CAPÍTULO 2
En la mañana siguiente, me desperté y me giré hacia el reloj que tengo a un lado de mi cama y ya eran las 8, al ver el reloj recordé la carta. ¡Se me hizo tarde! Se supone que todos en el país saben que si tienen una admisión a algún colegio, se tiene que llegar a las 8 en punto de la mañana. Me apresuré a dejar un poco de jamón en el plato viejo para mi nuevo compañero y un poco de agua y me vestí en el antiguo uniforme que tenía en el otro colegio, antes de que falleciera mi padre. Al terminar de hacerlo me dirigí a la cripta y dije en voz alta:
-¡Deseanme suerte! Y envié un beso.
Salí de la casa a toda prisa y me dirigí al autobús, pero en eso un auto negro de una marca cara me obstruyó el paso.
-Usted debe ser la señorita Hiyori, ¿Estoy en lo correcto?
-Sí, pero ¿Cómo sabe mi nombre?
-Pues verás estoy aquí para llevarte al colegio.
Me cogió de la mano como si fuera su ama, y me metió al auto. Me quedé algo perturbada al saber que estaba en un auto desconocido con un mayordomo, o eso parecía. Me animé a preguntar algo en el camino:
-¿Es usted es el mayordomo de alguien?
-Estoy permitido a decir que si pero lo demás lo tendrás que averiguar por ti misma.
¿A qué se refería con “Lo demás”?, ¿Se refiere a su amo?
-Señorita ya vamos a llegar a su nuevo colegio, así que prepárese para bajar del auto.
Se estacionó en frente del colegio y abrió mi puerta, no entendía nada. Sacó mi mochila para el colegio y dijo:
-Señorita, sus cosas, tiene todo lo necesario para el colegio y en la primera bolsa puede encontrarse con su horario y donde se localizan las clases. Podrá notar un pequeño contenedor que contiene su almuerzo para medio día. Eso es todo, buen día señorita Hiyori.
Y sin más pensarlo, el auto desapareció en la calle. Me dirigí a la entrada del colegio y tomé el pequeño papel en el que contenía el horario y el mapa. “Primero inglés” pensé. Estaba localizada en el segundo piso en la tercera puerta. Al dirigirme al salón, comencé a correr como si tuviera prisa, pues había llegado 15 minutos tarde, pero al correr me tropecé con un chico.
-Discúlpame, es que voy tarde…- dije con timidez. Subí la cabeza y noté que el chico tenía el cabello castaño y unos ojos verdes profundos, hipnotizantes.
-Deberás tener más cuidado, ¿Te has perdido?
-Si, tendré más cuidado. No, no me he perdido gracias.
-Vale, buen día.
Me puse nerviosa porque el chico estaba muy guapo, de hecho creo que en ese momento sentí el flechazo de un ángel, en mi corazón. Me dirigí al salón de clases y abrí la puerta vacilando un poco. Los alumnos o en este caso, mis compañeros estaban ya sentados en sus sillas, creo que pensaron que yo era la maestra o maestro porque al parecer todos dirigían la mirada en mí. Entré al salón intentando lucir segura de mi misma, aunque por dentro no estaba nada segura y me dirigí a un asiento no ocupado que estaba a un lado de otra silla sola y del lado de la ventana. Me senté cuidadosamente en el asiento tratando de lucir normal o algo así. Al sentarme, una chica me observó y se acercó a mí diciendo:
-No tienes que lucir segura si no lo estás, es normal estar nerviosa el primer día de clases. Ah, y una cosa más, este es el nuevo uniforme, seguro que te quedará bien.- Dijo sonriendo y me dejó una bolsa de plástico que contenía el uniforme del colegio.- seguro que es de tu talla.
Se alejó y me señaló la puerta como diciendo que me fuera a cambiar, y eso hice.
Al salir del baño, noté que la chica me estaba esperando y me dijo:
-¡Muy bien! Sabía que te iba a quedar perfecto el uniforme, claro, eres una chica bonita. El cabello recogido en una cola de caballo te sienta bien y veo que no tienes problemas con los modales.
-Disculpa, ¿Eres tú la que me ha pagado la colegiatura?
-No, no- responde riendo- yo solo soy una compañera de clase, bueno, soy la representante de la clase, Shaley, solo quería ayudarte un poco, pues es mi deber.
-Gracias Shaley, yo soy una estudiante de intercambio, me he mudado hace ya 3 días, mi nombre es Hiyori.
-Oh, la famosa Hiyori, un placer en conocerte.
¿Famosa? ¿A qué se refería con eso?, tal vez ella me pueda ayudar, ella debe saber sobre el misterio de mi carta de admisión y el pago.
