Capítulo 5

5 1 0
                                    


A partir de ese momento, comencé a realizar los trámites para sacar mi pasaporte. Mis padres jamás quisieron hacerlo debido a lo arraigados que estaban al país. Pero yo no era igual. Luego de un año aproximadamente de lo que nos había sucedido en la plaza, pude tener el pasaporte en mis manos. Ahora debía buscar algún sitio donde comenzar de nuevo.

Al cabo de un tiempo, dejé de planear irme tan pronto; no quería decir que no me iría, solo que esperaría un poco más de tiempo. Ed realizó algunos viajes con unos compañeros, entre los que estuvo visitando Italia, España y los países bajos en un recorrido donde estuvo participando como músico durante unos meses. Al estar de vuelta y ver los lugares que visitó me sentí más que entusiasmado con mis planes de viajar. Aún no sabía a donde ir, pero me gustaba España. Ed nos contó cómo fue recibida su música en España, y los lugares a los que fue, y pensé en que podría ser un buen lugar donde comenzar.

- Lo que más disfruté en España fue la música, y la atención que recibimos como músicos.- Decía Ed.- Hay muchos músicos muy buenos, y el estilo de cada uno es brutal. Aun así nos recibieron muy bien, y hasta logramos presentarnos en una oportunidad en la calle. ¡Ja! Fue increíble.

- Y seguro nadie intentó robarlos.- Dije medio en broma y enojado.

- Ya Isaac, eso ya pasó.- Dijo Valentina tomando mi brazo y abrazándolo.- Además, son culturas distintas. Y allí seguro hay peligros también. Diferentes. Pero los debe haber.

- Yo no me sentí en peligro.- Dijo Ed colocando su boca como en una sonrisa invertida.

- Calla Ed.- Dijo Valentina por lo bajo, mirándolo con los ojos entrecerrados.

- Ja ja ja. Pero es verdad.- Dijo Eduardo con inocencia.

- ¿Y planeas volver algún día Ed?- Pregunté con curiosidad.

- Pues, yo espero que sí. Sería genial, y mejor si me acompañan la próxima vez.- Dijo Ed.

- Yo también Ed... sería excelente...- Dije con cuidado. Yo iría, pero con otros planes.

*****

- Vamos Valentina, sabías que tenía planes parecidos.- Dije con un desaire por la acalorada conversación que llevábamos Valentina y yo.

- Sí, pero jamás pensé que te tomaras tan en serio esto.- Dijo persiguiéndome y girando de un lado a otro con sus manos levantadas.

Luego de pasar un tiempo de Ed haber ido de viaje por Europa, comencé a tramitar mi visa para irme. Había programado un contacto que fui conociendo por ser un colega músico, para alojarme en su casa, y además comencé a planear la manera de ganarme la ciudadanía para permanecer por allá. Eran 5 años para obtenerla. Y yo sabía cómo lograrlo.

- Valentina, siempre hablo en serio. No es personal, es que necesito salir de esta cápsula. Quizá, ni siquiera debí haber nacido aquí. Jamás me he sentido cómodo.- Dije tratando de convencerla de que mi idea no era una locura.- Solo te pido que vayas conmigo.

- Isaac, sabes que nuestras familias están aquí., y ellos no se irán. Mi padre está muy anciano, y no podría soportar un viaje como ese.- Dijo Valentina con sus ojos como dos cristales. Estaba a punto de llorar.- Yo tampoco me quiero ir. Y mucho menos para quedarme allá. Tú idea es tan descabellada no solo por pensar irte y abandonar todo, sino porque piensas que yo haré lo mismo.

- Sabes el peligro que corremos aquí. Además, allá podemos forjar un mejor futuro para nosotros. Como una familia...- Dije, tratando de que captara la idea de lo que le proponía.- Tendremos más oportunidad de trabajo, y yo podré ofrecerte aquello que tú quieres.

Sentimiento NacionalWhere stories live. Discover now