Fue bonito encontrarlo en mi camino, las casualidades se pusieron de mi lado; sin que lo pensara me enamoró, o no precisamente él ya que no lo conocía, pero... sus ojos fueron la clave de todo, esos ojos tan dulces que desde que los miré por primera vez en persona me dejaron vulnerable ante ellos, me roban miles de suspiros cuando los veo, aunque también su sonrisa provoca muchísimas mías; es indescriptible la belleza que poseen, las palabras no me alcanzan. Lo tengo en mi pensamiento todo el día, y es imposible no hacerlo, no cuando es tan único, tan dulce, tan inocente, tan maduro e inmaduro a su vez, tan él. El brillo en su mirada me demuestra lo buena persona que es, y que es un niño tan lindo, sus ojos son una fuente de vida, lo más bonito que han visto los míos. Cuando empezamos a conversar simplemente todo se me olvida, todo desaparece a mí alrededor, sólo está él y nadie más, una de las cosas que me encanta de él es su inteligencia que es cautivante. Es una persona que se ha convertido indispensable en mi día a día, me alegra todas las mañanas, tardes y noches, con tan sólo verlo desde lejos me siento muy feliz y al hablarle, wow, realmente exploto de emoción. Me cuesta trabajo coordinar mis ideas cuando está cerca de mí, me tiene atónita a cada segundo, a cada paso me pone nerviosa, me paralizo cuando sus labios tocan mi mejilla, y si está lejos permanezco sedienta de verlo y de oírlo, de hacerlo sonrojar y reír. Me gusta verlo fijamente a los ojos, me siento segura pero miedosa a la vez. Me fascina su risa, la forma de sus pómulos, su sinceridad y el misterio que lo rodea, la ilusión que provoca en mi mente con solo escuchar su nombre. Me gusta contemplar sus pronunciados labios; es sumamente encantador hablarle, es tierno y divertido como muero por llegar a casa y leer sus mensajes, de disfrutar de sus bromas o escuchar mil veces esos mensajes de voz porque así siento que lo tengo conmigo. Jamás podría hacerle daño, no a él. Y sobre todo... amo que me cuente sus cosas, sean tontas o serias, amo que me tenga la confianza, sabe como hacerme sentir especial y por eso es que lo adoro y lo quiero con todo mi ser.Es difícil aguardar por verlo, hay días de desespero pero otros son increíbles y sorprendentes, ambos me gustan, cada uno a su manera, porque a pesar del tiempo mis ojos lo buscan, lo encuentran y se alegran. Y así, entre tiempos y espera, nos hace ser aunque no somos.
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