XXX

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Taehyung era considerado el genio de los videojuegos en Bangtan.
Ésto significaba que cualquier cosa que se relacionara con ello significaba poco esfuerzo para él, como bajar entretenimiento de sitios online confiables, almacenamiento, desbloqueo de cuentas, trucos para pasar niveles, etc.

Por ende, no era de extraňar que una simple carpeta desconocida en el ordenador común que compartían en el cuarto le llamara la atención.
No recordaba un juego con el nombre "XXX", tampoco haber guardado ni creado ninguna carpeta tan a la vista con ésas simples tres letras que resultaban curiosas a su atolondrada mente.

¿Era de Namjoonie, pues? Otra no quedaba.
¿Acaso le había pedido a Jungkook que le enseňara a jugar? Aún recordaba haber visitado al maknae en su solitaria habitación para jugar unas partidas de Overwatch y ver en su ordenador una carpeta de almacenamiento con la misma pinta que ésa. Claro, por mero respeto y sabiendo lo egoísta que Jeon podría ser con sus cosas, no se atrevió a abrirla pero... ¿Ahora quién podría frenarlo? Namjoon estaba encerrado en el Mon Studio y no tenía planes de volver hasta entrada la noche.

Animado, trajo consigo los auriculares especiales que usaba para las partidas en línea, los conectó al PC y se los ajustó al tamaňo de su cabeza, sentándose por último en la silla acolchonada, especial para gamers de su calibre.
Oh sí, aprendería a jugar un nuevo juego y le enrostraría a Jungkook lo bueno que era en él.

Clickeó en la carpeta, redireccionandose automáticamente hacia otra ventana con varios vídeos de imagen miniatura difusa, todos sin nombre.

¿Acaso Jungkook le había pasado tutoriales solamente?
Algo decepcionado, Taehyung dió doble click al primero de éstos, que eran como cincuenta, decidió verlos de igual manera, ya que al menos podría aprender a manejarlo.

Lo que Taehyung nunca se imaginó es que, después de esperar cinco segundos a que se cargara el vídeo completo, lo primero que llegaría a sus corneas fuera la imagen de un pobre muchacho siendo prácticamente empalado por otro de contextura mucho más robusta y musculosa, coreando el bizarro y bastante explícito momento con gemidos escandalosos, los cuáles daban cuenta de lo mucho que ambos estaban disfrutando aquéllo.

Claro, el ingenuo Kim menor no sabía que "XXX" era una abreviatura para "Pornografía".

Taehyung se aplastó contra el respaldo de su silla, mirando la pantalla con los ojos tan abiertos que amenazaba con dejar de aparentar ser coreano. Su atención fija en la imagen atípica y no apta para menores de dieciocho aňos, en dónde ahora además se había sumado otro hombre más a la fiestita que se armaron los dos primeros.

"— ¡Daddy...! —" exclamó el que recibía, un jovencito que, para colmo de males, tenía un alarmante parecido a él.

— ¿Eh..? — Ésa simple palabra pareció sacarlo a medias del trance de shock al que fué sumido, dándose cuenta que si bien su mente respondía poco y nada a las circunstancias, su cuerpo parecía estar pasándoselo en grande... O al menos éso decía el notorio bulto en su pantalón de pijama.

— ¿¡Qué estás haciendo!? —

Saltó tan notoriamente en su asiento por el susto que los auriculares se terminaron desconectando, dejando que el escandoloso sonido de los gemidos del pasivo invadiera el cuarto de RM y Taehyung.

En un ataque de nervios e histeria, V intentó cerrar el vídeo a la velocidad del rayo y lo logró, pero al querer cumplir por entero su cometido y sacar la pestaňa de la carpeta, un click en el lugar equivocado fué suficiente para que los cincuenta y tantos vídeos fueran borrados sin remedio alguno frente a los ojos del recién llegado, su amo y seňor: Kim Namjoon, a.k.a: Dios de la Destrucción.

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⏰ Última actualización: Jan 25, 2018 ⏰

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