Myra no se preocupo mucho al ver que Reenie no volvía a casa como había planeado. Durmió un rato, no estaba segura de qué tanto, hasta eso de las 2:30 p.m.
Después cuando se despertó, Gritó: '¡Reenie!', por si acaso Reenie estaba en la cocina, para que le trajera una taza de café.
No hubo respuesta.
Myra pensó que tal vez Reenie había entrado y había vuelto a irse... pero no le dio demasiadas vueltas al asunto. Se levantó y se duchó y se secó el pelo y cuando volvió a la cocina miró el reloj de la estufa. Eran las 3:45.
Se preparó un café y abrió el refrigerador para buscar el pan fresco que Reenie había ido a comprar, pero no estaba, así que se comió unas galletas con quesos y tomates. Eran tomates de los nuestros. Papá cultiva un huerto de tomates y calabazas todos los años, y yo les había llevado una bolsa dos días antes.
Luego fue a buscar la revista que Reenie había ido a traer.
No había ni huella de ella en la cocina o en el salón, así que miró en el cuarto de Reenie, sólo en caso de que ella hubiera decidido leerla primero.
Pero no había ni rastro de Reenie ni de la revista. La cama estaba tendida como la tendía siempre, incluso antes de bañarse en la mañana. Reenie detesta cualquier desorden. Y todos los zapatos se veían alineados ordenadamente en el fondo del armario.
Así que Myra buscó en su propio cuarto, A lo mejor Reenie había deslizado la revista por debajo de la puerta para no despertarla.
Para entonces a Myra se le empezó a ocurrir (pues no es la persona más inteligente del mundo) que Reenie no había ido a la casa. Así que se volvió a meter a la cama.
No estaba preocupada, claro que no. No había nada de qué preocuparse. A lo mejor se había encontrado con alguien y había ido a tomarse un café. Reenie tenía el dpua libre los martes, miércoles y jueves en el café, pero la mayoría de las veces iba allá para ponerse al día en los chismes.
O podía haberse encontrado con Johnnie y haber ido a su casa o, muy probablemente, podía haber ido a donde Mamá a pasar la tarde.
Reenie se había mudado de donde Mamá hacía cinco meses, luego de recibir su diploma de secundaria, pero volvia allá con frecuencia. Por una razón: Mamá tiene lavadora y secadora y las chicas no tenían ninguna de las dos; y por otra: la mayor parte de la ropa de Reenie estaba todavía donde Mamá, en su antiguo cuarto. No le cabía en el armario del apartamento.
Y ademas, Reenie y Mamá conversaban todos los días, ya fueran por teléfono o cara a cara. No me pregunten de qué hablaban. Di y yo hablamos mucho por teléfono, pero no todos los días como Mamá y Reenie.
Así que Myra se volvió a meter a la cama pero, por ser ella como es, no pensó en leer un libro cuando no pudo volverse a dormir. Se levantó, se puso la bata y se sentó a ver programas de TV para niños. Ni siquiera empezó a preocuparse a la hora de la cena porque pensó que Reenie debía estar comiendo con Mamá.
Mamá llamó al apartamento a las 8:10 p.m.
Aproximadamente un año después, Mamá dijo que había tenido la sensación de que algo no andaba bien y que por eso no había llamado pero, como dije, Mamá y Reenie hablaban todos los días y ese jueves todavía no habían tenido su charla. Así que Mamá llamó y Reenie no estaba.
-Probablemente está donde Johnnie -dijo Myra vagamente.
-No me dijo que fuera a salir hoy -dijo Mamá, siempre al día con respecto a lo que le sucedía a Reenie o a cualquier persona que ella conociera. Luego colgó y llamó donde los papás de Johnnie, que viven por la carretera de Gillyhumpy, a una media hora del pueblo. Reenie no estaba allá, claro, y Johnnie dijo que no la había visto desde el día anterior, pero estaba seguro de que ella no se había ido a ninguna parte. Se lo hubiera dicho a él.
También se lo hubiera dicho a Mamá, claro.
Así que Mamá siguió llamando aquí y allá. Al hogar de ancianos, en caso de que Reenie hubiera ido a ver a la abuela, y a las amigas de Myra y a Sylvia al café y, finalmente al hospital y a la policía, en caso de que hubiera habido un accidente, aunque como Reenie no tenía auto, el único accidente en el que hubiera podido estar había sido en la calle principal si la hubieran a tropellado o si un perro rabioso la hubiera atacado o tal vez el monopatín de algún niño la hubiera golpeado y, si algo hubiera ocurrido, cualquier en un pueblo como el nuestro se hubiera enterado y le habría contado a Mamá hacía horas.
Y entre una y otro llamada, siguió llamando a Myra al apartamento, en caso de que Reenie hubiera aparecido.
Pero, claro está, no había llegado
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SOMBRAS
Novela Juvenil-La única razón por la que pensamos que Reenie nunca regresó al apartamento ni le contó a nadie que había terminado con Johnnie fue porque Myra nos dijo eso. -Papá parpadeó como si todavía estuviera medio dormido. -¿Por qué mentiría myra? -Por...