Un día entendí entendí que debía dejarlo atrás... que por mucho amor que sintiera debía seguir con mi vida, que quererlo me dolía y que me estaba haciendo daño. Fue entonces cuando decidí alejarme, dejarlo ir... aunque me doliera casi tanto como quererlo. Claro que lloré, aún lloro cuando recuerdo el por qué fue que todo terminó... así... de un de repente, pero a la larga, supongo que me evite un mayor sufrimiento.
Quise creer que así sería pero la verdad es que me equivoque, por más intentos que hice, que hizo mi mente y mi corazón ninguno funcionó para poder superarlo, ¿qué fue lo que me hizo para amarlo tanto? Para seguir amándolo como aquella vez en que nuestras miradas chocaron por primera vez, como aquella vez en que mi nariz detectó ese olor tan suyo, tan de él que como fueron pasando los días me hice adicta. Lo amo, aunque me pese decirlo, no debería ser así, él es tan feliz y yo aquí sigo lamentándome, ¿qué clase de vida es está? ¡no puedo vivir así más tiempo! Ya no, ya es suficiente, yo misma estoy harta de estar pensando en lo que pudo haber sucedido o no, y por eso es que ahora al fin lo libero, lo libero de estar en mis pensamientos, ahora sólo es un lindo recuerdo de una etapa más, al cuál aún después de todo recordaré con una sonrisa y diré "Fue lo más lindo y duro que pude experimentar en mi adolescencia".