all the clocks

324 44 4
                                    


     Anastasia estaba charlando con el chico en cama, ella le contaba sus pequeñas anécdotas juntos.  El ambiente era agradable y lo único que se oía eran risas.
     La puerta se abrió y de ella aparecieron una castaña y una rubia que, al ver a la chica al lado de Corey, se alegraron.

—¡Mads! — Exclamaron al unísono.

—Hola chicas. — Respondió abrazándolas.

— Te ves fabulosa. — Dijo Sabrina observándola de pies a cabeza.

— Ustedes están radiantes.

     Las tres chicas continuaron hablando con Corey sobre los tiempos de GMW y demás. El tema sobre la pareja no fue mencionado, cosa que Anastasia agradeció.

  Hasta ahora...

     El sonido de la puerta abriéndose nuevamente se hizo presente junto con una voz masculina algo enfadada.

—¿Qué haces tú aquí?

     Las dos chicas se tensaron al ver a su antiguo compañero de programa, Peyton, acercarse a Madeline.

—Cuido de Corey. — Respondió algo cortante al recién llegado.

—No puedes estar aquí, luego de lo que le hiciste al chico...

— ¿Quién te crees que eres? — Lo interrumpió. — No tienes derecho a decirme lo que puedo hacer y lo que no.

     La rubia se interpuso entre ellos.

— Cálmense los dos. — Dijo Sabrina algo molesta. — Si van a discutir, háganlo afuera y no frente a Corey. — El chico no podía estar más confundido por la situación.

     Ambos se miraron y salieron de la habitación.  Sus miradas no podían ser más frías.

— ¿Porqué estás aquí? — Peyton hizo desaparecer el silencio.

—Le prometí que siempre lo cuidaría. Yo no rompo mis promesas.

—Si siempre lo cuidarías ¿Porqué le rompiste el corazón en primer lugar? — Peyton no sabía la verdad.

—Era por su bien. Él no me merecía.

— ¿Cómo que no? Se amaban locamente, no podían no estar juntos, se entendían completamente.

— No todo es rosa, Peyton. Si no terminaba con eso, más tarde hubiera sido peor.

—¿Y que era tan oscuro que quitaba todo su color rosa?

— No lo entenderías. El punto es que él merece algo mejor.

—¿Y tú no lo eres?

Ella no respondió, ya que si lo hacía, la mezcla de sentimientos del pasado se harían presentes.
Anastasia se alejó del chico y la habitación.

Cobarde... — Susurró Peyton a espaldas de la chica.

Ella lo es, y se odiaba por eso, una cobarde.

Su odio hacia si misma, aún después de todos estos años, seguía creciendo.

•••

Dos capítulos en un día.

¿Por qué?

Porque puedo y quiero.

Probablemente en el próximo capítulo sepan porqué terminaron. Probablemente lo encuentren una estupidez el porqué lo hicieron pero quiero que vean que cualquier cosa, ya sea pequeña o grande, puede terminar con algo tan bello.

Son libres de opinar, comentar, etc.

Feliz nueva semana.

xx, Saturno.

Life. | Corey Fogelmanis. [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora