a hammer

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     El día estaba soleado, el pasto no podía ser más verde ni el agua  más cristalina, Anastasia y Corey se encontraban haciendo un picnic en el parque cerca de su departamento.

— Mads, mamá nos hizo un pastel.

— ¡Amo los pasteles de Shannon! — Exclamó feliz buscando en la canasta, pero vio algo que no imaginaba que estuviera allí. 
     El alimento cocinado por la madre del chico tenía algo escrito.  La chica sacó con cuidado el pequeño pastel del canasto para poder leer bien el mensaje.

"¿Me haría el honor de ser mi novia?"

     Anastasia no podía creer lo que acababa de leer.  Al levantar su mirada, vio al chico de lindos ojos azules con un ramo de girasoles en sus manos.

— Luego de este tiempo juntos compartiendo apartamento, amándonos, siendo felices, creo que es tiempo de hacerlo más formal. — El corazón de Corey no podía dejar de latir. — Quiero agradecerte por aceptar a este chico amante de la fotografía y el teatro, algo despistado y gruñón en las mañanas. Gracias por aceptarlo con sus virtudes y defectos, por soportar sus malos momentos y por estar siempre con él.  Ahora, este chico le pregunta a la chica que le encanta si quiere ser su novia y espera que ella le diga que si porque o sino esto sería muy vergonzoso.

     Madeline soltó una pequeña risa, tomó el ramo de sus flores favoritas y sintió el aroma de los girasoles.

— ¿Qué sucedería si la chica dijera que no?

— Él intentaría enamorarla cada día hasta que le diga que sí.

— Pero sabes que eso no es necesario. — Anastasia pasó sus brazos alrededor del cuello de Corey. El chico, lentamente, se recostó en el césped con la chica apoyada en él.

— ¿Y tú lo sabes?

— Sé que ella ama al chico tanto como él a la chica y que no rechazaría tan linda propuesta...


     Anastasia levantó su mirada y observó al chico comiendo su trozo de pastel con dificultad, los delgados tubos conectados a sus manos y brazos le incomodaban.

— ¿Recuerdas como me pediste ser tu novia? — Habló la chica luego de un largo periodo de silencio.

— ¿Fue en un pastel de mi madre?

     La chica se acercó un poco al chico para poder hablar mejor con él.

— ¿Lo recuerdas?

— Las imágenes van y vienen, Anastasia, aún no logro comprenderlas.

— No es algo fácil de hacer, aún tengo imágenes que no encajan, pero sé que son reales y, algún día lo harán.

— ¿Porqué terminamos? ¿Qué hicimos mal?

     A  Anastasia Miller no le gustaba hablar sobre eso porque cada vez que lo hacía, se odiaba más a si misma.

Cada vez más.

•••

¡Lo siento tanto por desaparecer!
     De verdad que lo siento pero estoy a fin de semestre y ahora estoy en la semana del terror, en donde tengo pruebas finales cada día.  Ya pronto seré libre por un tiempo y podré actualizar más seguido.

     Están invitadxs a leer mi nueva historia llamada «Relatos de una chica más» en donde cada capítulo cuenta alguna historia de su vida.  Es algo distinta a esta por la manera en que está hecha.

     Están cordialmente invitadxs a opinar, comentar, quejarse de cualquier historia en mi perfil.

     Cuando esté libre nos volveremos a ver.

     Espero que su semana esté mejor que la mía.

xx, Saturno.

Life. | Corey Fogelmanis. [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora