-----Kagami T.------
—¿Daiki ya te despertaste? —Le grito a Aomine desde la cocina, después de haberlo despertado ya más de tres veces en vano. Parece ser que a pesar de que lleva despertándose a la misma hora por años, simplemente no se le ha hecho un hábito. —¡Ya está el desayuno!
—¿Qué ya estás desnudo? ¡Genial ya voy!
—¡Jódete y date prisa antes de que me termine todo! —Ese Ahomine. Simplemente me dedico a terminar de armar un par de platos con pan francés recién hecho, ahora escurriendo en chocolate, con una montaña de crema batida y una más de fresas, frambuesas y hasta un par de malvaviscos.
Al ver mis dulces abominaciones, solo le ruego a dios que me perdone tanta gula porque sin duda me lo comeré todo. Oh sí. Llego a la mesa colocando los dos platos y viendo que a Aomine se le botan los ojos al ver más comida. —¿Qué?
—Creí que desayunaríamos esto.
Me señala los huevos revueltos con mucho tocino crujiente, papas hash-brown y pan tostado. —Ese es el plato fuerte, este es el postre Daiki. Edúcate.
—Eres el epítome del hombre americano ¿No es así?
—Me amas Ahomine.
—Sí, sí...Solo sienta tu enorme trasero y comamos.
Le levanto una ceja, pero no estoy de ánimos para ahorcarlo tan temprano así que obedezco. Apenas comienzo a comer los ojos se me van para atrás de lo rico que me sabe todo. No sé si sea por los bebés, pero si antes disfrutaba la comida, ahora es la gloria.
—Nadie me dijo que estar embarazado sería así de genial. —Dice Daiki mientras se relame los labios y se mete un par de fresas escurriendo en chocolate a la boca.
—Yo estoy embarazado. No tú.
—Si bueno, con tanta comida rica que haces últimamente no me falta mucho para lucir como de quince meses.
—Pues en ese caso haz mucho ejercicio Daiki, que te quiero bien fuerte y firme.
—Oho-ho, olvidaba que últimamente también estás insaciable y me quieres fuerte, duro y firme encima de ti todo el tiempo tigre. Pero no te preocupes, yo y Daiki Jr. jamás te fallaremos en ese departamento.
—Voy a romperte a Daiki Jr. si no me pasas la mostaza.
—Cualquiera diría que comes por tres, pero en realidad tú lo haces por treinta.
—Y también golpeo por treinta, ahora termina que tienes que irte al trabajo y no puedes llegar tarde.
—¿Irás a verme por la tarde para que comamos juntos?
—No puedo, recuerda que hoy vendrán todos a cenar y quiero preparar algo especial. Aunque....si me compras helado tal vez lo piense.
—Kagami-chan, yo mismo te prepararé el helado.
—No gracias, no quiero morir. —Ambos nos reímos y damos un par de besos antes de terminar de desayunar. Daiki acaba primero para irse a nuestra habitación y cambiarse mientras yo limpio lo demás y finalmente voy a verlo, porque esta es una de mis partes favoritas de nuestro día a día.
Me recargo en el marco de la puerta viéndolo ya vestido con un bonito traje de tres piezas negro y debajo su camisa blanca, ahora viendo que corbata ponerse de entre tantas que tiene. No sé porque, pero simplemente me gusta verlo prepararse.
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Tigre de Bengala (AoKaga)
أدب الهواةKagami no era normal, Aomine lo supo desde la primera vez que lo vio. Kagami era cautivante e hipnótico, pero también sumamente impredecible y misterioso, justo como un feroz tigre de Bengala al asecho. Kagami le enseñará a Aomine a base de mucho ca...