Peligrosa Atracción

c u a r e n t a y n u e v e

Abrió sus ojos lentamente,al hacerlo toco su cabeza adolorida, algo le había pasado y lo peor es que no se acordaba de nada,la habitación ertaba a oscuras,se dio cuenta inmediatamente que no estaba en su casa cuando al intentar levantarse noto unas cuerdas impidiendole su movimiento.

La puerta se abrió de golpe,ella dio un pequeño salto en su sitio por el ruido tan horroroso que habia hecho la puerta al cerrarse bruscamente.-Hola Lunita.

Ella trago saliva pero no dejo de mostrar firmeza y dureza,ese era un gusto que no le hiba a dar y menos en estos momentos.
-¿Porque haces esto?¿Que ganas?

-¿Yo?Demasiado lindura.-sonrió hipócritamente,Luna puso su peor cara de asco al sentir una de sus manos acariciar su rostro.

-Matteo va a venir y cuando lo haga va a partirte esa cara de perro que tienes.-Simon dejo de sonreir al instante,la cogio y la zarandeo bruscamente.

-¿Dónde esta?¡Dime donde esta ese imbécil ahora!-le grito en su cara,ella cerró sus ojos y fruncio su boca y nariz,era asqueroso el olor a tabaco y alcohol que desprendía su aliento.-El no va a impedir que te haga mía...

-¡Eso nunca va a pasar!-le aseguró ella,se removió entre sus brazos logrando así que este la soltara bruscamente,se golpeó contra el cabecero y originó que una pequeña herida se asomara en su frente,pero lo suficientemente grave como para que un poco de sangre sobresaliera de ella.-Nunca vas a lograr sustituirle,Matteo es mejor que tú.

-¡Que te calles de una puta vez!-la cogió nuevamente y volvió a zarandearla,Luna gimio de dolor y la herida de su cabeza se agravio,la sangre ya había llegado a su labio y a él parecía no importarle.-¡Tu no sabes lo que es estar con un verdadero hombre!-grito totalmente alterado,Luna cerró sus ojos al instante,no tardaría mucho en desmayarse.-Pero yo...Voy a enseñartelo.-Simon río perversamente,ella no pudo escucharle más,las fuerzas se le fueron y se desplomó en sus brazos.-¡No!¡Maldita sea!¡Zorra despierta!-la zarandeo,pero ella no correspondió,la soltó y la dejó en el suelo tirada,se salió de la habitación dando un portazo y muy molesto se fue a uno de los estantes,sacó una botella y se puso a beber como un loco.
-Juro que esto voy a cobrartelo Matteo,Luna va a ser mía y tú vas saberlo.-tomó otro sorbo de golpe.

-¡Matteo tranquilizate!-le aconsejó Jorge,el lo observó muy desesperado,dio otra vuelta más a la sala de su casa.-Piensa en Gabriela ella necesita tranquilidad.-su hijo al escuchar las palabras de su padre,con mucho esfuerzo y falta de voluntad se obligó así mismo a sentarse.

-Él la tiene papa...Todo esto es mi culpa.-Matteo despeino su cabello desesperado,su padre le vio,se acercó a él y apoyo su mano en su espalda.

-Matteo tú no tienes la culpa de la obsesión que tiene Simón contigo, no te preocupes porque vamos a dar con el paradero de Luna.

Padre e hijo quedaron en silencio, cuando Mónica bajo las escaleras ambos la observaron.

-Estaba muy alterada pero gracias a un calmante ha conseguido dormirse.-explicó Mónica angustiada,se sentó en el sofá y Jorge no tardó ni un sólo segundo en abrazarla.-No entiendo ¿Porque lo hizo?¿Tan mala madre soy?

Jorge la observó frunciendo sus labios.-Amor,tú no tienes la culpa Simón salió como su padre y eso no puedes cambiarlo.

-¿Tenian idea si la señorita Valente llevaba su telefono encima?-pregunto uno de los policías,prácticamente la casa de Luna estaba repleta de ellos.

-No lo sabemos.-respondió Matteo decaído,el oficial le observó con cierta pena.

-¿Y tienen alguna idea de quien pudo secuestrarla?-Mónica se levantó del sofá y poniéndose de pie busco coraje y valor para decir todo lo que sabía.