandísimo, Excelentísimo, ¡El rey!, ¡El…!

-¡Grace cálmate!

-Oh lo siento –Prosiguió- Como los nijsins odiaban a los oxions y los oxions odiaban a los nijsins, el rey decidió terminar con el alboroto, Creando así el portal Magno…

-¿Portal Magno? –Pregunté, intrigada- Acaso no es…

-¡Ya deja de interrumpirme!-Dijo molesta la nana Grace-

-Lo siento –Dije avergonzada-

-Como te decía –Me miró mal- El Rey creó el Portal Magno, un portal que serviría para sacar a todos los oxions y llevarlos a otro planeta. Todo había estado tranquilo y la gente pensaba que esa raza no iba a salir de allí. Pero tu abuelo, él no pensaba lo mismo. Por eso creo este libro de anotaciones, éste está lleno de dibujos y fórmulas y decenas de cosas que, no entiendo.

- Entonces, ¿Cuál es el problema?

-Observa esto-Dijo abriendo el librito y pasando páginas con ligera rapidez- Aquí está- Sonrió-

En la hoja había muchos dibujos y  números regados por todas partes, opté por preguntarle a la nana que era todo eso.

-Nana

-¿Si?

-¿Qué es todo esto?

-Bueno, esto es el motivo de motivo de mi agitación. ¿Ves ese dibujo? –Dijo señalando algo que parecía un puente- Ese es el Portal Magno. Mira esos números, ¿No te parecen familiares?

1879,25, 11. X

-Es una fecha, 25 de noviembre del 1879, ¿Qué tiene de especial?

-Te has olvidado de un dato muy importante, la X.

-¿Qué significa?

-A tu bisabuelo le gustaba el lenguaje simbólico. La x no significa nada más ni nada menos que, peligro.

-¿Peligro? –Me alarmé-

-Eso mismo linda –Dijo con una sonrisa nerviosa- He ido a la biblioteca y encontré un libro llamado ‘‘El simbolismo’’, es muy explicativo. Dice que en los años 15 las personas de la región sur no podían usar palabras debido a un castigo dado por su rey, pero como necesitaban comunicarse, pusieron que cada letra de su abecedario significaría una palabra. ¿De dónde crees que vienen los dos huesos cruzados detrás de la calavera? ¿Interesante cierto?

-Pero entonces,  ¿Me puedes explicar que es lo que significa todo esto?

-Piensa un poco mi querida Georgia. Esto significa que  el 25 de noviembre está por pasar algo, y no es nada bueno.

-¿Y si todo lo que está escrito ahí es una mentira?

-¡No lo es! Sé que algo está por pasar.

-¡¿Y que se supone que vamos a hacer?! ¡Hoy es jueves 23 de noviembre y pretendes salvar al maldito mundo en 2 días!

-¡Debemos hacer algo! ¡No seas egoísta!

-No estoy siendo egoísta- dije enrabiada- Es solo que no creo en la mierda en la que tú crees.

-¡Más respeto Georgia! Deberíamos de decirles a las personas que se vayan de aquí, que estamos en peligro.

-¿Por qué no se lo dices tú? No participaré en esa clase de tontería. –Dije parándome de la silla-

-¡¿A dónde vas?! ¡Espera!, ¡Georgia!

Pero ya yo me encontraba cerrando la puerta de la entrada, me había prometido a mi misma no creer en nada que tenga que ver con supersticiones, mucho menos de mi familia. Por un lado no creía en lo que decía el cuaderno de aquel anciano, pero por otro lado, no estaba cien por ciento segura de lo que creía.

El mundo oscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora