Eres tu

948 93 10
                                    


Kara

Llevo toda la tarde atacada de los nervios y no, no es por la cita con Mon-El.

Llevo alrededor de una hora mirando fijamente el cursor parpadeante que se burla de mí en la pantalla del ordenador. No sé con que carácter escribir la entrevista sobre Lena Luthor. Si algo caracteriza mi prosa es que escribo cada palabra guiándome en mis emociones, incluso si escribo sobre el nuevo restaurante que han abierto a la vuelta de la esquina.

En cada artículo que entrego para Catco pongo toda mi pasión que le tengo a esta profesión. Siempre incluyo entre oraciones mi opinión, algunas veces sutilmente y otras no tanto. Siento la necesidad de hacerlo, si no lo hiciese no me sentiría satisfecha con mi trabajo, no lo clasificaría con la marca Kara Danvers. Creo que a Snapper no le desagrada, si así fuera ese papel acabaría enterrado en la papelera como cada uno con un mínimo error gramático, ortográfico, o lo que se le antoje al hombre.

Debido a mi implicación emocional en cada párrafo, si algo me resulta desagradable o deshonroso, al escribirlo aprieto las teclas con demasiada fuerza dejando pequeños improperios por palabras. Si algo me parece digno de admirar dejo mis alabanzas escribiendo con emoción y rapidez sobre el teclado. Pero... ¿cómo escribo si ni siquiera sé qué emociones surgen al recordar la entrevista?

Admito que me pareció admirable todo lo que Lena está haciendo por llevar a flote L-Corp, y que realmente hablaba con orgullo y pasión de cada uno de sus proyectos. Pero me desconcertaba totalmente su actitud osada y la arrogancia con la que se dirigía a mi.

Bueno, lo que debo incluir en la entrevista deben ser las preguntas que le hice sobre su trabajo, así que dejaré como se reía de mi fuera de eso. Hablaré de todo el bien que está haciendo y que está por hacer, sí eso estará bien.

-¡Mierda!- salté de la silla al ver la hora en el despertador encima de mi mesita de noche.

Son las siete y todavía no he escrito ni una palabra, no he sido capaz ni de escribir la entradilla. Tengo una hora para ducharme, vestirme e ir a la dirección que me dejó apuntada Mon-El. ¡Bendita súper-velocidad!

Me dí una ducha que no duró ni cinco minutos y salí a tal velocidad que dejé un considerable charco de agua alrededor del plato de la ducha. Da igual, ya lo recogería al volver.

Me vestí optando por una camiseta fina y ajustada de mangas largas pero amplias y cuello alto blanca, unos pantalones abombados azul marino con hebilla plateada y botas de tacón alto negras. Todo acompañado por mi pelo marcado por ondas suaves y mi rostro con un maquillaje ligero que resaltaba mis rasgos.

 Todo acompañado por mi pelo marcado por ondas suaves y mi rostro con un maquillaje ligero que resaltaba mis rasgos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Preferí ropa no habituada a mi día a día y con un toque elegante porque conociendo a Mon-El me llevaría a un sitio caro. No sabía hacer otra cosa, restaurante lujoso, club de copas y a la cama. Pocas veces íbamos al cine, o a pasear por algún parque, o una hora tumbados bajo un manto de estrellas en mi azotea, me hubiera encantado que me preparara algo así de vez en cuando. Pero solo se ceñía a lo que sabía hacer.

Venganza (Supercorp) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora