Roommates [ Vmon/TaeNam ]

¿Existe la lógica en Marte?

[Pov Namjoon]

— ¿Puedes apagar éso? —

— S-Si ya... ¡Mierda, el bug! —

Tres de la madrugada. Sí, tres de la madrugada, y mi amado compaňero de cuarto no deja de jugar partida tras partida en League of Legends.
Sinceramente, perdí la cuenta de las veces que hemos discutido sobre éste mismo tema y todo queda en la nada.
Me giré sobre mi eje en la cama, dando la cara hacia donde se encontraba la fuente de luz en medio de la penumbrosa habitación, observando con los ojos entrecerrados la espalda del chico Gucci tensa debido a que toda su concentración estaba depositada en el mentado juego.

— Taehyung...—

—... ¡Si! ¡Gané otra torre! —

Ya ni se molestaba en contestar mi llamado, lo que evidenciaba lo mucho que le importaba que tuviéramos que levantarnos temprano maňana para seguir nuestras actividades para el próximo comeback.
Cansado de ser ignorado me levanté de la cama, caminé sin ser notado y simplemente desconecté la PC del enchufe, viendo cómo automáticamente la habitación quedaba en penumbras y en un silencio mortal que duró alrededor de una milésima de segundo.

— ¡No! ¡Te dije que ya terminaba y...! —
— Éso mismo me dijiste hace una hora, ahora a la cama. —

— Pero...—

Sólo bastó que encendiera la lámpara de la mesa de luz que dividía su cama de la mía para que fuera expresamente testigo del rostro de "asesina-aliens" que tenía para que prácticamente se zambullera en una cama. El mismo se encargó de apagar la lámpara y acurrucarse entre las mantas... Mis mantas.

— Estás en mi cama. —

— Lo sé. —

— Ve a la tuya. —

— No, la tuya es mas calentita y cómoda. —

Si bien podría agarrarlo del pescuezo y sacarlo a patadas de mi lecho, la realidad es que el cansancio no me dejaba, además que no quería... Ése mocoso sabía bien que hacer, decir y qué tono de voz usar para bajar todas mis defensas y evitar que lo colgara de los calzones en la puerta del departamento.
Suspirando pesadamente, abrí las cobijas de la cama de V y me metí entre ellas, dispuesto a cerrar los ojos y dormir aunque sea cuatro horas seguidas.

Después de todo, si tenía suerte, el Gucci Guilty Black que Tae llevaba puesto quedaría impregnado en mis sábanas por una semana cómo mínimo.