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Abrí los ojos mientras mi boca formaba una o.

Me senté en el suelo, y él hizo lo mismo.

-¿Tienes el horario de la visita al museo?-preguntó él después de un gran silencio-.

Asentí lentamente.

-Es desde las dos de la tarde, hasta las seis... -respondo sobando mis venas, las cuales tenían un leve color beige.

-La transformación empieza a las seis y media, por lo tanto todo bien. Sólo es cuestión del conductor-asentí con la cabeza gacha-. Seokjin debió percatarse de eso...-

Y de repente, el silencio se hizo presente en nosotros, un silencio cómodo, pero a la vez incómodo.

-Muy bien, a lo que veníamos-me levanté bruscamente y me incorporé al frente suyo. El soltó un respiro nerviosamente y asintió de la misma manera. Asentí, dándole confianza-. Hazlo.

-No puedo hacerlo si estás viéndome... -soltó penosamente.

-Eres un inútil. Ni siquiera eso haces bien-susurré con "asco"-.

-Amber...-susurró en advertencia, cosa que me hizo entender que lo que hacía estaba funcionando.

-No puedes tener a alguna chica o algún amigo permanente, eres inútil, eres débil, pálido y desnutrido-sonreí para mis adentros cuando él luchaba para contenerse-. Eres estúpido. -

Él no dudó más, y se abalanzó encima de mí, provocando que ambos cayéramos de espaldas al suelo, con él encima de mí.

-Joder, Amber-susurró, cerca de mis labios-, tengo tantas ganas de desgarrarte la garganta y ver como te arrastras por el suelo, suplicando por tu vida, y luego clavarte un gran cuchillo, deslizarlo y ver a tus tripas revueltas en el suelo -picó mi estómago con su dedo índice.

-¿Y por qué no lo haces?-respondí con diversión.

-Porque es un sentimiento totalmente pequeño, comparado con lo que quiero hacer...-respondió en un susurro, acariciando mi mejilla con su dedo pulgar.

-¿Y qué quieres hacer?-pregunté en un susurro. La idea de tener a Yoongi tan cerca me ponía los pelos de punta.
-Besarte-murmuró, totalmente inaudible. Se acercó más a mí, empecé a ponerme nerviosa cuando él no se apartaba de mí, nuestras respiraciones se juntaban cada vez más. Una corriente eléctrica corre por mi espalda cuando sus labios tocan los míos. Me llené de preocupación de pies a cabeza cuando descubrí una cosa; yo no quería apartarme.
Subí mis manos por su cuello, para acercarlo más a mí y sentir sus labios concretamente encima de los míos, y aunque sus labios estuviesen fríos, era un beso cálido, uno de esos en los que no querías separarte nunca en la vida. Sus labios se movían al compás de los míos, mientras él tenía su mano posada en mi cintura. Nos separamos debido a el oxígeno, y nuestras respiraciones se fueron normalizando.

-Yoongi...-susurré, aún con su aliento pegando en mis labios y con los nervios a flor de piel. Miré sus ojos, los cuales estaban amarillos al intenso, joder. ¿Un simple beso hizo sus ojos amarillos?

Acaricié las pequeñas venas que sobresalían de su rostro, él enmarcó una sonrisa de lado.

-Quise hacer eso desde que te conocí-dijo firmemente.

-Y yo quería que lo hicieras desde el momento en que me llamaste gorda...-susurré, provocando que él riera.

-Pues me pareces atractiva y sexy-.

Desvié mi mirada de la suya con un leve tono en las mejillas, y mirando su sonrisa, lo acerqué de nuevo y junté sus labios con los míos.

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⏰ Última actualización: Jan 24, 2018 ⏰

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